México D.F. Lunes 12 de enero de 2004
ENTREVISTA / JOSÉ
LUIS SOBERANES, PRESIDENTE DE LA CNDH
''Al gobierno no le conviene una comisión chimuela''
"TENEMOS QUE SER CRITICOS, COMBATIVOS Y VEHEMENTES",
AFIRMA
Colocar el tema de los derechos humanos en un primer
plano de la agenda nacional ha sido mérito del gobierno foxista,
señala el ombudsman nacional, quien sin embargo plantea que
el autoritarismo persiste, aun cuando el régimen que lo engendró
haya acabado
VICTOR BALLINAS
Al gobierno y a la sociedad no les conviene una Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) "chimuela" y tampoco que seamos "unos
gatitos sumisos. Tenemos que ser críticos, combativos y vehementes,
aunque nos critiquen" sostiene el ombudsman José Luis Soberanes.
En entrevista, revela que dos han sido los momentos
más difíciles de su gestión como titular de la CNDH:
"la recomendación a la Procuraduría General de la República
(PGR) por el homicidio del joven Guillermo Vélez -a quien agentes
de esa procuraduría ultimaron-, y el caso de las mujeres asesinadas
en Ciudad Juárez".
En el primero, dice, "fue una confrontación muy
fuerte con la PGR y con otras dependencias". En el caso de los crímenes
en la ciudad fronteriza fue "un enfrentamiento con el gobierno estatal
de Chihuahua, que actuó mal o dejó actuar, y con un gobierno
federal indolente".
"¿Por qué no llega la justicia?"
De manera vehemente, denuncia: "No se ha hecho justicia
en los casos de Acteal, Aguas Blancas, Agua Fría, en los crímenes
de mujeres de Ciudad Juárez, en lo relativo a la guerra sucia.
Esto nos desespera, nos subleva, por qué no llega la justicia".
-A tres años del gobierno foxista, ¿cuál
ha sido el avance en materia de derechos humanos y qué está
pendiente?
-Hay
un mérito indiscutible de este gobierno: es que el tema de los derechos
humanos ya esta en un primer plano de la agenda nacional. De ser algo en
segundo o tercer lugar, ahora está entre las prioridades nacionales.
De todo lo que ha hecho el gobierno foxista lo más importante es
lo relativo a la guerra sucia, la creación de la fiscalía
especial, cómo se lograron destrabar los problemas legales, cómo
se giran órdenes de aprehensión. Este es el principal mérito
del gobierno en derechos humanos.
-¿Pendientes?
-El tema de los derechos humanos trae muchas expectativas.
Uno espera muchas cosas y a la mera hora las realizaciones no las vemos
como hechos, sino simple y sencillamente como propuestas, y eso siempre
nos deja un poco descorazonados, De todo lo que se plantea no se aterriza
y esto es siempre motivo de queja y lamento.
-¿Qué le preocupaba en el caso Vélez?
-Fue muy duro, porque había una confrontación
muy fuerte no nada más con la PGR, sino con otras instancias del
gobierno federal que tuvieron participación en el caso. Es que es
difícil que entiendan, no el gobierno, sino los funcionarios públicos,
que a nadie le conviene una CNDH chimuela. Siendo nosotros unos gatitos
sumisos en vez de apoyar al gobierno seríamos un lastre. Tenemos
que hacer una CNDH crítica, combativa y a veces vehemente, aunque
no les guste nuestra vehemencia. Pero es que no tenemos más armas
que la ética, el derecho y la razón. Por eso somos vehementes,
aunque nos critiquen.
-En el caso de Ciudad Juárez, ¿qué
lo inquietaba?
-Fue enfrentarse a muchas cosas: a un gobierno estatal
que actuó mal o que dejó de actuar, a un gobierno federal
indolente. Ante unos crímenes nefandos, pues nos sentíamos
solos.
-¿No fue igual con la recomendación sobre
la guerra sucia?
-No. En ese caso hubo acuerdo y sintonía. Yo sabía
que era muy difícil, pero sentí que había una actitud
positiva del gobierno. Ahí no me sentí en posición
difícil, no es lo mismo que en Ciudad Juárez.
-Hace ya dos años que usted emitió la recomendación
sobre la guerra sucia. ¿Cree que hay voluntad del gobierno
para castigar a los responsables de esos crímenes?
-Por lo menos en este gobierno, sí. Es el logro
más importante, entonces lo tiene que concluir. No se puede quedar
a la mitad del camino.
-¿Va muy lenta la fiscalía?
-Por un lado, sí. Quisiéramos tener resultados
más pronto, pero por el otro se tienen que armar muy bien las averiguaciones
previas, porque si no se corre el peligro de que los jueces las echen abajo
y el gobierno no puede darse ese lujo. Me hubiera gustado que se hubiera
dado más rápido, porque si no se van a seguir muriendo responsables,
¿no?
-Diversos relatores de la ONU han visitado el país,
han hecho recomendaciones, pero siguen las violaciones. ¿Qué
le falta a este gobierno?
-Un plan nacional de derechos humanos, pero lo veo cada
vez más difícil y más lejano, porque si hiciéramos
este plan como que quedaría todo marcado, la ruta a seguir. Sin
embargo, veo varios problemas para poder llevar a cabo esto. En primer
lugar tiene que ser un acto de Estado, no de gobierno. No es algo que pudiera
resolver la Secretaría de Gobernación sola, tiene que involucrar
a muchos más actores.
-¿Como a quiénes?
