México D.F. Domingo 7 de marzo de 2004
Narran las maniobras del empresario para apoderarse
de 80 hectáreas de tierras
Comuneros de Topilejo acusan de despojo a Carlos Ahumada
Kurtz
Denuncian complicidad de comisariados ejidales y ex
funcionarios con el empresario
JOSEFINA QUINTERO MORALES
El nombre de Carlos Ahumada Kurtz es conocido desde hace
nueve años en el pueblo de San Andrés Topilejo, delegación
Tlalpan, porque a cambio de una suntuosa escuela, 3 millones de pesos y
la construcción de un auditorio, los ejidatarios cedieron al empresario
80 hectáreas de tierra comunal. Sin embargo, el convenio con el
entonces representante de bienes comunales, Germán Flores, significó
para el pueblo engaños, despojos y promesas que nunca se cumplieron,
afirman campesinos.
Ahumada
Kurtz cercó las tierras que adquirió, para impedir la entrada
al sitio donde se encuentra su casa. Los comuneros participantes en el
acuerdo, realizado hace más de cuatro años, no han visto
un centavo de los 3 millones de pesos que supuestamente entregó
Ahumada al ex comisario ejidal, Germán Flores, quien presionó
y convenció al pueblo de que aceptara al empresario como avecindado
en la zona.
Los comuneros se dicen engañados y despojados de
sus terrenos. En 2001 quedó en manos de Carlos Ahumada el predio,
conocido como Las Canteras Ocotepec, ubicado en el kilómetro 28
de la carretera federal México-Cuernavaca. Formaba parte de las
10 mil 365 hectáreas que en 1976 fueron reconocidas como tierra
comunal y tituladas a favor de 446 habitantes. Hoy quedan menos de la mitad
de ellos, todos mayores de 70 años y ya cansados de defender la
tierra.
"Hemos tenido que vender las tierras por pobreza, porque
nuestra situación económica está muy deteriorada",
dicen los comuneros, quienes se expresan con enojo hacia las autoridades,
a las que acusan de permitir la invasión de sus tierras y de solapar
y apoyar a los empresarios inmobiliarios, mientras ellos han sufrido la
falta de agua y de otros servicios.
En Topilejo, dice la gente, "duele hablar". Los que dieron
su testimonio aseguran que ya los tienen identificados por su oposición
a Ahumada, quien ha promovido el desplazamiento de los moradores originarios
y modificado la zona, cerrando inclusive caminos, lo que propició
un enfrentamiento con el ex jefe delegacional de Tlalpan, Gilberto López
y Rivas, a quien Ahumada demandó por "invadir su propiedad" cuando
realizaba un recorrido con los pobladores.
López y Rivas presentó a su vez una denuncia
en contra de Ahumada, por uso de recursos públicos, pues utilizó
camiones de la delegación Iztapalapa para retirar escombros y cascajo
de sus terrenos. Todo quedó allí, pues René Arce,
entonces titular de la demarcación, le explicó a López
y Rivas que el empresario "había rentado" el equipo del gobierno.
Ahumada, cuentan los comuneros, impresionó a la
gente del pueblo. "El empresario, en un tiempo brevísimo, compró
los puestos de comida del mercado turístico del kilómetro
28 de la carretera federal México-Cuernavaca. Al menos 26 locatarios
ocupaban esa zona desde hacía 40 años y a cada uno le pagó
entre 60 y 70 mil pesos. Al dirigente René Morales Paredes le dio
100 mil pesos, y a la señora de los baños, 40 mil".
Con los camiones de la delegación Iztapalapa, aseguran,
"su gente quitó los puestos, aplanó el terreno, construyó
una cuneta en la vía federal, sembró árboles" y realizó
obras sin autorización, lo cual en su momento fue reportado por
López y Rivas.
Los pobladores de Topilejo conocen a Carlos Ahumada como
"un joven empresario" que muestra mucha facilidad para disponer de dinero
en efectivo. Su influencia empezó a generar división en el
pueblo. Cuentan que llegó en 1995, cuando compró supuestamente
42 hectáreas del predio Las Canteras Ocotepec, aunque aseguran que
son más, pero la ley no permite que una sola persona sea propietaria
de más de 42; por eso registró sólo esa extensión,
y pagó en efectivo.
Fue Ariel Morales Romero, hijo de un ex subdelegado político
en Topilejo, quien cedió los derechos posesorios del predio Las
Canteras-Ocotepec a Ahumada Kurtz, quien puso las tierras a nombre de su
esposa, Cecilia Gurza González, según la escritura pública
18745, inscrita en el Registro Público de la Propiedad.
Morales Romero contó con el apoyo del comisariado
de bienes comunales de Topilejo, representado por Germán Flores,
Francisco Torres y Moisés Madrigal, para la cesión de derechos
posesorios del predio. En la transacción tuvo que involucrar a los
comuneros, pues Ahumada tenía que cumplir con el requisito legal
de un juicio de exclusión, mediante el cual la propiedad colectiva
pasa a régimen privado. Así, los comuneros participaron en
la asamblea celebrada en la bodega de hortalizas de Topilejo, "donde Germán
Flores -relata un comunero- propuso reconocer a Carlos Ahumada como avecindado.
Votaron a favor de esta propuesta 92 de 100 comuneros que asistieron" -menos
de la mitad, pues en total suman 446-; el resto buscó el apoyo de
las autoridades del Gobierno del Distrito Federal, entonces encabezadas
por Rosario Robles. Pero nadie los apoyó, y ni siquiera los recibieron
en su momento.
"Con dinero lo ha podido hacer todo"
A
aquella asamblea llegó Ahumada Kurtz acompañado de Ignacio
Morales Lechuga, ex procurador general de Justicia del DF, quien fungió
también como titular de la Notaría Pública 116.
Allí se aprobó la exclusión del predio
Las Canteras-Ocotepec y tres fracciones del predio Tepecuitlapac -donde
se encontraban los puestos de comida del mercado turístico-, en
favor de Carlos Ahumada Kurtz y Cecilia Gurza. El empresario aceptó
la condición de que no se construirían condominios. Luego
entregó 3 millones de pesos al comisario, supuestamente en beneficio
de la comunidad.
Lo mismo ocurrió con los comerciantes del mercado
turístico del kilómetro 28, representados por René
Morales Paredes, quien recibió de Ahumada 100 mil pesos por convencer
"con engaños", dicen, a los vendedores. Ellos, sin embargo, sólo
recibieron entre 60 y 70 mil pesos.
"No sabíamos de dónde había salido
ese hombre. Según esto, construyó la escuela, pero a mí
me chingaron, porque me quitaron parte de mi tierra y además cerraron
caminos de paso y eso a nadie le importó", señala uno de
los que se opusieron a las maniobras de Ahumada.
Ya sin tierra, los comuneros de Topilejo ni siquiera conocen
el destino de los 3 millones de pesos entregados por Ahumada. Germán
Flores se fue del pueblo. Dicen que después llegó otro Germán,
de apellido Hernández, quien también hizo negocios con una
constructora del empresario y, por ello, fue destituido. En su lugar está
Miguel Galicia, quien reconoce que Carlos Ahumada Kurtz ha podido hacer
todo con dinero.
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