El entierro de Juan Carnaval, rito final

Terminan carnavales de Guerrero, Yucatán, Campeche y Veracruz

Con el entierro de Juan Carnaval terminaron en Guerrero, Yucatán, Campeche y Veracruz los festejos carnestolendos.

Más de un centenar de enfrentamientos a puños en un improvisado cuadrilátero caracterizaron el martes de carnaval en Zitlala, población indígena nahua de Guerrero. En el ritual participan ancianos, jóvenes y niños, quienes intentan representar a sus ancestros los guerreros xochimilcas, conquistadores de pueblos y doncellas en lo que ahora se denomina Montaña baja del estado.

De 80 años, Cristino Zacoteco Tepec, concejal del pueblo, explica que esta tradición "es para recordar a nuestros ancestros los guerreros xochimilcas que se vestían de mujer para robarse doncellas e invadir pueblos que no estaban bajo nuestro control. Hasta hace unos años los peleadores se vestían de mujer: enaguas y blusa de Acatlán, huaraches de correa, pañuelo para cubrir el rostro y a darse de chingadazos. Ahora las nuevas generaciones se cubren el rostro con pasamontañas y máscaras de luchadores. La indumentaria tradicional se ha ido perdiendo, pero lo importante es que se preserven nuestras costumbres, nuestra forma de ver la naturaleza y nuestra vida".

En Mérida la fiesta, comenzada el jueves pasado, tuvo la particularidad de los desfiles de modelos ataviadas con diminutas tangas, algo que no se había permitido en anteriores ediciones con el argumento -según administraciones panistas- de que altera la moral y las buenas costumbres. En general el carnaval se realizó bajo intensa campaña de agrupaciones de corte "moralista" que exhortaron a la juventud a no consumir bebidas embriagantes, pero el derrotero se transformó en una barra gigante para el expendio de cerveza y licores. La Secretaría de Protección y Vialidad y la Dirección de la Policía Municipal reportaron que una persona murió al ser atropellada y se detuvo a 50 personas.

En Campeche, donde lleva más de 400 años de celebrarse, el carnaval concluyó con el martes de pintadera. Personas de todas las edades se arrojaron pintura de varios colores y, una vez teñidas, de pies a cabeza, bailaron al ritmo de diveros grupos musicales. Es común que en martes de pintadera el número de detenidos rebase las 100 personas.

En Veracruz, después de ocho días de pecado y destrampe, concluyó el carnaval. Cientos de jarochos abarrotaron los templos católicos para dar paso a la reconciliación espiritual en el Miércoles de Ceniza.

Las fiestas carnavalescas en este estado fueron presenciadas por un millón de porteños y visitantes. El culto a la carne fue en grande, pues las autoridades de salud reportan que fue insuficiente el millón de preservativos que distribuyeron gratuitamente.

Azuzados por un grupo de actores teatrales, los porteños se congregaron en la Plaza de Armas, la cual fue convertida en un gran velatorio para dar "cristiana sepultura" a Juan Carnaval, quien convirtió el puerto en un sitio de jolgorio y alegría.

Los organizadores estiman que la 80 versión del Carnaval de Veracruz, sus diferentes actividades y sus desfiles al lado de la bahía también recibieron la visita de políticos que en pleno año electoral, usaron la fiesta como un gran escaparate para promoverse de diferentes formas.

JESUS SAAVEDRA LEZAMA, MISAEL HABANA DE LOS SANTOS, LUIS A. BOFFIL GOMEZ, LORENZO CHIM Y ANDRES T. MORALES, CORRESPONSALES