México D.F. Viernes 23 de enero de 2004
Ponencia del especialista italiano en el comienzo
de la tercera versión del SITAC
Resistir para desenmascarar hegemonías, propone
Patella
No es momento para profetas de la desventura, sino de
pensadores valerosos, dijo
La resistencia es capaz de sacar de sus goznes al tiempo,
señaló experta de la UAM
CARLOS PAUL
Frente a la idea de diferencia, producto de un pensamiento
esencialista y xenófobo, hoy más que nunca es indispensable
seguir apostando por ese concepto que también ha abierto las vías
de la pluralidad y multiplicidad.
Para ello, ''es condición que los intelectuales
se distancien del conformismo y del academicismo de los pensadores institucionales",
destacó Giuseppe Patella, ponente en el tercer Simposio Internacional
de Teoría sobre Arte Contemporáneo (SITAC), que tiene como
tema La resistencia, y fue inaugurado ayer en el Teatro de los Insurgentes.
Para el profesor italiano de la Facultad de Letras y Filosofía
de la Universidad de Roma, la resistencia debe ser pensada como ''una articulación
de la diferencia", la cual representa hoy ''una conquista cultural irrenunciable".
A principios del naciente milenio -explicó- ''asistimos
a una situación paradójica: por un lado, son las derechas
de tendencia xenófoba las que se hacen portadoras de la idea de
diferencia, posición evidentemente reaccionaria, en la que se produce
un proceso de esencialización de la diferencia, sin matices, ligada
a la reivindicación de intereses mezquinamente individualistas,
egoístas y parciales''.
Burocratización del saber
Giuseppe
Patella prosiguió: ''Frente a la idea de pensamiento único
de un nuevo orden global que se extiende de la economía a la política,
de la religión a la sociedad, que simplifica y aligera los contenidos,
homologa y aplana todo al nivel de la mediocridad y de la vulgaridad, es
indispensable afirmar el principio de la diferencia (plural y múltiple)
y activar formas de resistencia, desarrollar estrategias de oposición.
''Hace falta un pensamiento sólido pero sutil,
fluido pero resistente, ingenioso pero no desmemoriado.
''Ya no es momento de místicos exaltados ni de
profetas de la desventura, sino de pensadores corajudos que sepan diferenciar
entre conservación y traspaso, entre inmovilismo y transformación,
tacticismo y efectualidad."
Por tanto, ''es condición que los intelectuales
guarden distancia tanto del conformismo y del academicismo de los pensadores
institucionales, como del sectarismo y el extremismo.
''Hoy, por un lado, el saber se ha burocratizado de tal
manera que es casi imposible encontrar reconocimiento a quien no sea orgánico
a su misma lógica; y por otro, la organización de la cultura
y la regimentación del sentir público se han hecho tan fuertes
y capilares como para volver irrelevante inclusive el disenso.
''Pierre Bourdieu -concluyó Giuseppe Patella-,
sostenía con fuerza que a la mundialización comercial de
lo peor se debía oponer el internacionalismo desnacionalizado de
los hombres y de las mujeres de cultura, que se resisten a los productos
kitsch de la globalización comercial en nombre de valores
conectados con el ejercicio de una actividad de búsqueda libre,
autónoma, desinteresada.
''Es, por consiguiente, desarrollando libremente y con
seriedad el propio trabajo intelectual, de análisis riguroso de
lo que nos circunda, como cada uno de nosotros puede contribuir a desenmascarar
la ideología dominante y a resistir a su triunfo. Se trata de la
operación de echar un 'grano de arena en el engranaje bien engrasado
de las complicidades resignadas'."
Ruptura de la memoria
En lo que fue la primera mesa de trabajo de la tercera
versión del SITAC, participó también la profesora
e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en
el área de sicología social, María Inés García
Canal, con la ponencia La resistencia. Entre la memoria y el olvido.
La especialista destacó que ''no es posible pensar
hoy la resistencia sin tener en cuenta las reflexiones de Michel Foucault,
quien la analizó como una parte constitutiva de la relación
de poder, en tanto relación de fuerzas en tensión constante.
''La resistencia -explicó García Canal-
es un acto de intervención en sentido estricto: acto violento, intempestivo,
extrínseco a la continuidad monótona de hábitos y
rutinas.
''Es acto de ruptura de la memoria instituida y acto productor
de nuevas visibilidades, al hacer 'visible la invisibilidad de lo visible'.
''Es, a su vez, un acto de interpretación productor
de nuevos sentidos, al hacer pensable lo impensable, al ser capaz de sacar
de sus goznes al tiempo, quebrando memorias, haciendo memorable los olvidos.
''La resistencia -abundó- es un recuerdo del olvido;
se empeña en contraer el pasado en el presente para hacer de ese
tiempo una contra-acción, un contra-hecho, un acto futuro."
García Canal detalló cómo resistencia
y reacción tienden a ser confundidas. ''La reacción mira
el pasado convertido en eterno, en memoria absoluta; en tanto la resistencia
ve en el pasado lo que ha escapado de la memoria, no reivindica un pasado
eternizado, sino la fuerza del olvido en tanto signo".
|