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México D.F. Domingo 28 de diciembre de 2003
Brasil y Argentina presentarán el proyecto
en la cumbre de la OEA en Monterrey
Plan Deuda por educación daría escuela
a 250 millones de niños en el mundo
La propuesta, sin el aval de México; obstruiría
el acceso al crédito, dice titular de la SEP
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La propuesta de canjear deuda externa por recursos para
educación consiste en llevar a las aulas a 250 millones de niños
de todo el mundo que no asisten a la escuela, lo que representa una inversión
equivalente apenas a 2.5 por ciento del gasto mundial en armas y 13 por
ciento de los intereses pagados por los países en desarrollo en
un año.
Esta iniciativa, que defienden Brasil y Argentina, será
discutida por los jefes de Estado de los 34 países que forman parte
de la Organización de Estados Americanos en la cumbre extraordinaria
de las Américas, que se realizará en Monterrey los días
12 y 13 de enero.
La propuesta no tiene el aval de México. En opinión
del secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra,
se debe revisar "con cuidado", a fin de evitar que una demanda de este
tipo provoque la cancelación de los préstamos a los países
en desarrollo.
Brasil, que presentó por primera vez el proyecto
en la reunión de ministros de Educación de las Américas,
realizada en agosto pasado en la ciudad de México, difunde actualmente
un detallado documento firmado por el ministro de Educación, Cristovam
Buarque, que explica el origen y las metas del intercambio de la deuda
por educación.
El texto titulado Deuda por educación: una herramienta
efectiva para luchar contra la pobreza mediante la inversión en
educación en los países en desarrollo, sugiere la creación
de un "Banco de la Infancia" para llevar a las aulas a 250 millones de
niños que trabajan en vez de estudiar.
El documento, que se dio a conocer recientemente en la
reunión del E-9, que agrupa a los nueve países más
poblados del mundo, atribuye el trabajo infantil a que la globalización
comienza a mostrar un lado perverso.
"La globalización ha hecho del mundo uno solo para
todos los niños, quienes consumen los mismos productos sin tener
en cuenta su país de residencia; pero también ha convertido
a otros niños, sin considerar su tierra de origen, en trabajadores
que generan esos mismos productos", afirma.
El ministro de Educación brasileño dice
que ante este problema, una tarea ética inmediata es unificar a
todos esos niños en un mismo mundo, que incluya la escuela, la familia
y los juguetes.
La mejor opción para acabar con la explotación
infantil, señala, es extender en el mundo el programa brasileño
llamado Bolsa-Escola, que ha funcionado desde hace cuatro años y
que consiste en dar recursos a las familias para asegurar que sus hijos
asistan a la escuela.
Cada familia recibiría un promedio de 40 dólares
mensuales, considerando un promedio de tres niños por hogar, lo
que significaría en total un gasto de 40 mil millones de dólares
anuales, suficientes para que los niños del mundo dejen de trabajar
y se dediquen a estudiar.
Asegura que este costo equivale a sólo 0.1 por
ciento del ingreso total de todos los países, 0.6 por ciento de
la capacidad de ahorro mundial y sólo 0.5 por ciento del costo de
operación de los gobiernos de los países industrializados.
Además representa 13 por ciento de los 304 mil
millones de dólares pagados por las naciones en desarrollo -en 1997-
por intereses de sus deudas al sistema financiero internacional.
Un programa de este tipo podría costearse con la
reducción de 6.5 por ciento de los intereses de la deuda externa
de los países en desarrollo. Explica que el Grupo de los 7 países
más desarrollados tendría que perdonar parte de los intereses
de su deuda a los 12 países más pobres del mundo, lo cual
permitirá financiar la escolarización de 37.5 millones de
niños de esas mismos países.
Para hacer realidad el programa, Brasil promueve la creación
de una especie de banco para la infancia, que se encargaría de evaluar
los propósitos del programa y coordinar las fuentes de financiamiento
con los países con altas tasas de trabajo infantil, mediante el
intercambio de una parte de los intereses de la deuda externa por recursos
para educación.
El banco también se encargaría de vigilar
la aplicación de los recursos locales en educación, controlar
que se cumpla la asistencia escolar y evaluar la eficiencia del programa.
INFANCIA MARGINADA DE LAS AULAS EN 12 PAISES
País
|
Número de niños
fuera de la escuela
|
Costo anual del programa
de escolarización
(millones de dólares)
|
Uganda |
2,350,000
|
188
|
Bolivia |
558,000 |
47 |
Burkina Faso |
2,100,000 |
168 |
Guyana |
100,000 |
8 |
Costa de Marfil |
1,920,000 |
153 |
Mozambique |
3,210,000 |
257 |
Mali |
2,200,000 |
177 |
Guinea Bissau |
1,370,000 |
110 |
Etiopía |
11,763,000 |
941 |
Mauritania |
293,000 |
24 |
Benin |
670,000 |
53 |
Senegal |
1,263,000 |
101 |
Total |
27,790.000 |
2,227 |
Fuente: Deuda por educación: una herramienta
efectiva para luchar contra la pobreza mediante la inversión en
educación en los países en desarrollo. Cristovam Buarque,
ministro de Educación de Brasil, diciembre 19-21, El Cairo, Egipto.
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