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México D.F. Domingo 7 de marzo de 2004
La Plaza de la Constitución se convertirá
hasta mañana en feria por la igualdad
Todos los signos, un solo género: las mujeres
se celebran en el Zócalo
Asesoría e información de instituciones
oficiales y organizaciones no gubernamentales, así como espectáculos
de música, danza, teatro y performance, conforman la oferta
del encuentro
ARTURO JIMENEZ
Mujer, mujer divina, mujer compañera, sufriente,
amiga, solidaria, mujer inconforme, consciente, luchona, esperanzada, mujer
feliz, amante, amorosa, esposa, madre, hija, novia, mujer trabajadora,
libre, plural, lesbiana, activista, indignada.
Todas las mujeres y una a la vez confluyeron ayer en el
Zócalo para comenzar desde el sábado las celebraciones por
su día internacional, mañana 8 de marzo, de la mejor manera:
celebrándose a sí mismas y a sus semejantes.
Con una decena de carpas blancas, un escenario de espectáculos
de música, danza, teatro y performance, decenas de módulos
de ayuda e información de instituciones oficiales y organizaciones
no gubernamentales, la gran plaza se convertirá, hasta el lunes,
en feria de la esperanza por la igualdad de géneros.
Bajo una carpa una chava habla a través del micrófono
sobre las diferencias entre el concepto de sexo y el de género.
A unos metros, niños y muchachas participan en el juego "¡Atínale
a tus garantías!", con dardos y globos.
La carpa siguiente anuncia "Publicaciones para mujeres",
y adentro se encuentran ediciones de Cimac, Plaza y Valdés, Fem
y el Programa Universitario de Estudios de Género.
También venden la revista Amor y sexo, "la
única en México especializada en relaciones de pareja, salud
sexual y reproductiva, y una que otra cachondería".
Moretones de fieltro
Junto
a un grupo de danzantes guerreros, en otra carpa, presentan teatro guiñol.
Doña Inés le pregunta a la joven María sobre un moretón
en su cara, representado por un pedazo de fieltro café oscuro.
Algún padre de las muchas familias que deambulan
por ahí prefiere no seguir la trama y retira a sus hijos y esposa.
Nada, sin embargo, deteriora la contundencia de una cita de Alaíde
Foppa pegada en la pared de manta: "Tú no conoces, compañero,
la desolada faz de mi tristeza. Yo misma, al descubrirla en el espejo de
la soledad, aparto de ella la mirada''.
Muy cerca, al pie de otras mesas, la reproducción
con dibujos y texto, también en la pared, del "Círculo de
la violencia: agresión-culpa y arrepentimiento-(perdón)-luna
de miel-tensión-agresión".
Junto a los locales del Colectivo Atabal y del Centro
de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, AC, otra mujer
llama a escuchar una charla sobre cómo enfrentar el hostigamiento
sexual en el trabajo.
Los transeúntes, en su gran mayoría mujeres,
comienzan a ocupar las sillas y en unos minutos casi todos los lugares
están ocupados. Si los foros son varios, el público es nutrido.
Al centro del Zócalo, con el sol a plomo, grafiteros
y grafiteras recrean rostros y temas femeninos sobre biombos de triplay.
Lo que me gusta y lo que no
La carpa quizá más concurrida es la de venta
y exhibición de condones masculinos y femeninos, de aceites, lubricantes
y otras delicias. Ahí también las mujeres son mayoría
y son el público más desinhibido para hacer preguntas.
En otros locales informan sobre atención a mujeres
violadas, movimientos lésbicos y gays o acerca de medidas para la
prevención del sida. Incluso el área de salud del gobierno
capitalino realiza de manera gratuita la prueba de VIH/sida. La demanda
es amplia.
En el café Charlas con aroma de mujer la
infusión se ha terminado y no quedan ni aguas de horchata, pero
todos escuchan atentos las lecturas de tres muchachas vestidas de huipil.
De mano en mano o en las mesas se distribuyen y exhiben
revistas, libros, folletos y hojas volantes sobre salud sexual, reproductiva,
violación, trabajo, discriminación, violencia, derechos humanos
y de la mujer.
Tal vez todo podría resumirse en el contenido de
cientos de papeletas pegadas por las celebrantes en un biombo y que responden
a dos preguntas:
"¿Qué es lo que no te gusta de ser mujer
en esta sociedad?" y "¿Qué es lo que sí te gusta de
tu ser mujer en particular?".
Las respuestas a la primera: que no haya las mismas condiciones
de desarrollo, que todavía no existe la equidad, que los hombres
no respetan a las mujeres que caminan por las calles, realizar actividades
domésticas, que nos manden, que me griten, que te discriminen, la
menstruación, que no nos den tanta libertad como a los hombres,
que abusen de nosotras...
Y a la segunda: poder ser madre, la sabiduría e
inteligencia que nosotras tenemos, que somos más atractivas que
los hombres, que expreso lo que siento y no me quedo callada, que me quieran,
que me respeten, que me comprendan, que me escuchen, poder decidir, vivir,
mi cuerpo, mi feminidad, ser libres, ser independientes, tener derechos...
No hay duda, desde ayer y hasta el lunes la enorme plaza
se ha convertido en una especie de mercado para la civilización
y el progreso verdaderos.
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