México D.F. Viernes 23 de enero de 2004
Senadores mexicanos cabildean en California
Ofrecen congresistas de EU mejorar plan migratorio
Bush sólo trata de reditar el Programa Bracero: Burton
ANDREA BECERRIL ENVIADA
Sacramento, Cal., 22 de enero. El grupo de senadores mexicanos que llegó aquí a cabildear en favor de la aprobación de un acuerdo migratorio integral encontró el respaldo de la mayoría demócrata en el Congreso local. Los legisladores estadunidenses aseguraron que enriquecerán y mejorarán la propuesta del presidente George W. Bush, ya que ésta es sólo la redición del Programa Bracero, aplicado en la década de los 40.
"Díganle a su presidente (Vicente) Fox que no sea tan amiguito de Bush, porque puede no estar mucho tiempo ya", recomendó el legislador John L. Burton, líder en turno del Senado. Otros congresistas expresaron que el jefe del Ejecutivo mexicano se adelantó al ofrecer su respaldo a lo que consideraron un proyecto incompleto, que no resuelve el grave problema migratorio entre ambas naciones.
La senadora californiana Martha Escutia dijo directo a los dos senadores panistas visitantes: "Ustedes, que son de su partido (el PAN), coméntenle a Fox que el proyecto de Bush es bastante malo, tramposo, lo sé bien porque mi abuelo, que era chiapaneco, estuvo en el Programa Bracero y le quedaron a deber mucho dinero".
Si bien el gobernador Arnold Schwarzenegger no aceptó reunirse con los representantes del Senado mexicano -incluso de última hora se canceló el encuentro con su jefa de staff, Patricia Clarey-, en el Capitolio hubo un buen recibimiento. El priísta Sadot Sánchez Carreño habló ante el pleno de la Cámara de Representantes y demandó avanzar en un acuerdo migratorio que incluya la regularización de los 10 millones de indocumentados que residen en territorio estadunidense, el respeto a sus derechos laborales y sociales, y el establecimiento de medidas de seguridad en la frontera, que eviten la muerte de compatriotas.
La intervención no fue en tribuna, pero Sánchez Carreño pudo dirigirse a la asamblea, que sesionaba en ese momento. Hizo un llamado a aprovechar la coyuntura para concretar una ley en la materia; recordó una frase del presidente John F. Kennedy: "cuando brilla el sol, es tiempo de reparar los techos", y la trasladó al tiempo actual para señalar que se presenta la oportunidad de lograr una legislación que garantice una migración legal, segura y ordenada.
Después, Sánchez Carreño y los perredistas Rutilio Escandón y Raymundo Cárdenas, así como los panistas Guillermo Herbert Pérez y Micaela Aguilar, se reunieron en privado con el representante Marco Firebauch, líder del caucus latino. Este legislador, de origen mexicano, fue un niño de la calle en Tijuana y en la actualidad es uno de los congresistas más influyentes de California y autor de diversas iniciativas en favor de los migrantes.
Firebauch les dijo que si bien los demócratas comenzarán a trabajar en California a partir de la propuesta de Bush, en el ámbito federal habrá de iniciarse un proceso en el que deberá modificarse la iniciativa. Mencionó que un día antes los senadores Chuck Hagel (republicano) y Tom Daschle (demócrata) presentaron un proyecto de reformas en materia migratoria que va más allá de lo planteado por el presidente estadunidense.
Consideró que el acuerdo migratorio debe incluir un mecanismo para otorgar la residencia permanente a los indocumentados, posibilitar que gocen de derechos laborales y sociales, y mecanismos acerca de una frontera segura, para evitar el fallecimiento de migrantes en el desierto o en el río Bravo cuando tratan de ingresar a territorio estadunidense.
"Esos son los elementos esenciales para una ley equitativa y justa, además de necesaria, porque en California tenemos 10 millones de indocumentados y nuestro sector agrícola se basa en la mano de obra mexicana; gracias a ellos somos la quinta economía mundial", agregó.
Firebauch dijo que tiene razón el senador Sánchez Carreño al insistir en que es el momento oportuno para legislar. Hay interés en los demócratas, pero es difícil que la ley se apruebe antes de noviembre.
Después los legisladores mexicanos fueron recibidos por el presidente en funciones del Senado de California, John L. Burton. El estadunidense escuchó al perredista Raymundo Cárdenas, quien insistió en la necesidad de elaborar una ley migratoria que evite la pérdida de vidas humanas. El año pasado, dijo, murieron 422 mexicanos que trataron de cruzar la frontera estadunidense, cifra superior al número de fallecidos en toda la historia del muro de Berlín.
Burton asintió, pero advirtió que el proyecto de Bush no garantiza la solución al problema migratorio. Aseguró que es una redición del Programa Bracero y solicitó a los senadores mexicanos que hagan notar esto al Ejecutivo mexicano. "Díganle a su presidente Fox que no sea tan amiguito del presidente Bush, porque puede no estar mucho ya". Esto, en referencia al próximo proceso electoral en Estados Unidos.
La senadora Escutia, representante de uno de los distritos "más latinos" de California, servía como intérprete y se apresuró a respaldar lo dicho por Burton. "Es un plan malísmo el de Bush", comentó. Más tarde, al continuar el recorrido por el Capitolio, insistió a los panistas Guillermo Herbert y Micaela Aguilar que transmitan ese mensaje al presidente Fox.
Durante los encuentros de los legisladores de México y California se destacó el avance de las negociaciones para relanzar la iniciativa que permitirá otorgar licencias de conducir a los migrantes indocumentados. El representante Gil Zedillo manifestó que es muy probable que la controvertida legislación, detenida en varias ocasiones, se apruebe en marzo, toda vez que retomaron el proyecto original -vetado por el ex gobernador Gray Davis-, que prevé mecanismos de seguridad para impedir que delincuentes o terroristas puedan obtener y aprovecharse del documento.
La gira concluirá hoy. Los senadores mexicanos se reunirán con representantes de organizaciones protectoras de migrantes y empresarios.
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