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México D.F. Sábado 13 de marzo de 2004
Al discutir el tema de los transgénicos
sería lamentable escuchar sólo a científicos, agrega
Erróneo, ignorar la cosmovisión indígena
sobre el maíz: investigador
Demandan mayor transparencia a la Cibiogem y divulgar
los estudios que ha realizado
ANGELICA ENCISO Y VICTOR RUIZ ENVIADA Y CORRESPONSAL
Oaxaca, Oax., 12 de marzo. El informe final sobre
los efectos del maíz transgénico en México de la Comisión
de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCAAN) deberá
considerar la cosmovisión indígena sobre el grano, no sólo
el punto de vista científico, y si esto no ocurre el trabajo habrá
sido en vano, indicó Antonio Turrent, del Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas y Pecuarias.
Luego de que ayer se presentó a discusión
pública el documento preliminar del estudio sobre la existencia
de maíz genéticamente modificado en los cultivos tradicionales
de la sierra Juárez del estado, solicitado por comunidades indígenas
y organizaciones no gubernamentales (ONG), se llegó a la primera
conclusión de que es necesario considerar que para México
esa semilla no es sólo una gramínea, sino un grano esencial
en la cultura y vida del país.
Ante
el grupo asesor de la CCAAN, formado por 18 científicos, nueve de
ellos de Estados Unidos y Canadá, y la directiva de la comisión,
los argumentos sobre la trascendencia del maíz para los mexicanos
fueron innumerables. Representantes de las comunidades de la sierra y del
estado, investigadores e integrantes de ONG resumieron: "estamos hechos
de maíz", el grano del que el país es centro de origen.
Ahí, para dar una pequeña muestra del maíz
mexicano, un grupo de campesinos distribuyó tortillas elaboradas
con las diferentes razas del grano que existen en el país, con el
objetivo de que los investigadores percibieran la diferencia entre los
sabores de las distintas variedades.
A algunos de los científicos estadunidenses y canadienses
del grupo asesor que elabora el informe independiente a petición
de la CCAAN, en el simposio se les reveló la trascendencia del maíz,
que veían sólo como un grano industrial, usado en sus países
como forraje. Ahora la duda para el informe final será si sólo
se considerará la "ciencia dura" o se incluirá la cosmovisión
indígena, indicó Antonio Turrent, del Instituto Nacional
de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias e integrante del grupo
asesor.
Si en las recomendaciones no se toma en cuenta el punto
de vista de las comunidades, el estudio no habrá respondido a los
solicitantes, que fueron los propios pueblos indígenas, agregó.
En 2001, en los cultivos de la sierra Juárez apareció el
maíz transgénico, el cual es desarrollado por la industria
en laboratorios y se le incluye el gen BT para atacar un insecto que en
México no existe.
Luego del simposio sobre maíz, en la sesión
del Comité Consultivo Público Conjunto (CCPC) -en el que
participan representantes de la sociedad civil de las tres naciones integradas
en la CCAAN-, el representante de Canadá, Daniel Christmas, expresó
su temor porque "el reporte se base sólo en la ciencia y deje de
lado las concepciones del mundo indígena".
La reunión sobre maíz "fue un enfrentamiento
entre dos mundos. Por un lado, el de la ciencia, la academia y los negocios,
y por el otro el indígena, que tiene fe en sus prácticas
tradicionales. Al planteamiento de la gente de que el maíz es sagrado,
los científicos guardaron silencio. Nos han dicho que el reporte
final únicamente se basará en aspectos científicos,
si esto ocurre, el resultado será vano", advirtió. Esta es
la primera ocasión en que el tema se discute abiertamente entre
científicos y las comunidades afectadas, lo cual hizo que se volcaran
sus representantes para defender el maíz, dijo Gustavo Alanís,
del Centro Mexicano de Derecho Ambiental y miembro del CCPC.
Cuestionó que en el informe preliminar se plantee
que se ha reducido la presencia de transgenes en los cultivos de los campesinos,
lo cual tiene que ver con el hecho de que no se han realizado monitoreos
recientes, pues los que se conocen se realizaron en 2001 y 2002, por lo
que es preocupante que se haga esa afirmación.
Agregó que las recomendaciones que se presentarán
a los tres gobiernos en junio, no sólo tendrán que ser públicas,
aspecto que los gobiernos deberán decidir, sino que la CCAAN deberá
darles seguimiento, lo cual hizo en los casos de contaminación de
la Presa de Silva, en Guanajuato, y en Cozumel.
Consideró que el gobierno, especialmente la Comisión
Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Mo-dificados
(Cibiogem), debe ser transparente en su actuación y en divulgar
la información, porque mantener en reserva los estudios es una violación
constitucional. Entre las recomendaciones que se prevén está
que el gobierno mexicano ejerza una mayor inversión pública
en investigación sobre transgénicos.
Por su parte, Chantal Line Carpenter, responsable del
grupo de medio ambiente y comercio de la CCAAN, dijo que, en el desarrollo
del informe, los científicos y la propia comisión no aceptarán
presiones del gobierno, la industria ni de Greenpeace. Indicó que
es un estudio independiente, en el que en dos años se han gastado
alrededor de 400 mil dólares. El plazo límite para hacer
comentarios al informe, cuyo capitulado se encuentra en Internet, la mayoría
en inglés, será el 12 de abril. La CCAAN se creó con
los acuerdos paralelos de medio ambiente del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte.
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