-En primer lugar tiene que haber una mayor presencia de
organizaciones no gubernamentales, se tiene que involucrar mucho a las
universidades, a los partidos políticos, a las comisiones estatales
de derechos humanos.
-¿Por qué no como acto de gobierno?
-Porque corremos un riesgo: estamos en el cuarto año
de gobierno, el próximo es el quinto y ya viene la sucesión.
Entonces, si es solamente el gobierno quien lo promueve, pues terminará
con la actual administración. Los planes de gobierno se hacen en
el primer año y no en el cuarto, por ello debe ser un programa de
Estado en el que quedarían muy bien señaladas las prioridades.
-En el caso de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez,
¿hay señales en el gobierno de atender el informe que usted
presentó?
-No, hasta este momento no. Ojalá y las haya pronto.
-¿Qué va a pasar si no se crea una fiscalía
para los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez?
-Lo más grave: no va a pasar nada y nos quedaremos
igual. Va pasando el tiempo y las pruebas se van perdiendo; la posibilidad
de exigir responsabilidades va pasando y entonces aquí no se hizo
nada.
-Se presentan informes, recomendaciones, se plantea cómo
está la situación de violaciones a derechos humanos (Acteal,
Aguas Blancas, Agua Fría, Ciudad Juárez, guerra sucia),
pero, ¿y la justicia? Respecto a los cambios constitucionales que
se requieren para impulsar las recomendaciones de la CNDH, para darle mayores
facultades, ¿cómo va el asunto?
-No va, simplemente no va. A nosotros nos han preguntado,
hemos opinado, hay algunas ideas que están como que muy maduras,
pero no va.
-¿Cómo hacerle para que el gobierno respete
las garantías y derechos individuales?
-Con voluntad política; si no hay, pues va a ser
difícil que podamos avanzar.
-¿Cómo cambiar la relación de dependencia
de los titulares de las comisiones con los gobernadores para evitar su
intromisión?
-Propondría dos medidas: una es la reforma del
artículo 102, para lograr mayor autonomía. Y, dos, en el
Presupuesto de Egresos etiquetar los recursos para las comisiones estatales
de derechos humanos, con el propósito de que puedan hacer un trabajo
medianamente decoroso.
-¿Cuáles serán las prioridades de
la CNDH para 2004?
-El programa de migrantes lo tendríamos que consolidar
e impulsar, porque todavía está muy endeble. También
tenemos que seguir insistiendo en el caso de las mujeres asesinadas de
Ciudad Juárez, para que ya se empiecen a retomar los casos. Hay
que consolidar la relación con las organizaciones no gubernamentales,
sobre todo en el interior del país.
-¿Cómo cambiar la imagen que de las comisiones
estatales y de la CNDH tienen los gobernadores y el Ejecutivo federal,
quienes se "enojan" por los señalamientos acerca de violaciones
a los derechos humanos?
-Ese es un problema de madurez política. Tenemos
que lograr que haya una actitud madura de las autoridades al considerar
que las comisiones de derechos humanos no son sus enemigas, sino que somos
organismos de Estado que estamos para señalar eso.
-¿Se sigue enfrentando el ejercicio autoritario
del poder?
-Sí, es un problema de madurez en el que tenemos
que trabajar para que a los gobiernos de los estados y de los municipios
les caiga el veinte. Lo que necesitamos es que cada quien haga su chamba,
que nos respetemos y que finalmente entendamos que éste es el juego
de la democracia, que en un régimen autoritario no tendría
esto sentido, pero se supone que ya superamos eso. Entonces vamos a comportarnos
como tales.
-¿Esta situación complica que se gane la
batalla por los derechos humanos?.
-Por supuesto, y nos quedamos con la simulación.
Así, sí, todo mundo muy bien, nos tomamos la foto y nos vamos.
Es una simulación y tenemos que superar esa etapa.
-¿Cómo terminar con la simulación
del gobierno?
-Con medidas legislativas se debe fortalecer el trabajo
de las comisiones estatales de derechos humanos. Por ejemplo, cuando nosotros
pedimos informes a las autoridades, muchas veces no los rinden, a pesar
de tener la obligación legal de informarnos, y no contamos con la
forma legal de sancionarlos. Entonces se pitorrean de nosotros.
No siempre sucede así, pero sucede, y hágale como quiera,
pero no es el chiste.
-¿Ha cambiado su relación con la PGR?
-Creo que nuestra relación es respetuosa y profesional.
Ellos han entendido que nosotros hacemos nuestro trabajo y ellos el suyo.
Cada uno tiene su misión. Se ha incrementado el diálogo,
tenemos un diálogo más intenso con la PGR y hemos podido
resolver muchos problemas a lo largo de los procedimientos, y eso nos ayuda
a nosotros y a ellos. Pero estamos en trincheras diferentes.
-¿Cómo va la relación de la CNDH
con la cancillería, con la Secretaría de Gobernación?
-Ha mejorado nuestra relación con Relaciones Exteriores,
eso es evidente, se ha constreñido a lo que es de su competencia;
antes se extralimitaba y se metía en otros campos que no le eran
propios. Por otro lado, con Gobernación, siendo una materia propia
la de los derechos humanos, se tiene que afinar cuál es esa misión
que tienen en esa materia, y se les tiene que precisar que ellos no son
el ombudsman.
-Usted dijo que estaba solo en la defensa de los derechos
humanos.
-Sigo solo.
-¿Qué requiere la CNDH del gobierno?
-Respeto, que entienda que nosotros estamos haciendo nuestra
labor. Para eso nos nombraron y para eso la Constitución creó
esta figura. Necesitamos respeto y comprensión.
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