México D.F. Martes 23 de diciembre de 2003
El obispo Arizmendi llama a la concordia y repudia
la violencia contra indígenas
Claman justicia cientos de tzotziles a seis años
de la matanza de Acteal
Los tres niños sobrevivientes permanecen sin
atención estatal o federal, denuncian
JUAN BALBOA Y ANGELES MARISCAL CORRESPONSALES
Con una representación teatral del asesinato masivo,
una misa que presidió el obispo de San Cristóbal de las Casas,
Felipe Arizmendi Esquivel, y gritos con los que exigieron justicia, cientos
de indígenas tzotziles del municipio de Chenalhó, Chiapas,
recordaron este lunes la masacre que perpetró el 22 de diciembre
de 1997 el grupo paramilitar Máscara Roja en la comunidad Acteal,
en la que fueron asesinados 15 niños, 21 mujeres -cuatro de ellas
embarazadas- y nueve hombres. Mientras, en Tuxtla Gutiérrez, unas
500 personas, entre familiares y amigos de los más de 80 indígenas
presos por su participación en la matanza, marcharon para exigir
a los gobiernos estatal y federal que se reabra y revise el caso, con el
argumento de que los encarcelados son inocentes.
En
voz de Roberto Pérez Santiz, director del Coro de Acteal, integrantes
de la sociedad civil Las Abejas exigieron "justicia a las autoridades para
que no sólo sean castigados quienes ya están presos, sino
también que se cumplan las órdenes de aprehensión
pendientes y se repare el daño que sufrimos como víctimas,
y se desarme a esos grupos". Pérez Santiz leyó un texto en
el que además se pidió castigo para los funcionarios que
en 1997 estaban al frente del gobierno, "porque no supieron actuar para
impedir la masacre".
Recordó que la administración del presidente
Vicente Fox ha incumplido con los acuerdos de paz que firmaron el gobierno
federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
en San Andrés Larráinzar el 16 de febrero de 1996.
Arizmendi insta a la concordia
El obispo Arizmendi Esquivel, junto con seis sacerdotes,
ofició una ceremonia litúrgica en memoria de los seis años
de la acción criminal. En su homilía, el prelado llamó
a la concordia y la reconciliación, además de que repudió
la violencia contra indígenas.
"Nunca más, pues, se atreva alguien a levantar
la mano contra sus propios hermanos de sangre y de raza. Aunque haya diferencias
por partidos, organizaciones, culturas o religiones, somos hermanos", afirmó.
Exigió a los indígenas luchar por la paz
y la reconciliación, "traernos paz y esperanza, para enseñarnos
a vivir como hermanos". Añadió que la Iglesia católica
acompañará a quienes "busquen la paz y la reconciliación".
Teatro, gritos y llanto por las víctimas
Se encendieron 45 veladoras para recordar a igual número
de personas asesinadas. Como cada año, unos 25 indígenas
organizaron una representación teatral del momento en que los paramilitares
dieron muerte a mansalva a niños, mujeres y hombres. También
hubo gritos para clamar justicia y castigo para los culpables, lo mismo
que llanto por los familiares asesinados.
También se recordó que los tres niños
sobrevivientes y con graves secuelas físicas no han sido atendidos
por los gobiernos federal y estatal. Familiares de Zenaida, Efraín
y Jerónimo aseguraron que los pequeños aún esperan
ayuda para su recuperación.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de
Las Casas -que preside el obispo emérito Samuel Ruiz García-
insistió en manifestar su preocupación ante "la persistente
dilación en la impartición de justicia ante la masacre de
Acteal".
El organismo aseguró que la Federación y
el gobierno estatal se han negado a reconocer evidencias que señalan
el origen de la masacre en acciones generadas en un contexto de guerra,
"lo que ha permitido que la defensa de los inculpados quiera confundir
a la opinión pública sobre los verdaderos motivos de la matanza".
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