México D.F. Sábado 13 de marzo de 2004
Admitió que las presiones inflacionarias
son mayores a las originalmente previstas
El Banco de México aumentó el corto de
$29 a 33 millones diarios
La medida, segunda en un lapso de tres semanas,
incidirá en el repunte de las tasas de interés
El alza en precios de combustibles amenaza con
"contaminar" las negociaciones salariales, advirtió
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El Banco de México admitió este viernes
que las presiones inflacionarias en la economía del país
"han resultado mayores a las originalmente previstas". Por tanto, el organismo
decidió profundizar la restricción de liquidez en el sistema
financiero, en una acción que incidirá en un repunte de las
tasas de interés. La medida, segunda de su tipo en un lapso de tres
semanas, fue adoptada en momentos en que está aumentando el consumo
y la demanda de préstamos personales y empresariales de corto y
largo plazo, cuyo costo puede verse afectado por un aumento de los réditos
bancarios.
La
junta de gobierno del banco central, en un comunicado, advirtió
que los recientes datos sobre la inflación apuntan a un deterioro
de las expectativas sobre el comportamiento de los precios, hecho que busca
contrarrestar con el aumento del corto monetario, mecanismo que opera sobre
la liquidez del sistema financiero. El efecto que las autoridades monetarias
buscan con esta medida es enviar una señal de que el banco central
está dispuesto a tomar medidas sobre la liquidez del sistema, con
el fin de contener presiones inflacionarias. A partir de este viernes,
el corto aumentó de 29 a 33 millones de pesos diarios.
La inflación entre febrero de 2003 y el mismo mes
de este año fue de 4.53 por ciento, cifra superior en 0.33 puntos
porcentuales a la de enero. Este registro superó la meta anual prevista
por el banco central para 2004, que es de 3 por ciento, con variación
de +/- un punto porcentual.
El aumento del corto decretado este viernes es el segundo
desde el 20 de febrero, cuando fue elevado de 25 a 29 millones de pesos
diarios. Las razones esgrimidas por el banco central en aquella fecha son
similares a las expuestas ayer: el alza en el precio de los productos agropecuarios
y de los bienes administrados, como los combustibles, han llevado la inflación
a niveles de 4.55 por ciento anual en febrero y amenaza con "contaminar"
la determinación de los precios en la economía, especialmente
las negociaciones salariales.
"Cabe señalar -establece el comunicado del banco
central- que los incrementos de los salarios contractuales en enero y febrero
fueron de 4.7 y 4.5 por ciento, respectivamente, rangos superiores al registrado
en el último trimestre de 2003, que fue de 4.2 por ciento".
El Banco de México estableció que en las
recientes semanas se han presentado "diversas perturbaciones" en los precios
relacionados con los bienes agropecuarios y los administrados y concertados,
"en un contexto en el que la demanda agregada (esto es, consumo e inversión
de los sectores público y privado) está recuperándose".
Añade: "Ante esta situación, es especialmente importante
procurar que las expectativas de inflación, las revisiones salariales
y el proceso de determinación de precios en la economía no
se vean afectados negativamente por dichas perturbaciones".
La alusión del banco central al repunte de precios
en momentos en que comienzan a recuperarse el consumo y la inversión,
que se contrajeron durante los tres años de estancamiento económico,
de 2001 a 2003, cuando el producto interno bruto creció a una tasa
anual de sólo 0.63 por ciento, deja ver la dificultad de la economía
mexicana para lograr mayores tasas de crecimiento sin que se dispare la
inflación.
De hecho, este mismo viernes, un análisis de Banamex-Citigroup
señaló que el efecto del corto sobre las tasas de interés
es que los réditos se mantengan con una "moderada" alza.
En 2003 y en lo que va de este año, el crecimiento
general de la economía ha estado determinado básicamente
por el comportamiento del mercado interno, como lo indicó el Banco
de México en el programa de política monetaria para 2004.
Un repunte de las tasas de interés, que es la consecuencia más
inmediata del incremento en el corto, incide de manera directa en las decisiones
de inversión, tanto de las empresas que optan por el financiamiento
para ampliar sus operaciones, como de individuos y familias que esperan
tomar un crédito para, por ejemplo, adquirir una vivienda o un automóvil.
La decisión del banco central, consideró
Banamex, tendrá un efecto sobre las tasas de interés, pero
también pondrá de relevancia el debate sobre los objetivos
del banco central: propiciar un mayor crecimiento o actuar más sobre
la inflación.
"Sin duda los costos de toda lucha por disminuir la inflación
son evidentes en el contexto actual, de una recuperación económica
aún débil, por lo que se presenta con toda claridad el típico
dilema de todo banco central entre los ponderadores o importancia que se
asigna a la estabilización del producto (interno bruto) o la de
la inflación, que en general los bancos centrales prefieren traducir
como el horizonte en que se alcanzará el objetivo de inflación",
comentó en ese reporte el analista de Banamex, Sergio Kurczyn Bañuelos.
Una opinión un tanto diferente fue la expresada
este viernes por Manuel Medina Mora, director general del Grupo Financiero
Banamex-Citigroup, quien aseguró que el aumento del corto no es
una acción de política monetaria que impida que la economía
crezca a un ritmo mayor.
Después de clausurar un congreso organizado por
la Asociación de Bancos de México con estudiantes de universidades
públicas y privadas de todo el país, Medina Mora consideró
que el incremento del corto responde a la preocupación de que la
inflación repunte y genere un aumento en las tasas de interés
de corto plazo.
Es positivo, dijo, que el banco central hubiera decidido
profundizar la restricción monetaria porque con ello previene que
las tasas de interés "suban más de lo que se necesita".
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