El mandatario estadunidense pide hacer valer el estado de derecho

Bush habla de la corrupción en México; Fox elude el tema

ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADA

Crawford, Texas, 6 de marzo. Ante el silencio del presidente Vicente Fox, su homólogo estadunidense, George W. Bush, habló de la coyuntura política mexicana y de su caudal de corrupción. En ambos países, dijo el jefe de la Casa Blanca, hay que "hacer valer el estado de derecho y castigar a los que van en contra de la confianza del pueblo". A su derecha, el mandatario mexicano sólo asintió.

Era la segunda pregunta de la ronda de dos que se otorgaron a cada fuente presidencial -la de Los Pinos y la de la Casa Blanca-- y correspondía el turno a la prensa mexicana. El presidente Fox, sin embargo, cortó de entrada e impidió siquiera que se formulara la interrogante, pues "entiendo que una de las tres que me registraron del lado mexicano pudiera tener que ver con los asuntos de México. Esa con todo gusto la contesto enseguida, la vemos posteriormente, para que concentremos las dos preguntas en el caso de esta reunión".

Pero ese momento nunca llegó, a pesar de que todo apuntaba a que de regreso a México, antes de que descendiera en Nuevo Laredo, donde pernoctó, el jefe del Ejecutivo acudiera a la parte posterior del avión TP-01 para acreditar su ofrecimiento.

En cambio Bush, relajado, sonriente y totalmente dueño de la escena, atrajo para sí la pregunta y hasta soltó: "šYeahh, comprendo!", cuando la reportera a quien Fox había cortado la interrogante se disponía a formularla en inglés.

"Quiero decir -planteó el estadunidense- que el presidente Fox ha dejado muy en claro que la democracia, la transparencia y el estado de derecho son valores básicos de México, y (que) donde surja la corrupción van a llegar la ley y la justicia, no importa quién sea el responsable".

Y para sacar además algo en su provecho en la defensa de su invitado, Bush externó que comparte el compromiso del mandatario mexicano, "porque en nuestro país hemos tenido -por ejemplo- escándalos corporativos, y lo que hay que hacer en ambos países es hacer valer el estado de derecho y castigar a los que van en contra de la confianza del pueblo".

Era el mismo Bush al que en la conferencia de prensa que daba cuenta de las conversaciones con su invitado mexicano en su rancho privado, aquí en Crawford, salía al paso de quienes critican que utilice para su campaña de relección en la presidencia elementos del 11 de septiembre de 2001 y le exigen que los elimine.

"Voy a seguir hablando sobre los excesos de la tragedia del 11 de septiembre, tanto para nuestro país como para nuestra presidencia", respondió de entrada y, enseguida, en franca actitud de quien se sabe en campaña, habló de su guerra contra el terrorismo, de las obligaciones para con los muertos y los héroes de esa fecha y, sobre todo, de la forma como su gobierno manejó las cosas ese día y los siguientes.

"Es algo que vale la pena discutir y que vamos a seguir discutiendo. Estoy anticipando, con gran alegría, el debate que se va a entablar para decidir cuál es la mejor persona para encabezar esa guerra contra el terror", manifestó. Al final, el presidente Fox no tuvo respuesta o comentario para ninguna de las cuatro preguntas formuladas.