Ordenó la cancillería culpar a la agrupación vasca

El gobierno español dio la orden a sus embajadores, poco después de producirse los atentados del pasado jueves en Madrid, de que difundieran la versión de que ETA es responsable de los hechos, informó este sábado el diario El País. El diario cita el texto que, asegura envió la ministra de Exteriores, Ana Palacio: "Deberá VE (vuestra excelencia) aprovechar aquellas ocasiones que se le presenten para confirmar la autoría de ETA de estos brutales atentados, ayudando así a disipar cualquier tipo de duda que ciertas partes interesadas puedan querer hacer surgir". No fue posible confirmar de inmediato esta información con los responsables de la cancillería.

El gobierno español se apresuró el jueves a señalar a ETA como principal sospechosa de los ataques, pero también surgieron otras líneas de investigación y sospechas después que un grupo vinculado a Al Qaeda se atribuyera las acciones.

Analistas señalan que si se culpa a ETA podría ser beneficiado el Partido Popular, que ha mantenido una firme postura contra los independentistas vascos. Pero si se demuestra que Al Qaeda u otro grupo extremista islámico estuvo detrás de los atentados, podría considerarse el precio del apoyo que el presidente del gobierno, José María Aznar, dio a la guerra en Irak.

El País afirmó que la instrucción interna de Palacio, enviada aproximadamente a las 17:30 horas locales del jueves, incluía la atribución inmediata del Ministerio del Interior a ETA.

El diario agregó que el Ministerio de Asuntos Exteriores no quiso comentar el viernes el telegrama de Palacio, o si se giraron instrucciones modificadas a los embajadores después.

El periódico indicó que el telegrama de Palacio tuvo por "consecuencia inmediata" un "enfrentamiento" en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas entre la número dos de la embajada de España, Ana Menéndez, y el embajador ruso, Sergei Lavrov.

Sin embargo, el Consejo de Seguridad aceptó por 15-0 las palabras del gobierno español y condenó la tarde del jueves a ETA pese a las dudas de Rusia, Alemania, y otros países.

REUTERS