México D.F. Jueves 12 de febrero de 2004
Asociados y colaboradores dan a conocer una carta enviada al Financial Times
Niegan funcionarios de Vamos México que el organismo tenga fines políticos
La misiva no precisa nada respecto a los recursos que destina a los programas para combatir la pobreza El reportaje de Sara Silver ofrece una visión distorsionada, sostienen
JUAN MANUEL VENEGAS
La fundación Vamos México es una ''organización de la sociedad civil, nunca una plataforma independiente con fines políticos'', aseguraron algunos de sus funcionarios y asociados fundadores en la carta que el pasado 6 de febrero dirigieron al Financial Times, de Londres. La misiva -dada a conocer ayer íntegra por la oficina de prensa de la fundación que preside Marta Sahagún de Fox- no precisa, sin embargo, nada respecto a los recursos que destina a los programas para combatir la pobreza (que era parte central del reportaje del diario británico), y sobre el polémico concierto de Elton John acepta que lo recaudado fue destinado a ''garantizar una operación eficaz'' de la institución.
En 12 puntos, los asociados y colaboradores de la esposa del Presidente de México acusan que el reportaje publicado el 31 de enero bajo la firma de Sara Silver ofrece ''una visión distorsionada'' de Vamos México, con ''declaraciones imprecisas y en ocasiones hasta falsas'' y, como lo han venido haciendo -tanto ellos como la propia Sahagún- desde que en México se dio a conocer el trabajo del Financial Times, dedican buena parte del texto a explicaciones generales sobre las auditorías que ha llevado a cabo la empresa KPMG; la revisión que ha hecho la Auditoría Superior de la Federación sobre las dependencias del gobierno con las que ''ha interactuado nuestra institución'', así como a los informes que hizo públicos el 23 de abril y el 29 de octubre de 2002, y el 26 de mayo y el 7 de noviembre de 2003.
De este último informe habrá que decir que apareció en la página de Vamos México hasta cuatro días después de la reproducción en el país de la investigación de Silver. Y sin precisar nada respecto a los proyectos contra la pobreza que dicen respaldar dedican todo el punto cinco de su carta (el más extenso, por cierto) a ''los gastos de administración y operación''.
Aseguran que ''los gastos de administración y operación, así como los criterios de recaudación y entrega de donativos, están respaldados por procedimientos estrictos, supervisados y aprobados periódicamente por la Asamblea General de Asociados y el Comité de Vigilancia'', y subrayan que la fundación ''nunca ha rebasado el 5 por ciento de gastos de administración que marca la ley'', y que en un análisis preliminar del 2003, éste se encuentra ''por debajo del 4 por ciento''.
Inversiones operativas
Enseguida destacan la importancia de realizar inversiones operativas para alcanzar ''niveles elevados de eficacia'' y de las ''alianzas'' que ha establecido con el sector privado para el financiamiento de programas de ''instituciones públicas o privadas''.
Los recursos gestionados y obtenidos ''por nuestra institución muestran logros superiores y los gastos de administración y operación son considerablemente menores a los que citan en el reportaje, si se comparan con las cifras globales que constan en los informes".
Así, según los firmantes de la carta al Financial Times, quedaría demostrado que ''en aras de la transparencia, la fundación optó por procesos de recaudación innovadores, con el fin de evitar cualquier conflicto de interés''.
Ese es el caso, dicen, de las ''acciones denominadas de enlace'', mediante las cuales Vamos México ''aparece como gestora de financiamiento en beneficio de otras instituciones públicas o privadas, sin que el dinero ingrese a la cuenta bancaria de la fundación''.
Entre estas acciones de enlace destacan los 30 millones de dólares donados por la Fundación Gates para el Programa de Bibliotecas Públicas; los 15 millones que la Fundación Telmex dio para el programa Arranque Parejo en la Vida, y los 5 millones de dólares que Sun Microsystems donó para el programa de Tecnología Educativa.
En el caso de las ''campañas de redondeo'' que Vamos México promovió con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales y Wal Mart, informan que ''en 2002 se lograron recaudar alrededor de 2.4 millones de dólares''. A estas operaciones las identificaron como ''alianzas estratégicas con empresas del sector privado''.
Y remachan sobre los tan cuestionados gastos de operación: ''Para dar estos resultados y tener impactos mayores en la población es necesario realizar inversiones que garanticen niveles elevados de eficacia. De ahí la necesidad de los denominados gastos de operación... podemos concluir que nuestros niveles de eficiencia son mucho mayores de los expresados y que el porcentaje de nuestros gastos resulta mucho menor al referido en los estados financieros, al compararse con el total de las aportaciones obtenidas, así como las que fueron gestionadas a través de enlaces por la fundación''.
Respecto al concierto de Elton John (21 de octubre de 2001 en el alcázar de Chapultepec), aceptan en el punto seis: ''De acuerdo con sus estatutos, la fundación cuenta y contará con un patrimonio para garantizar su operación eficaz. Desde un principio, la Asamblea General de Asociados consideró necesario que la institución garantizara su viabilidad y operación con un capital base a partir de sus primeros ingresos. Con este contexto tienen que analizarse los recursos recaudados durante el último trimestre de 2001 por el concierto de Elton John. Asegurar, por lo tanto, que sólo un pequeño porcentaje de lo obtenido llegó a los pobres de México, es equivocado y tendencioso''.
Agregan: ''La forma adecuada de evaluar a una institución no va en función de sus eventos en forma aislada, sino a partir de ejercicios fiscales completos...''
La carta, dirigida a Andrew Gowers, editor del Financial Times, la firman María Elena Valdés, secretaria; Gilberto Pérezalonso Cifuentes, tesorero; Roberto Plascencia Saldaña y Francisco Soní Ocampo, del comité de vigilancia, y los asociados fundadores Beatriz Sánchez Navarro de Pintado, Liliana Melo de Sada, Amparo Espinosa Rugarcía y Sergio Díaz Torres.
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