Sugieren atenderlos para impedir que causen más daños

Inconveniente, expulsar de la Iglesia a sacerdotes pederastas: especialistas

AFP

Ciudad del Vaticano, 23 de febrero. Un grupo de expertos consultados por el Vaticano insinuó este lunes a las autoridades eclesiásticas que sería conveniente no expulsar de la Iglesia a los sacerdotes pedófilos y en su lugar atenderlos para impedir que causen más daños a la sociedad.

En un documento divulgado por el Vaticano, todos los expertos coinciden en advertir: "es peligroso para la sociedad y para ellos mismos dejarlos libres después de que han cumplido su condena".

Para el siquiatra alemán Manfred Luetz, uno de los ocho especialistas no católicos consultados por el Vaticano, "es necesario brindarles asistencia y mantenerlos bajo control en el interior de las instituciones eclesiásticas".

Un informe de más de 200 páginas con los resultados del estudio sobre pedofilia y abusos sexuales dentro de la Iglesia será divulgado en marzo por una editorial católica.

La jerarquía de la Iglesia está muy preocupada con el fenómeno de los sacerdotes pedófilos, sobre todo después de que estalló una serie de escándalos por pedofilia y abusos sexuales en Estados Unidos.

Los especialistas rechazaron, como lo hizo el Vaticano hace dos años, el principio de "tolerancia cero", adoptado por los obispos estadunidenses, que implicaba la inmediata expulsión del religioso tras el primer error o denuncia.

Los estudiosos consideran que esa política "es inhumana y poco cristiana", por lo que debe ser revisada.

Sobre las posibles expulsiones, Luetz expresó que teme reacciones como el suicidio. "Una vez que (el pederasta) cumple su pena, debe ser ayudado", insistió.

Los expertos sugieren que los seminaristas y las novicias sean sometidos a pruebas sicológicas, aunque se dividen sobre las técnicas y los métodos.

Un examen llamada "falómetro", que mide la reacción ante estímulos sexuales como imágenes pornográficas, no fue aprobada por los expertos.

Los expertos advirtieron en la introducción de que cada caso "es único", por lo que es difícil generalizar, aunque entre las características comunes identificadas figuran "la falta de madurez sexual", "problemas de funcionamiento hormonal" y "desorden endocrinológico".

Se trata de la primera vez que el Vaticano intenta abordar el problema de forma científica, por lo que pidió la colaboración de los estudiosos.