México D.F. Viernes 23 de enero de 2004
El ex funcionario no ha acatado dos citatorios
Empantanadas, pesquisas sobre Guido Belssaso
Temen que no existan suficientes pruebas de que delinquió
ALFREDO MENDEZ ORTIZ
A más de cinco meses de que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inició de oficio una indagatoria en contra de Guido Belssaso, ex titular del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), por su presunta responsabilidad en el delito de tráfico de influencias que fue puesto al descubierto por una investigación periodística de La Jornada, la dependencia aún no tiene resultados sobre el asunto, e inclusive está a la espera de que Belssaso comparezca personalmente ante los auditores y abogados de la SFP.
De acuerdo con fuentes de la dependencia que encabeza Eduardo Romero Ramos, los abogados del ex comisionado del Conadic ya presentaron varias pruebas en defensa de su cliente, así como un escrito en el que se manifestó el deseo de Belssaso de no declarar más allá de que es inocente de cualquier irregularidad administrativa o penal.
Sin embargo, el equipo de auditores y abogados encargado de la investigación del que podría ser el primer caso de tráfico de influencias en lo que va del gobierno del presidente Vicente Fox, está a la espera de que Belssaso acuda a comparecer a las instalaciones de la SFP, toda vez que el ex funcionario ha incumplido con al menos dos citatorios anteriores.
Los informantes agregaron que a la SFP se le complican las cosas, debido a que "no son contundentes" las pruebas con que cuenta hasta el momento para comprobar si Belssaso es culpable de tráfico de influencias.
Inclusive, hasta el propio Romero Ramos ha fallado en sus predicciones, ya que el 15 de diciembre de 2003 declaró en una entrevista con varios reporteros que en enero de este año, "seguramente estaremos dando a conocer a la opinión pública cuáles serán las acciones legales y la posición que tomaremos" en el caso de Belssaso.
Sobre el mismo tema, el funcionario declaró el pasado miércoles que todavía no se tenían resultados concretos de la investigación, y ante la pregunta de un reportero respecto a cuándo concluiría la indagatoria contestó: "prefiero no mencionar una fecha, porque me la marcan y luego me preguntan, si no terminamos, qué pasó con el caso".
Como se recordará, al ex titular de la Conadic se le descubrió en flagrancia -por medio de un trabajo periodístico publicado el 18 de agosto de 2003-, mientras pretendía realizar la venta de diversos servicios y permisos del Estado mexicano a un supuesto empresario italiano para la instalación de un proyecto turístico en playas del estado de Quintana Roo.
Sin embargo, especialistas en la materia consultados por La Jornada, aseguraron que para comprobar, en cualquier caso, el delito de tráfico de influencias es necesario que haya "resultado material" del acto ilícito, es decir, que el delito se hubiera efectuado y no quedara en "tentativa", como podría ser en el caso de Belssaso.
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