México D.F. Miércoles 25 de febrero de 2004
Rechaza definitivamente la oposición
civil haitiana el plan de paz promovido por EU
Rebeldes del Frente de Resistencia Nacional toman
Port de Paix
Reitera Aristide que no renunciará y demanda
ayuda internacional para frenar a grupos armados
Pide Powell a Francia, Canadá y la Caricom presionar
a opositores para que acepten su solución
AFP, DPA Y REUTERS
Puerto Principe, 24 de febrero. La oposición
política haitiana, resuelta a acelerar la caída del presidente
Jean Bertrand Aristide, rechazó definitivamente hoy el plan de pacificación
promovido por Estados Unidos, al tiempo que la nororiental Port de Paix
fue tomada por el paramilitar Frente de Resistencia Nacional (FRN), que
controla ya la mitad del país.
Aristide descartó una vez más dimitir y
pidió ayuda internacional para frenar a los grupos armados (integrados
por ex tonton ma-coutes, policía secreta de la dictadura
duvalierista, algunos de los cuales fueron aliados del gobernante hasta
septiembre anterior) a los que calificó de "terroristas".
Al vencer el plazo para aceptar el proyecto de la comunidad
internacional, la oposición civil envió una carta al embajador
David Lee, jefe de la misión especial de la Organización
de Estados Americanos (OEA) en Haití, en la que rechazó el
plan de paz propuesto por Estados Unidos, Francia, Ca-nadá, la OEA
y la Comunidad del Caribe (Caricom).
La
oposición civil insistió en que no admite ninguna fórmula
de acuerdo que implique mantener a Aristide en el poder.
La iniciativa rechazada por los opositores respetaba el
mandato de Aristide hasta 2006, pero limitaba sus poderes y lo obligaba
a pactar con los sectores contrarios un nuevo gobierno con la designación
de otro primer ministro y un gabinete de emergencia.
En medio del naufragio de la iniciativa de paz, el secretario
de Estado estadunidense, Colin Po-well, habló este martes con el
canciller francés, Dominique de Vi-llepin, sobre la crisis haitiana,
así como con su par canadiense, Bill Graham, y su colega jamaiquino,
Keith Desmond Knight, cuyo país preside el Caricom, indicó
el De-partamento de Estado.
"Todos se comprometieron a presionar a la oposición
y al go-bierno para que acepten y pongan en acción las medidas propuestas"
por la comunidad internacional para superar la crisis, dijo el portavoz
Richard Boucher.
El jefe de la diplomacia estadunidense se involucró
en las negociaciones y el lunes anterior dialogó con dirigentes
de la oposición haitiana mediante videoconferencia.
En ese diálogo se acordó que la respuesta
al plan de paz sería dada antes de las 22 GMT de este martes, pero
la oposición civil rechazó la iniciativa.
Aristide pidió el despliegue de policías
extranjeros para combatir a los "terroristas", como denomina a los grupos
paramilitares que se levantaron en armas el pasado 5 de febrero y desataron
una espiral de violencia que ha dejado cerca de 70 muertos.
El mandatario haitiano dijo que sus opositores prefieren
decir "sí a los asesinos" antes que "sí a las elecciones"
legislativas que ofreció celebrar antes de noviembre.
"Los estados no pueden combatir el terrorismo en otra
parte sin combatirlo en Haití", afirmó Aristide, al retomar
un tema al que el presidente estadunidense, George W. Bush, es muy afecto.
"La comunidad internacional debe apurarse para aumentar
el número de policías en Haití y para ayudarnos a
que la sangre no corra más", precisó.
Los grupos armados no actúan solos, sino que están
apoyados por el narcotráfico internacional, aseguró el gobernante,
y añadió: "Estos criminales tienen el apoyo de los comerciantes
de droga".
Además, llamó a la oposición civil
a tomar distancia públicamente con "estos traficantes de droga y
criminales (...) Estoy convencido de que esta oposición está
asociada a estos grupos de terroristas", aseguró.
Según las radios haitianas, una nueva ciudad del
noroeste del país cayó en manos de los insurgentes. Port
de Paix, con 120 mil habitantes, quedó bajo control de los sublevados
la noche del lunes al martes, según corresponsales.
Port de Paix, a 300 kilómetros de Puerto Príncipe,
fue escenario de pillajes e incendios, entre otros lugares la comisaría
central. En tanto, rebeldes armados intentaban este martes detener el pillaje
en Cabo Haitiano, con saldo de un saqueador muerto.
El FRN, encabezado por el ex jefe de la policía
Guy Philippe, controla actualmente la mitad del país. Cinco de los
nueve departamentos de Haití están ahora en manos del grupo
rebelde.
Philippe declaró a Radio France International que
la meta de sus tropas era "liberar Puerto Príncipe" y expulsar a
Aristide.
Mientras tanto, un ministro y un antiguo colaborador del
presidente abandonaron Haití, dijeron fuentes que pidieron el anonimato,
las cuales declinaron identificar a los ex funcionarios.
No hay indicios de éxodo
Así las cosas, Estados Unidos no percibe que Haití
sufra un éxodo de población que huya de la violencia, aseguró
este martes el De-partamento de Estado.
"No tenemos indicios de emigración masiva", aseguró
el portavoz Richard Boucher a los medios de comunicación en Washington.
La Casa Blanca indicó la semana pasada que podría
haber un flujo de haitianos que intentarían ganar la costa estadunidense,
por lo que los guardacostas de esa nación reforzaron la vigilancia.
Sin embargo, fuentes de la Di-rección General de
Migración di-jeron en Santo Domingo que des-de el lunes anterior
se han intensificado los vuelos privados procedentes de Haití, trasladando
a empresarios y personal diplomático que ha huido, principalmente
desde Puerto Príncipe, ante el avance del FRN.
La crisis haitiana se convirtió además en
tema del debate electoral en Estados Unidos, y el senador John Kerry, favorito
en la ca-rrera por la investidura presidencial demócrata para las
elecciones del 2 de noviembre, criticó al gobierno de Bush por su
actitud ante los sucesos en Haití.
"Pienso que el gobierno perdió muchas oportunidades.
De hecho, agravó la situación durante los pasados dos años
al cortarle la ayuda humanitaria y debido a su actitud ante el gobierno
de Aristide", dijo Kerry en entrevista pu-blicada en el sitio web del diario
The New York Times.
El gobierno estadunidense "fa-voreció un ambiente
que permitió avanzar a los insurgentes y arraigarse, y ahora trata
de lidiar con ese nuevo escenario", afirmó.
Kerry dijo que si él hubiera sido presidente, habría
amenazado a los grupos armados con intervenir. El mensaje habría
sido "no tomarán el poder, no echarán" a Aristide, "esta
democracia será apoyada".
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