"Fuimos más papistas que el Papa", reconoce el ex secretario de Hacienda

La apertura económica fue radical y dogmática, afirma Silva Herzog

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 11 de febrero. México necesita devolver al Estado su papel activo y promotor para revertir los errores de la apertura económica, ejecutada en forma radical y dogmática, dijo aquí el economista Jesús Silva Herzog-Flores.

"En un país como el nuestro, en una región como la nuestra, no podemos dejar la responsabilidad al mercado", subrayó el ex secretario de Hacienda y de Turismo. "Es necesaria la mano visible del gobierno en el apoyo a sectores y regiones".

También ex embajador en España y en Estados Unidos, ex director del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos y candidato al Gobierno del Distrito Federal en 1999, Silva Herzog, de 69 años, vino a Cuba a participar en el sexto encuentro de economistas Globalización y problemas del desarrollo, y habló con La Jornada.

En la reforma del gobierno (saneamiento de las finanzas públicas, reducción del déficit, entrega de las grandes decisiones al sector privado) y en la apertura al exterior "fuimos más papistas que el Papa", planteó Silva Herzog.

"La apertura la hicimos demasiado rápido, demasiado generalizada y sin un sentido claro de prioridades", señaló. Fueron los mismos errores de la era del proteccionismo de los años de la posguerra, cuando "protegíamos todo en exceso y durante mucho tiempo.

"Se nos pasó la mano. Nos fuimos de un manejo de finanzas públicas flexible, por no decir irresponsable, a ser uno de los países con mejor comportamiento fiscal que hay en el mundo", apuntó el experto, con el contraste a la mano: la previsión oficial mexicana de este año de crecimiento de 0.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) contra 5 por ciento de Estados Unidos, la ruptura por algunos países europeos del tope comunitario de 3 por ciento o los rangos de 8-10 por ciento de Japón.

"Luego privatizamos a diestra y siniestra" sin que haya un estudio serio de qué ha pasado con ese proceso, qué pasó con la empresa pública que se vendió, en manos de quién quedó, y si todo ello fue útil o negativo para el interés nacional.

"Tengo mis grandes dudas", manifestó Silva Herzog al recordar los rescates de aerolíneas, carreteras y bancos, el caso "donde el gobierno adoptó la actitud más dogmática: no entiendo por qué no nos quedamos con un banco; por lo menos con uno, para tener las manos metidas en el sistema bancario, conocer qué estaba pasando alrededor y poder actuar en consecuencia".

Silva Herzog recordó la inconformidad del gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, por la anunciada compra total de Bancomer por el consorcio español BBVA, basada en que en la nueva situación eliminaría sus informes públicos en Bolsa.

"Me parece lamentable que estemos ahora supeditados a la publicación del informe financiero ante la Bolsa, cuando en épocas anteriores había obligación para que las instituciones financieras publicaran la información fundamental, para que el público en general, no el accionista, sino el depositante, supiera cómo estaba la institución.

"Dicen que la banca extranjera es un fenómeno de la globalización", reflexionó Silva Herzog. "Yo me pregunto por qué la globalización no es pareja. Somos el único país dentro de los 15 más importantes del mundo que ha permitido el traslado de la propiedad de los bancos a manos extranjeras: no lo han hecho España, ni Francia, ni Alemania, ni Italia, ni Bélgica, ni Holanda, ni Inglaterra, ni Canadá, ni Estados Unidos, ni Corea, ni Japón, ni Brasil. Esto no quiere decir que no haya bancos extranjeros, pero el grueso del sistema bancario permanece en manos nacionales.

"Hoy, decisiones relativamente de poca importancia tienen que consultarse en las casas matrices. Y los bancos, lo estamos viendo, ya no prestan al sector privado ni apoyan la actividad productiva: viven del pagaré de Fobaproa, que en muchos casos paga cinco puntos arriba de los certificados de la tesorería (Cetes), de comisiones exageradamente altas, más altas de las que ellos cobran en sus países de origen y un poco del crédito al consumo. Por eso el apoyo a la producción prácticamente ha desaparecido en el país. Es terrible".

El ex secretario de los presidentes José López Portillo y Miguel de la Madrid discrepó de la tesis de que la apertura ha fallado porque aún le faltan reformas.

-ƑSe refiere a Carlos Salinas?

-Yo no le pondría nombre ni apellido. Lo que sí creo es que México necesita otra política: aumentar su tasa de inversión, atender mejor su infraestructura, las necesidades sociales, elevar el ingreso público, y eso implica un déficit ligeramente ma-yor y una tasa de inflación ligeramente mayor. Pero cuando hablo de esto recibo todo tipo de adjetivos por esta actitud llamémosle menos dogmática.

Aunque la globalización reduce los márgenes de maniobra, añadió, México está urgido de defender su soberanía. "La única manera en que podemos sobrevivir en este mundo global es reafirmando lo nuestro", subrayó Silva Herzog. "Y eso implica fortalecer el sentido nacionalista y la defensa de la soberanía", complementó.

-Su planteamiento no encaja claramente con este gobierno. ƑHay una fuerza política o alguna corriente de opinión que la pueda llevar adelante?

-No la veo. Un dato que va en contra mía es que dentro de toda la discusión del año pasado el Congreso estuvo de acuerdo en mantener un presupuesto austero, con un déficit de 0.3 por ciento. Es decir, ninguna de las fuerzas importantes, ni el PRI ni el PRD, insistieron en que deberíamos ampliar el déficit un poco.

"Desgraciadamente hemos llegado a un pluralismo en el que prevalecen intereses casi personales o de pequeños grupos", añadió Silva Herzog. "Los tres partidos importantes tienen fisuras importantes y a tres años de distancia estamos ya involucrados en la carrera presidencial. La variable política va a afectar el desempeño económico.

"Hoy tenemos una desilusión, una decepción creciente frente a lo que Vicente Fox ofreció y a lo que se ha logrado. En la elección de 2006, por primera vez en la historia, creo que los tres partidos importantes ven posibilidades de acceder al poder y lo más probable es que no sea por mayoría absoluta y que se enfrenten a una sociedad y a un Congreso divididos. Creo que esto va a dificultar mucho nuestra transición a la democracia".

-ƑUsted se siente animado a regresar a la política activa?

-No lo tendría como horizonte. Pienso que mi responsabilidad es seguir siendo activo, mantenerme informado lo mejor que pueda y decir mi verdad en donde pueda y donde me inviten a decirla, y eso es lo que estoy haciendo.