Suspende Conacyt juicios de cobro a ex becarios

Son 10 mil y el costo es ''enorme''; mínima recuperación de créditos

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) suspendió 10 mil juicios de cobranza en contra de ex becarios de maestría y doctorado, debido a los altos costos y a que los embargos y las maneras "poco cordiales" de cobro provocaron un deterioro "muy fuerte" de la imagen del organismo, informó la directora adjunta de Formación de Científicos y Tecnólogos, Silvia Alvarez Bruneliere.

El organismo contrató además un grupo de despachos que efectúan dos auditorías, una de "impacto económico" y otra de legalidad sobre el programa de becas-crédito. Sus resultados serán presentados a fin de mes a la junta de gobierno del Conacyt, para que ésta se manifieste sobre la conveniencia de regresar al esquema de becas, tal como lo propone la actual gestión.

La ex diputada del PAN indicó, en entrevista con este diario, que el proyecto consiste en la creación de becas de inversión en lugar de becas-crédito, para que el graduado de doctorado o de maestría retribuya el apoyo con conocimientos y no con dinero.

Desde finales del año pasado, los dos bufetes jurídicos que están a cargo de los 10 mil juicios recibieron la orden del Conacyt de "suspender hasta nuevo aviso todas las acciones de cobranza extrajudicial encomendadas por esta institución", según consta en las copias de las cartas que fueron enviadas por Alvarez Bruneliere.

En los comunicados, el organismo afirma que se encuentra revisando sus políticas de cobro y pide la preparación de un informe pormenorizado de cada uno de los casos asignados y la documentación, en original y copia, que obra en poder de los bufetes.

Actualmente el Conacyt otorga 14 mil becas. En promedio, la formación de un becario de doctorado en el extranjero representa un millón de pesos, y de maestría, 700 mil. Los estudios de doctorado que se hacen en México cuestan 280 mil pesos, y los de maestría, 150 mil.

La responsable del programa explicó que tomaron la decisión de suspender los juicios también para ahorrarse recursos, debido a que la cobranza representaba un "costo enorme". De acuerdo con estimaciones del área jurídica del consejo, necesitaban contratar 800 abogados para desahogar todos los casos.

El problema se gestó en 1988, cuando las autoridades del Conacyt crearon el esquema de becas-crédito, pero con el paso del tiempo no lograron la recuperación económica de los mismos. Actualmente el consejo condona 70 por ciento del préstamo si el egresado trabaja en algún centro de investigación.

"Tenemos muchos tipos de becarios: el responsable, que acepta esa corresponsabilidad cuando firma el pagaré y luego regresa al país, presenta sus documentos de obtención del grado, informa dónde está trabajando y recibe la bonificación de 70 por ciento. Pero son los menos; desgraciadamente el becario no ha aceptado esa corresponsabilidad y no se presenta porque tiene que pagar", explicó.

Indicó que se iniciaron las auditorías de impacto económico y de legalidad para sustentar ante la Junta de Gobierno el argumento de que la beca por muchos años fue de inversión en el capital humano y la experiencia que han tenido en 15 años es que la recuperación económica es mínima. "Diría que ha sido mayor el costo de cobranza que el de recuperación", afirmó.

Pero señaló que el costo no ha sido sólo económico. "El Conacyt ha llegado a los juicios. A mí no me gustan, porque afuera de la oficina he tenido a padres de familia que han firmado y que los bufetes les han cobrado de una manera poco cordial. Entonces ha tenido un costo de imagen muy fuerte para nosotros."

La recuperación de créditos también se ha hecho por medio de las universidades públicas, en las cuales los becarios han cursado sus estudios. El Conacyt cedió los pagarés a las instituciones, para que éstas los cobraran y luego usaran los recursos en sus programas de posgrado.

Ante las dificultades que ha provocado la cobranza de créditos, ahora impulsarán la aprobación de becas de inversión, en las que el becario, a la obtención de su grado, se obligue no al pago en dinero, sino en servicios en los sectores académico, social o productivo, explicó Alvarez Bruneliere.

A partir de este nuevo esquema -que deberá ser aprobado por el órgano de gobierno-, el Conacyt evaluará la condonación de la deuda en función de que el becario trabaje en centros de investigación, en empresas o que se convierta en un "emprendedor".

Como el problema principal ha sido la falta de comunicación con los ex becarios, dijo que un año antes de su egreso el consejo hará un seguimiento muy puntual de los futuros científicos y tecnólogos -el consejo tiene una base de datos de 14 mil becarios- y buscará vincularlos con su área de trabajo.

En duda, las becas de este año

Al preguntársele si la falta de plazas en el sector público será un impedimento para la condonación de deuda, señaló que eso no es una dificultad, porque en esta administración se han abierto 7 mil puestos en las instituciones de educación superior.

Anunció, por otra parte, que el número de becas que se otorgarán este año aún es incierto, porque a causa del recorte presupuestario del Conacyt, de 245 millones de pesos, está por definirse el destino de los recursos.

Explicó que el presupuesto del área de becas asciende a mil 700 millones de pesos, 90 millones de pesos más que el año pasado. Sin embargo, dijo, ese dinero apenas servirá para aumentar el monto de las becas, indexadas al salario mínimo.

Expresó que si ésta área se ve afectada, el número de becas nuevas se reduciría de 8 mil (fue la cantidad que se dio el año pasado) a 3 mil; sin embargo, hay otro escenario que permitiría otorgar más de esas ocho mil.

A pesar de las dificultades financieras, este año pondrán en marcha un nuevo programa de becas mixtas, que consiste en que 300 becarios nacionales reciban apoyo para hacer una estancia en el extranjero de tres a seis meses, experiencia que, dijo, resulta "muy enriquecedora" para el estudiante.