México D.F. Domingo 28 de diciembre de 2003
Teherán anuncia que aceptará la
ayuda de todos, aun de Washington, pero no de Tel Aviv
Hasta 40 mil, los muertos por el sismo que arrasó
ciudad iraní
Advierten periodistas "pocas señales" de apoyo
a otros poblados afectados por el terremoto
AFP, REUTERS, DPA Y THE INDEPENDENT
Bam, 27 de diciembre. Unas 40 mil personas habrían
muerto por el devastador sismo que el viernes sacudió a la ciudad
iraní de Bam, donde calles enteras han desaparecido, el casco histórico
ha quedado reducido a ruinas y el principal estadio se ha convertido en
una inmensa morgue improvisada, mientras miles de personas están
a la intemperie y equipos de rescate hurgan entre los escombros en busca
de cuerpos y sobrevivientes.
"Me estoy enterrando a mí misma en esta tumba",
lamentó Fatemeh, de 35 años, al seputar a sus dos hijos.
Taher, de 50, sollozaba mientras clamaba ante el cadáver de su hijo:
"despierta, despierta".
Casi 70 por ciento de Bam, popular destino turístico
con edificios centenarios, a unos mil kilómetros de Teherán,
quedó totalmente destruido.
Exhausto y cubierto de suciedad, uno de los socorristas
explicó que él y su equipo habían rescatado sólo
a tres personas durante la noche. "No tenemos nada, sólo nuestras
manos", señaló.
Periodistas en la ciudad advertían que había
pocas señales de equipos de ayuda que se dirigieran a los poblados
adyacentes a Bam, también afectados por el sismo.
Frente a la magnitud de la catástrofe, las cifras
sobre víctimas eran confusas: un balance del Ministerio del Interior
habló primero de entre 20 mil muertos y 30 mil heridos. Más
tarde, la cartera de Salud cifró en 70 mil los muertos y heridos,
pero el comité de crisis del gobierno de Teherán advirtió
que mientras continúen las tareas de rescate no se puede dar una
cifra confiable de víctimas, que seguramente aumentaría al
paso de las horas. Medios de prensa hablan ya de 40 mil muertos.
"Consideramos que entre 65 y 70 por ciento de los habitantes
de la ciudad de Bam están muertos o heridos", declaró el
ministro de Salud, Massud Pezechkian, y agregó que cien mil personas
vivían en Bam antes de la catástrofe.
A su vez, Mohammad Ali Karimi, gobernador de la provincia
de Kerman, declaró que 5 mil 500 cadáveres ya fueron enterrados
en la ciudad.
Urge apoyo internacional
El ministro Pezechkian pidió a la comunidad internacional
enviar medicamentos y equipos, en lugar de voluntarios, mientras la cancillería
expresó que Teherán acepta la ayuda de todos los países,
incluido Estados Unidos, que considera a Irán un país integrante
del eje del mal, pero rechazará la del "régimen sionista"
de Israel.
El
gobierno de Tel Aviv, que considera a Teherán una amenaza para su
existencia, envió este sábado sus "condolencias al pueblo
iraní (...), con el cual no tiene ningún conflicto", según
un comunicado de la cancillería.
A su vez, el presidente Vicente Fox envió hoy sus
condolencias al pueblo de Irán por los muertos, heridos y daños
materiales que causó el sismo. En una carta dirigida a Mohamed Jatami,
presidente de la República Islámica de Irán, Fox señaló:
"En nombre del pueblo y del gobierno de México, así como
del mío propio, deseo manifestar a usted y al pueblo iraní
mis más sinceras condolencias en este momento de consternación
y pena".
Washington carece de lazos oficiales con Teherán,
pero el presidente estadunidense, George W. Bush, afirmó en un comunicado:
"estamos dispuestos a ayudar a Irán", e informó que un funcionario
del Departamento de Estado anunciará pronto un paquete de asistencia.
Naciones Unidas, países de la Unión Europea,
Rusia, China, Polonia, Japón, Turquía y otros respondieron
también al llamado de Irán, mientras los equipos de socorristas
extranjeros seguían llegando este sábado al aeropuerto de
Bam, equipados con perros sabuesos y material de detección, con
la esperanza de encontrar sobrevivientes bajo los escombros de los miles
de casas destruidas por el terremoto, de 6.3 grados en la escala Ritcher.
"Actualmente hay equipos de unos 20 países en el
lugar o a punto de llegar, según nuestras informaciones", precisó
más tarde en Ginebra la portavoz
de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
de Naciones Unidas, que desbloqueó una primera ayuda de urgencia
de 90 mil dólares.
Decenas de perros entrenados especialmente para la búsqueda
de cuerpos llegaron o serán enviados procedentes de Rusia, Portugal,
Turquía y de la Cruz Roja austriaca. Asimismo, un grupo de seis
topos mexicanos partía por su cuenta esta noche del Distrito
Federal a Irán, reportó la agencia Dpa.
La Cruz Roja Internacional lanzó un pedido de fondos
de 10 millones de euros (aproximadamente 12.4 millones de dólares)
para suministrar carpas, cobijas y probablemente hospitales de campaña.
En Bruselas, la Comisión Europea anunció
que movilizará 800 mil euros (unos 992 mil dólares) de ayuda
humanitaria de urgencia. Canadá e India también ofrecieron
apoyo, así como tres ricos países del Golfo Pérsico:
Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Arabes Unidos.
"Jamás había visto una cosa parecida. Es
un espectáculo de desolación", declaró Heiner Gloor,
miembro del equipo suizo de socorro.
Aviones militares y civiles iraníes efectuaban
puentes aéreos para transportar las víctimas hacia los hospitales
de la región y de Teherán. "Hace 16 horas que estoy viajando
entre Teherán y Bam", afirmó visiblemente cansado un piloto
de Iranair.
El elevado número de víctimas ha convertido
todos los espacios abiertos, como los estadios, en depósitos de
cadáveres. En las aceras, cubiertas de escombros, yacían
los heridos, algunos ya atendidos. Los dos hospitales de Bam fueron destruidos
por el terremoto, y murió gran parte de su personal médico.
"Haremos todo lo posible por cubrir las necesidades de
las víctimas, desde el país o desde afuera", afirmó
el presidente Mohamed Jatami, quien declaró el terremoto tragedia
nacional y dirige personalmente las operaciones desde un centro de crisis
en Teherán, mientras se prepara para trasladarse a Bam este domingo
o el lunes.
Expertos de los equipos de rescate han declarado a la
televisión iraní que cada minuto es vital en la carrera de
los equipos de salvamento. Los equipos de protección civil proseguían
sus esfuerzos pese a que las autoridades han advertido que las temperaturas
extremadamente frías en Bam, a unos mil metros sobre el nivel del
mar, son un factor que reduce mucho las posibilidades de hallar todavía
con vida a alguien entre las ruinas.
"Me estoy muriendo de a poco. Mis nueve hijos y mi esposa
están ahí, debajo de los escombros, y no puedo hacer nada",
explicaba sollozando un hombre de 63 años, quien señalaba
los restos de su casa, la cual, pese a estar construida de ladrillos cocidos,
en lugar de adobe, como la mayor parte de las casas del centro histórico,
no resistió al sismo. Ahnmed, de siete años y que perdió
a su familia, dice que no tiene miedo de los muertos, porque "hay tantos".
Escenas como ésa se repiten en casi todas las calles,
con hombres y mujeres a la intemperie que lloran a sus seres queridos,
mientras, además de las tareas de rescate, los equipos de emergencia
deben ocuparse de restablecer el suministro de electricidad y agua potable.
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