Actualmente, 35.8% de los asalariados son derechohabientes de alguna institución pública

Estancados, los índices de cobertura de seguridad social

Las plazas de trabajo que se generaron en lo que va de este gobierno son de baja calidad

FABIOLA MARTINEZ

El gobierno actual no ha logrado ampliar el nivel de cobertura de seguridad social en la población ocupada. Al cierre de este año, sólo 35.8 por ciento de asalariados están inscritos en alguno de los sistemas de salud pública, proporción prácticamente idéntica a la registrada al inicio de este sexenio.

Visto de otra manera, de 25.4 millones de mexicanos que trabajan, sólo 14.8 millones tienen esa prestación; de éstos 70 por ciento reciben atención en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 14.7 por ciento en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y el resto en otras instituciones.

Los datos disponibles más recientes, difundidos por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, precisan que de una población ocupada de 41.4 millones de mexicanos (2 por ciento más que el año pasado), 25.4 millones son considerados "asalariados", de los cuales 14.8 tienen seguridad social y 10.6 millones laboran sin prestaciones básicas.

Casi 60 por ciento de la población trabajadora se desempeña en el sector terciario, esto es, comercio, restaurantes y hoteles; comunicaciones y transportes, servicios profesionales, sociales, diversos, y en el gobierno. Según las cifras oficiales, los ocupados en estas áreas sumaron 1.6 por ciento más (395 mil 887 asalariados) respecto del año anterior.

Sin embargo, aun cuando en la estadística un autoempleado que maneja un micronegocio o changarro, por ejemplo, se considera persona ocupada, esto no significa necesariamente que se haya sumado al grupo de los beneficiarios de algún esquema de seguridad social; de ahí que el saldo negativo en materia de empleo formal, reconocido por la STPS, ronda los 516 mil puestos dados de baja del IMSS, del 30 de noviembre de 2000 al mismo mes de 2003.

Así, del total de población asalariada con prestaciones de salud, al inicio de este sexenio 69.7 por ciento estaba registrado en el IMSS, 14.6 en el ISSSTE y 15.7 en otras instituciones; tres años después, al tercer trimestre de 2003 (cifra disponible) los números son: 70.2, 14.7 y 15.1, respectivamente: prácticamente sin cambios.

Al inicio de este mes, en conferencia de prensa, los responsables del área de empleo de la STPS reconocieron que las plazas laborales generadas en los últimos meses no eran de la calidad que se requiere, en especial, por la carencia de seguro médico.

"Ha habido deterioro en la calidad del empleo (...) Y en términos generales dejar el sector formal de la economía significa dejar también las prestaciones, pagos extras por productividad, capacitación, apoyo para comida, transporte o vacaciones pagadas", admitió el coordinador general de Empleo, Hipólito Treviño.

En declaraciones a la prensa, los funcionarios del gobierno federal reconocen que "10 millones de asalariados no cuentan con prestaciones de seguridad social", aunque en realidad la cifra se acerca ya a los 11 millones, mientras cada día más mexicanos se suman a las filas de trabajadores por cuenta propia, trabajadores sin pago y, en el menor de los casos, al rubro identificado como 'patrones'.

A los 1.18 millones de mexicanos en desocupación abierta, es decir, los que buscan emplearse pero no lo logran, se agrega una lista de 3.2 millones de trabajadores que se ocupan en empleos de mala calidad, los que cubren jornadas laborales intensas a cambio de un salario magro e inclusive sin recibir pago alguno.

Todo lo anterior da por resultado un incremento paulatino en la denominada "tasa de presión general", que al inicio del sexenio era de 3.5 y ahora se ubica en 5.1 por ciento; este indicador muestra la contracción del empleo en México durante los pasados 48 meses. Lo mismo ocurre con la tasa de ocupaciones de ambulantes, que muestra un avance de 2.9 a 3.9 por ciento en el periodo referido.

Este panorama negativo y el incumplimiento de metas programadas en materia de ocupación bien remunerada y con prestaciones se evidencia también en las caídas de las diversas tasas que miden este ámbito. Así, en el tercer trimestre de este año todos los indicadores de empleo-desempleo mostraron un retroceso respecto del mismo mes del año anterior.

En contraste, los recursos del gobierno federal destinados para apoyar los efectos del desempleo continúan a la baja. El presupuesto asignado este año a la STPS fue de 3 mil 104 millones de pesos, mil millones menos que al inicio del sexenio foxista y, aun cuando solicitan 400 millones más para 2004, es probable que vuelvan a sufrir una merma.

Con 60 por ciento menos recursos de los que se otorgó a esta dependencia el sexenio pasado, la STPS vinculó con algún empleo a 1.4 millones de personas de 2000 a la fecha, de un total de 4.7 millones de atendidos en algún servicio, que va desde una llamada telefónica a Chambatel a una beca de una a tres veces el salario mínimo hasta por tres meses, por ejemplo.