Ida Rodríguez Prampolini

Restaurar en vez de destruir

El sábado 14 de este mes tuvieron la cortesía de venir a platicar con el hijo de Mathias, Daniel Goeritz, y conmigo, los arquitectos Xavier Cortés Rocha, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA); Carlos Cruz, jefe de Estudios y Proyectos de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del CNCA; Raúl Delgado Lamas, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, y mi querido amigo Jorge Alberto Manrique, como una especie de moderador, en la discusión que seguramente iba a desarrollarse.

Vinieron a comunicarnos que iban a quitarse los vitrales de Mathias Goeritz de la Catedral Metropolitana. Argumentaron que estaban muy destruidos y que la luz ámbar no es la adecuada. En vez de estos vitrales piensan poner unas ventanas comerciales y comunes.

La comida transcurrió amablemente y se llegó a la conclusión de hacer una encuesta entre el público en general.

En los 200 años anteriores el arte religioso ha ido extinguiéndose en Occidente debido a la pérdida de la fe y las declaraciones de la muerte de Dios. Son muy pocos los ejemplos de arte religioso que existen en el mundo moderno. Los artistas en general han abandonado la producción religiosa y son contados los ejemplos de creadores que dediquen sus esfuerzos a producir arte religioso.

En México fue sin duda el artista Ma-thias Goeritz el que por su profunda fe se dedicó a la manufactura de un arte ligado a inquietudes espirituales más que materiales. Cristos, custodias, ángeles, profetas, objetos litúrgicos, estrellas de David e intervenciones luminosas mediante vitrales que colocó en muchas iglesias no sólo cristianas sino también judías, son ejemplos de su preocupación religiosa.

Desde la colocación, en 1960, de los primeros vitrales que diseñó para la Catedral Metropolitana, varias veces se ha intentado quitarlos pero ante la petición de muchos artistas, historiadores de arte, críticos, arquitectos mexicanos y extranjeros, se ha impedido su demolición.

Hoy una vez más se cierne el peligro de que sean suprimidos, en vez de restaurados, como han pedido muchas voces de conocedores.

Los vitrales de Goeritz figuran en la New Catholic Encyclopedia de The Ca-tholic University of America de Washington y en revistas especializadas de Francia, Suiza, Alemania, Bélgica, Estados Unidos y México, que los consideran ''uno de los mayores logros del arte eclesiástico moderno".

Propongo que se haga otra encuesta entre el público religioso que asiste al templo y los críticos, arquitectos e historiadores del arte y la decisión no sea tomada por una sola persona. La Catedral Metropolitana tiene estilos de varias épocas, Ƒpor qué nuestro tiempo no puede dejar su huella también? ƑPor qué se empeñan siempre en destruir lo que está probado mundialmente que es muy bello y que produce un ambiente de recogimiento místico? Se ha dicho que la luz ámbar no tiene buen efecto sobre el altar de los Reyes. A mi juicio y el de muchos historiadores de arte nos parece lo contrario. La luminosidad resalta la belleza del oro del bello altar.

Pido más cuidado y respeto para una obra considerada mundialmente como un gran acierto. México está en deuda con Goeritz, basta recordar que sus Torres de Ciudad Satélite ahora aparecen como diseñadas por el arquitecto Luis Barragán. Muchas obras del creador de la arquitectura emocional, como El Eco, y del minimal art han sido destruidas.

ƑQué necesidad hay de destruir una obra más en vez de restaurarla?