México D.F. Jueves 5 de febrero de 2004
Divide a gobernadores gravamen a comida y fármacos
Arranca la convención con riesgos y sin pactos
previos
Se quejan legisladores del PRD de exclusión de
sectores
RENATO DAVALOS Y ENRIQUE MENDEZ
La Convención Nacional Hacendaria se inicia hoy
en Querétaro sin acuerdos previos entre los organizadores y el riesgo
de que "reviente", por la insistencia del presidente Vicente Fox y la Secretaría
de Hacienda de imponer en la agenda el debate sobre el impuesto al valor
agregado (IVA) en alimentos y medicinas. Este tema, además, mantiene
confrontadas las opiniones de los gobernadores de PRI, PAN y PRD, y entre
ellos ha surgido la advertencia de que incluir ese asunto en las mesas
"dinamitará" el encuentro.
Ayer en Los Pinos, el secretario técnico de la
convención, Fernando Elizondo, presentó los puntos relevantes
del diagnóstico por tema de la reunión, y en la mesa relativa
a los ingresos no se incluyó explícitamente los relacionados
con el IVA, pero aclara que "existen altos gastos fiscales por tratamientos
diferenciados" y cuestiona que éstos existan en los distintos gravámenes.
En octubre pasado, el Ejecutivo propuso a la Cámara de Diputados
aplicar una tasa general de IVA de 10 por ciento, incluidos comida y fármacos.
En enero de este año, durante una gira por Colima,
Fox advirtió que caería incluso en la "necedad" de presentar
una vez más, durante los trabajos de la convención, una iniciativa
para aplicar ese tributo a la alimentación y la salud de los mexicanos.
La
convención surgió de un acuerdo en la Conferencia Nacional
de Gobernadores (Conago) y el impulso de los partidos políticos,
y en ella participará el Ejecutivo federal aun cuando en principio
se negó a aceptar la realización del encuentro, e inclusive
los mandatarios estatales permitieron -en el encuentro de Monterrey- que
además del Presidente tuvieran participación tres secretarios
de Estado y el coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia,
Eduardo Sojo.
En la reunión de Monterrey, la convención
estuvo a punto de reventar porque Elizondo había decidido
unilateralmente suprimir la participación de los alcaldes.
Luego de la inauguración 'se debatirán siete
temas en igual número de mesas: gasto público, ingresos,
deuda, modernización y simplificación, patrimonio, transparencia,
fiscalización y rendición de cuentas, y colaboración
y coordinación.
En ellas sólo tendrán una participación
directa el Ejecutivo federal, los gobernadores y alcaldes, pues senadores
y diputados asistirán pero no tendrán voto. La exclusión,
estimaron legisladores del PRD, llega a tal grado que no fueron convocados
los empresarios, industriales, los grandes productores agropecuarios, esto
es, "los que pagan impuestos".
Los colegios de profesionales, universidades, académicos
y organismos intermedios, así como la sociedad civil, sólo
presentaron propuestas pero no participarán en la discusión
de las mismas y la elaboración del proyecto que se presentará
en septiembre al Congreso.
Por su parte, los diputados perredistas Alfonso Ramírez
Cuéllar y César Chávez advirtieron ayer que la insistencia
de Fox de se toque el tema del IVA en el encuentro de Querétaro
generará un riesgo de confrontación.
Además, alertaron, existe "la tentación
facilona" de modificar la relación de los ingresos participables
entre estados y municipios, lo cual sería un error. Señalaron
que el eje de la discusión no debe ser el de los ingresos, sino
el del gasto, así como constituir una junta directiva de la convención,
en la que se incluyan todos los actores que no fueron convocados, como
los empresarios, los grandes productores agropecuarios y, sobre todo, quienes
pagan impuestos.
"Se repitió el error de no emprender una negociación
previa con todos, porque en asuntos económicos y financieros los
acuerdos no pueden circunscribirse a la clase política. Esta no
puede ser una convención de cobradores de impuestos", expuso Ramírez
Cuéllar.
La exclusión debe corregirse, insistió,
porque los posibles acuerdos serán unilaterales y, por tanto, querrán
imponerse al resto de la sociedad y al Congreso, que deberá analizar
el proyecto presentado por la convención para definir si es viable
emprender modificaciones legales.
"Entonces, quizá en este 'resentimiento fiscal'
que arrastra el presidente Vicente Fox y su ánimo de revancha, quiera
provocar un choque entre la convención y el Poder Legislativo",
alertó.
César Chávez expresó, por su parte,
que la intención de los gobernadores, alcaldes y legisladores -aunque
éstos no tendrán capacidad de voto- es garantizar el éxito
de la convención y oponerse a que la discusión se centre
en la aplicación de nuevos impuestos.
Planteó que pondrán una especial atención
a la mesa de transparencia, con el objetivo de lograr un acuerdo que obligue
a Federación, estados y municipios a hacer público el manejo
de los recursos fiscales. Ramírez Cuéllar explicó
que de los 31 estados y el Distrito Federal sólo 22 entidades "tienen
una calificación aprobatoria en cuanto a información al público
y transparencia en sus cuentas".
La mayoría de las haciendas estatales, detalló,
no desglosan las participaciones federales, los incentivos, los ingresos
del ramo 33 ni otros recursos. "Además, 23 entidades no difunden
los sueldos de sus funcionarios. Esto es, no hay homogeneidad en la transparencia
informativa, así que uno de los acuerdos necesarios de la convención
es definir una regla general para todos los estados en esta materia".
El rubro de la transparencia implica también, agregó,
que se amplíen las facultades de la Auditoría Superior de
la Federación, porque hay lagunas legales que impiden al órgano
fincar responsabilidades. "El gran logro de esta convención sería
establecer un verdadero sistema de información, fiscalización
y rendición de cuentas para acabar con la oscuridad con la que alcaldes,
gobiernos estatales y el federal manejan los recursos públicos".
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