Luis Javier Garrido

Los videos

El nuevo escándalo político que suscitó la difusión en Televisa de varios videos en los que aparecen Gustavo Ponce, secretario de Finanzas del DF, apostando en Las Vegas (1Ɔ de marzo) y René Bejarano, presidente de la ALDF, recibiendo fajos de miles de dólares del empresario Carlos Ahumada (3 de marzo), y que se orquestó como una campaña contra el jefe de Gobierno de la capital, muestra ante todo lo que es el ejercicio de la política en esta era de la globalización neoliberal.

1. Una de las principales falacias del sistema político seudodemocrático que se ha impuesto en casi todos los países en los años del neoliberalismo es pretender que crea condiciones de equidad para que los negocios se realicen en un marco de supuesta transparencia, pues no logra ocultar el hecho de que quienes encabezan el Estado en casi todos los países son individuos corruptos que ven la política como un medio para hacer negocios, y es lo mismo Chirac en Francia, Berlusconi en Italia o Bush en Estados Unidos, que Fox en México.

2. José Saramago decía bien por eso en la Facultad de Derecho de la UNAM el 10 de febrero que los gobiernos del mundo neoliberal actual no son de democracia, sino "de plutocracia".

3. A nadie se puede ocultar la naturaleza del gobierno actual de México y el marco en que se da este escándalo, pues la llegada de Vicente Fox a la Presidencia , financiado ilegalmente en su campaña por empresa trasnacionales que esperaban las compensara con prerrogativas ilícitas, se hizo bajo el signo del tráfico de influencias.

4. Es una fortuna para Fox que no se haya producido en México una "transición democrática", porque de haber sido así hoy estaría detenido, procesado y sentenciado: como Rolandas Paksas, presidente de Lituania, cuyo proceso para destituirlo del cargo por el financiamiento ilegal de su campaña se abre en unos días (El País, 2 de marzo).

5. Las afirmaciones de Fox en Los Pinos ante los dirigentes charros del Congreso del Trabajo diciendo que la sociedad mexicana "está cansada de actos de deshonestidad, de engaños, de mentiras" y "de corruptelas" (3 de marzo) o ayer ante empresarios canadienses proclamando que "la transa" ya se está castigando en México por haber "una contraloría ciudadana" y que culminaron varios días de sentencias foxianas censurando la corrupción de los demás (que no la suya propia), es del más absoluto cinismo y confirma que se halla atrás del operativo de videodenuncias y que busca emerger de esta campaña como supuesto adalid de la moralización del país, lo cual es risible, pues se hace cuando están recientes las secuelas de los últimos escándalos de corrupción impune de la pareja presidencial, y en especial del destapado en Londres por el Financial Times sobre las finanzas de Vamos México, la fundación de Marta Sahagún que opera como instancia institucional de tráfico de influencias, recibiendo cientos de miles de dólares a cambio de favores de la Presidencia. Es decir, igual que Bejarano, nada más que a lo grande, y sin que nadie se atreva a filmar sus transacciones.

6. La verdad es que en México la corrupción en sus más altos niveles está impune y que la actitud de Fox con sus declaraciones es la de un verdadero sinvergüenza, pues no busca otra cosa que distraer la atención del desastre de su gobierno. La corrupción prevaleciente en su sexenio queda de relieve todas las semanas, como aconteció ahora con la nota publicada por Proceso (número 1426) en la que se informa del enriquecimiento inexplicable de la familia de Marta Sahagún, que en tres años de gobierno foxista ha pasado "de la quiebra a la prosperidad", pues "hermanos, tíos y otros parientes suyos" son hoy misteriosamente prósperos empresarios que se han adueñado de vastas propiedades y negocios en Michoacán sin que nadie los investigue.

7. El caso de los videos tiene antes que carácter penal una dimensión política. Los actos de corrupción de Ponce y de Bejarano deben ser sancionados con todo el rigor de la ley, pero esto no exime de la investigación al empresario de origen argentino Carlos Ahumada, quien aparece como probable responsable de graves delitos en ambos casos, marcados por su afán de mantener en la administración de López Obrador las estructuras de corrupción que creó durante el gobierno de Rosario Robles con quien, se señala, está asociado sentimental y políticamente. Ahumada, a quien se menciona también como prestanombres de Carlos Salinas, se ha ostentado en diversos eventos en el estadio de León con los hijos de Marta Sahagún, y ha hecho turbios negocios con delegados panistas, y ello abre una nueva interrogante.

8. El empeño que han tenido Carlos Salinas y Vicente Fox en fabricar el affaire Ahumada como un escándalo mediático y político cuando éste debió ser tratado judicialmente, ha dañado la credibilidad del jefe de Gobierno capitalino, incapaz de limpiar su administración, y de su partido -el PRD-, donde los enclaves de corrupción son múltiples, pero está contribuyendo sobre todo a evidenciar que el neoliberalismo es un sistema corrupto por definición, pues los integrantes de la "clase política" sólo aspiran a hacer negocios vía el tráfico de influencias, y en consecuencia todo ello ha contribuido a deteriorar aún más el clima social y político del país.

9. La última jugada que hicieron ambos personajes en su obsesión por "destruir" a López Obrador se les está revirtiendo, pues ha contribuido a mostrar que en México no hay transición política alguna, pues las prácticas del pasado continúan siendo las mismas del foxismo: la justicia se sigue aplicando de manera discrecional y la ley no ha dejado de subordinarse a los intereses políticos en función de hacer escándalos mediáticos. Este operativo oficial ha mostrado como pocas veces la podredumbre de los medios, que siguen al servicio del poder, y ha exhibido de manera lastimosa a periodistas como Joaquín López Dóriga o Brozo, que actuaron como instrumentos del régimen, pero también a la "clase política" en su conjunto y no sólo a aquellos perredistas que se sabía eran corruptos o a un buen número de panistas que se hallan en la misma tesitura.

10. Un país, en todo caso, no puede tener una "clase política" diferente cuando el titular del Ejecutivo actúa como lo hace Vicente Fox: como un gestor -o, como se dice en México, como un coyote- al servicio de empresas extranjeras.