En Haití, red cubana de auxilio médico

Unos 400 doctores laboran desde hace 6 años; se redobló el apoyo por la reciente crisis

FRANÇOISE ESCARPIT ESPECIAL DE L'HUMANITE

Puerto Principe, 4 de marzo. Inés es cubana y médica. Pelo teñido, como les gusta en Cuba, edad incierta de la cincuentena, bata blanca y sonrisa. Con su equipo de médicos y enfermeras, ocupa un espacio del nosocomio militar, junto al hospital general de Puerto Príncipe, en el mero corazón de la ciudad haitiana, ''donde, en 90 por ciento de los casos, enlaza la colaboración cubana con personal haitiano''.

Narra que el lugar estaba desahuciado y ''lo hemos montado nosotros. Cuando empezaron a llegar los primeros heridos por arma de fuego, cuando se inició la crisis, el mes pasado, no los podíamos desamparar''. Con lo que había, con las medicinas mandadas desde Cuba, los cubanos se turnaron, y se siguen turnando las 24 horas, para ''atender al que llega. No nos podemos mantener con los brazos cruzados'', sonríe la doctora Inés.

Los cubanos están presentes en Haití desde hace seis años. ''Fue cuando el ciclón George. El gobierno cubano decidió mandar ayuda humanitaria por el desastre. Allí comenzó la colaboración médica en Haití.'' La delegación médica cubana, que siempre se mantiene entre 400 y 500 profesionales de la salud, trabaja en las nueve provincias del país y en 133 departamentos, Cabo Haitiano, Puerto Príncipe, Artibonite, Hinche... Con relación al número de médicos haitianos, su presencia es bastante notable.

''Llevamos un trabajo importante en la atención primaria a la población -explica Inés- en los centros de salud de las comunas, pero también en las actividades de terreno.''

Los cubanos han encontrado en Haití, nación tan vecina a pesar de todo, patologías que desaparecieron hace años en su país. La médica subraya, entre otras cosas, que en Haití falta ''una educación higiénico-sanitaria'' a la población y que ''la situación del medio ambiente influye mucho en los problemas de salud''.

La tarea de los médicos cubanos es, fundamentalmente, ''de prevención y promoción''. Cuando se pregunta a la médica sobre el sida, dice: ''En unión con otras ONG y con la Organización Panamericana de la Salud, llevamos a cabo varios proyectos y trabajamos sobre todo en el programa de atención a la madre y al niño''. Comenta que en Port de Paix se han llevado a cabo, ''con éxito'', programas específicos. Sea sida, tuberculosis o malnutrición, los médicos cubanos hacen diagnósticos y tratamientos a los pacientes.

En cinco años, los cubanos han recabado estadísticas y afirman que han logrado bajar, en las áreas que atienden, las tasas de mortalidad infantil y materna. Han controlado los problemas ambientales con la ayuda de la población, ''aumentando las letrinas, reduciendo el fecalismo al aire libre, eliminando vertederos micros y macros''. La falta de higiene es lo que se intenta cambiar, utilizando mucho la radio ''para hacer promoción de salud'', y las consultas ''donde se trata de inculcar una enseñanza''.

Para los profesionales cubanos, uno de los mayores problemas de Haití es el de natalidad.

"Por la pobreza -lamenta Inés- las mujeres paren en su casa y llaman a matronas que tienen experiencia, pero que no han sido nunca formadas. No queremos eliminar esos hábitos, pero hemos logrado desarrollar los partos institucionales y capacitado a muchas de esas matronas para que tengan más métodos de sexy antisexy (contracepción). Tanto así, que ahora siempre van a buscar al médico cubano".

A la doctora Inés, y a los jóvenes médicos que la acompañan en su tarea, se le nota la estimulación que representa tal misión: "Un trabajo de mucha paciencia y de mu-chos años", que ha permitido asociar a los profesionales haitianos "en las actividades científicas y docentes".

Se quedaron por lo menos dos años, confiesa la doctora cubana, "y nos sentimos muy realizados cuando venimos a Haití. Cuando se vive en una población de cierto nivel cultural, como en Cuba, necesitamos ver otro lugar y otra realidad".