México D.F. Domingo 29 de febrero de 2004
Empató la marca del legendario Julio
César Chávez
Ante Jesús Chávez, el Terrible
ganó su tercer título mundial
Erick Morales envió a su rival a la lona
en dos ocasiones
AFP
Las Vegas, 28 de febrero. El tijuanense Erick Terrible
Morales le arrebató al mexicano-estadunidense Jesús Chávez
el cinturón superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al derrotarlo
por decisión unánime, en reñida pelea realizada la
noche del sábado en Las Vegas (Nevada).
El
Terrible se convirtió en el segundo boxeador mexicano de
todos los tiempos que captura un tercer título mundial en diferentes
categorías, después que lo hiciera su legendario compatriota
Julio César Chávez.
El púgil se llevó las tarjetas de los jueces
con votaciones de 118-108, 117-109 y 115-112.
Morales, que mejoró su foja a 46-1, con 34 nocauts,
fue previamente campeón mundial del CMB en supergallo y pluma; por
segunda vez peleó en la categoría de los 58.9 kilogramos.
"Fue una pelea muy dura; aunque lo tumbé dos veces
en ningún momento sentí que estaba flojo", apuntó
Morales al finalizar el pleito.
En su descargo, Chávez, que tiene ahora un récord
de 40-3, apuntó que "peleé con el hombro lastimado desde
el segundo asalto, y ello restó fuerza a mis golpes".
Chavez, de 31 años, nació en México,
pero desarrolló toda su carrera en Texas.
Después de un mejor primer asalto movido para Chávez,
Morales inclinó la balanza en su favor en el segundo tramo, con
dos conteos de protección, gracias a potentes ganchos de derecha
que aterrizaron en el mentón de Chávez.
En el asalto el Terrible coló un gancho
corto en el momento en que su rival bajaba la cabeza. El golpe explotó
en plena mandíbula de Chávez, quien fue al encerado de espaldas.
Apenas un minuto después Morales repitió
la receta y su rival hizo otra visita a la lona azul del casino MGM, repleto
de fanáticos de ambos bandos.
El retador Morales llevó la iniciativa en los dos
siguientes asaltos, pero su impulso se vio frenado en el cuarto episodio,
al recibir una cortada en el costado de la ceja derecha, que comenzó
a sangrarle profusamente.
El réferi Vic Drakulich llamó al médico,
y éste, después de una revisión superficial, ordenó
seguir el pleito. El tijuanense perdió un poco de arresto y ello
dio ánimos al mexicano-estadunidense para plantársele.
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