México D.F. Jueves 26 de febrero de 2004
Los disidentes incumplieron oferta de más
pruebas
González Martínez se queja de Creel ante
el ombudsman
Descrédito del PVEM, objetivo de Bucareli: el
senador
CIRO PEREZ SILVA
El presidente del Partido Verde Ecologista de México
(PVEM), Jorge Emilio González Martínez, presentó ante
la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) una queja contra
el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, por su presunta
intromisión en la vida de ese instituto político con el propósito
de que "entre en conflictos internos o cometa acciones ilegales o violentas
que provoquen su descrédito público".
De
acuerdo con el propio González Martínez, el texto entregado
ayer al director general de quejas de la CNDH, Andrés Calero, "es
bastante posible que proceda" y aclare hasta qué punto el responsable
de la política interna del país "interviene" en la vida de
los partidos. Adelantó además que en este trance ha recibido
apoyo de la dirigencia y gobernadores del PRI.
Mientras tanto, los disidentes del PVEM no convocaron
a la conferencia de prensa ofrecida para mostrar nuevas pruebas contra
el dirigente verde, aunque en diversos medios electrónicos
Santiago León, responsable de la videocinta que exhibe a González
Martínez en un acto de corrupción, se refirió a dichas
pruebas.
Mencionó que el presidente pevemista vive en una
casa cuyas escrituras estarían registradas en favor de un prestanombre
y que de los recursos para este partido en la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal se desviaban mensualmente hasta 750 mil pesos en cheques
cuyo destinataria es Erika Bautista, ama de llaves del propio senador verde.
Se apareció el inflitrado
González Martínez acudió a la CNDH
acompañado por Omar Núñez, contador del PVEM que a
su vez era un infiltrado en el grupo disidente. Previo acuerdo con el dirigente
nacional de ese partido, el personaje grabó una conversación
en la que interviene Santiago León, quien garantiza al contador
el apoyo de Gobernación para exhibir al Niño Verde.
Justamente esta grabación telefónica es
la "prueba fundamental" para sustentar la queja que González Martínez
presentó ante la CNDH, que se espera sea resuelta en un plazo de
15 días.
En el documento el dirigente del Partido Verde asegura
que desde hace dos años Creel Miranda y diversos funcionarios dependientes
jerárquicamente de éste "han tratado de vulnerar la legalidad"
en perjuicio del PVEM.
"Gobernación ha utilizado a militantes y ex militantes,
así como a terceras personas ajenas al PVEM, con la finalidad de
realizar cambios en el orden interno con métodos antijurídicos
y violentos", sostiene el documento entregado ayer a la CNDH, y agrega
que desde hace algunos meses Bucareli mantiene una campaña de ataques
directos, como espionaje telefónico y divulgación de hechos
falsos, "que nos causan deshonra, descrédito" y son "de imposible
reparación".
Poco antes de que González Martínez presentara
su queja, Francisco de Paula León Olea, padre de Santiago León,
distribuyó una carta en la que rechaza la vinculación que
el dirigente del PVEM establece en la realización de la videocinta
de referencia, a partir de las actividades empresariales de León
Olea y Luis Lara Braun, personaje este último a quien el senador
verde le sugiere el pago de 2 millones de dólares por sus
servicios como intermediario en la consecución de permisos de construcción.
Niega por tanto que Lara Braun sea su socio, como lo asegura
González Martínez, o que detrás de la preparación
de la videocinta estén el gobierno de Vicente Fox o la Secretaría
de Gobernación.
Al cierre de la edición la disidencia del PVEM
no había presentado ante la Procuraduría General de la República
la denuncia de hechos que anunció desde el pasado lunes.
Tampoco exhibió las pruebas que avalan los señalamientos
en el sentido de desvío de recursos desde la Asamblea Legislativa
del Distrito Federal en favor del ama de llaves del dirigente de los verdes,
ni las evidencias sobre el supuesto uso de prestanombres por parte
del senador González Martínez.
De hecho los disidentes prácticamente desaparecieron
y a pesar de la insistencia no fue posible obtener de ellos algún
indicio respecto a la fecha en la que podrían entregar las pruebas
adicionales contra su dirigente partidista.
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