México D.F. Viernes 23 de enero de 2004
''Rezagos históricos'' impiden zanjarlas
en corto plazo
Admite Sedeso excesivas brechas de desigualdad
En 2000, 25% de la población carecía de
los recursos mínimos para una alimentación adecuada, revela
estudio
A pesar de que las recientes cifras dadas a conocer por
la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) señalan que en
los dos primeros años de la actual administración se alcanzó
una reducción de 16 por ciento en el número de personas que
se encontraba por debajo del umbral de la pobreza alimentaria, un análisis
de la propia dependencia reconoce que si bien mejoró la distribución
del ingreso, ''los rezagos históricos son tan considerables que
todavía resta mucho por hacer para revertir las enormes brechas
de desigualdad y excesiva pobreza que persisten en el país''.
El
informe, elaborado por Miguel Székely, subsecretario de Prospectiva,
Planeación y Evaluación de la Sedeso, indica que en 2000
una persona ubicada en el 10 por ciento más pobre de la población
tenía un ingreso promedio mensual 32 veces menor al de una persona
ubicada en el sector más rico.
''Si el ingreso del 10 por ciento más pobre creciera
a una tasa similar a la observada durante las décadas recientes
en los países asiáticos más exitosos, es decir, en
alrededor de 5 por ciento anual, le tomaría 72 años llegar
al nivel de riqueza que el 10 por ciento de la población más
rica del país tenía en 2000. Si en lugar del 5 por ciento
el crecimiento fuera de 3 por ciento, lo que está más cerca
de las tasas registradas en México en los pasados años de
mayor crecimiento, tomaría 118 años".
En lo relativo al índice de pobreza, destaca que
a pesar de que México era en 2000 la décima economía
a escala mundial, ''24.4 por ciento de la población contaba con
un ingreso inferior al necesario para adquirir una alimentación
adecuada, es decir, 15.4 y 20.9 pesos diarios por persona en zonas rurales
y urbanas, respectivamente".
Si bien, agrega el estudio, hubo una reducción
considerable de la pobreza entre 1950 y 1984, a partir de este año
ésta dejó de disminuir, llegando a incrementarse sustancialmente
en el periodo de 1994 a 1996, para retomar nuevamente una tendencia a la
baja de 1996 a 2000, hasta alcanzar un posición decreciente en 2002.
Sin embargo, reconoce que no obstante estas reducciones recientes, "los
niveles de pobreza al comenzar el siglo XXI seguían siendo considerables".
El análisis destaca que si bien "a partir de 1996
el número de pobres disminuyó tanto en la pobreza alimentaria,
como de capacidades y patrimonio, aun con este decremento el número
absoluto de personas en situación de pobreza en 2002 seguía
siendo mayor al observado 10 años atrás.
''En suma, durante las pasadas cinco décadas han
existido varios puntos de quiebre en diversas direcciones que impiden observar
una tendencia clara en la incidencia de la pobreza en el país.''
Ante este panorama, asegura, las proyecciones indican
que el nivel de pobreza en el futuro dependerá tanto del crecimiento
económico como de la evolución de la desigualdad en la distribución
del ingreso, "pues si no se combinara el crecimiento con reducciones en
la desigualdad parece poco plausible reducir la pobreza en el futuro cercano
en México".
POBREZA Y RESEQUEDAD EN LA REGION PAME En la áspera serranía potosina se asientan unos 20 mil indígenas en pueblos desérticos, de tierras agotadas, de cultivos de maíz y frijol para el autoconsumo. Son zonas de mujeres y viejos; los jóvenes sólo esperan el momento de partir hacia Estados Unidos en la búsqueda de un ingreso que supere los 18 pesos por día. En la imagen, la escuela bilingüe de Santa María Acapulco FOTO CRISTINA RODRIGUEZ
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