México D.F. Martes 16 de marzo de 2004
La tregua de la inocencia, su séptimo
poemario, se presenta mañana
Angelina Muñiz-Huberman posee la virtud de escribir
mientras duerme
''Despierto con las palabras ya casi en orden y debo
transcribirlas en el momento''
Cada género literario lleva implícito
el desarrollo que uno le dará, expresa
CESAR GÜEMES
Posee la decantada virtud de escribir mientras duerme
y ha desarrollado la disciplina de transcribir lo que sueña que
escribe en cuanto despierta.
Angelina Muñiz-Huberman, catedrática y prolífica
autora de novela, ensayo y poesía, da a conocer su séptimo
poemario, La tregua de la inocencia (Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes) y dice sobre su sistema de trabajo:
''El
hecho de que despierte con las palabras ya casi en orden me resulta muy
útil, y debo transcribirlas en el momento porque de otro modo se
me olvida el orden que ya traen. Esto no me sucede a diario, pero sí
con frecuencia y así me pasa desde que recuerdo."
Muñiz-Huberman ha incursionado en diversos géneros
literarios y producto de esa labor son libros como Areusa en los conciertos,
Castillos en la tierra, Las confidentes, La lengua florida
y El siglo del desencanto.
Sobre su diversidad de intereses literarios explica: ''Como
participo de varios géneros, la ida y vuelta al mundo exterior y
al de la reflexión interna me permite enfocar lo que observo desde
distintos ángulos.
''Por ejemplo, mi libro Dulcinea encantada tiene
un epígrafe tomado de Paul Klee: 'La frontera entre el interior
y el exterior es mínima'. Creo que en esa línea se habla
del ir y venir que es inseparable, aunque en la forma poética se
condensa y en el ensayo es posible ampliar lo que se busca decir."
-¿Cuál es el detonador que la lleva a decidirse
por la prosa o el verso?
-Cada género lleva implícito el desarrollo
que uno le dará. El poema por lo general, ya que es breve, ha de
llegar, al menos en mi caso, de un solo impulso. Supongo que es un proceso
acumulativo, tanto de palabras como de asuntos e interrogaciones ante el
mundo.
''Me despierto a las cuatro de la mañana y tengo
ya el verso inicial de un texto. Lo anoto, consigo además escribir
dos o tres líneas más y después ya aparece completo.
Si esa misma idea la quisiera desarrollar en un ensayo, entonces dedicaré
varios días a documentarla y buscarle la forma técnica. Y
si todavía considero que la idea alcanza para una novela, entonces
entro en una etapa distinta, en la cual debo planear un texto a largo plazo."
Presentación en la Casa del Poeta
-Su caso es similar a quienes dedican a la literatura
las primeras horas de la mañana, sólo que usted empieza a
las cuatro. Es como si escribiera mientras duerme.
-Trabajo de las cuatro a las seis de la mañana,
descanso una hora y a las siete de la mañana trabajo de nuevo. Si
por la tarde no tengo ningún pendiente, también escribo.
''Y tiene su lógica: cuando uno ha descansado y
al mismo tiempo ha tenido imágenes propias del sueño, al
despertar goza de cierto periodo de gracia caracterizado por la lucidez,
en el mejor de los casos."
El trabajo complementario al que describe Muñiz-Huberman,
el que se realiza a plena conciencia y durante el día, le implica
una labor distinta. Para la novela, en la que ha incursionado en varias
ocasiones, la autora parte de una historia que ha escuchado o que leyó,
y luego viene un periodo de cierto reposo en el que ''me dedico a pensar
las novelas, lapso que puede ser de años".
Y un buen día, ''como al dictado, que puede ser
a las 3 de la tarde, me decido a escribir y escribo. En ese momento el
trabajo literario es también curioso, porque ya puedo escribir sin
detenerme, ya de manera anterior lo he digerido y procesado tanto que sólo
resta escribir sin descanso, una página tras otra".
-¿Diría que es muy severa consigo misma?
-No, disfruto tanto escribir; es para mí un acto
tan vital, que no requiero agobiarme con el trabajo. Esta suerte de disciplina
en realidad es un placer y una alegría.
La tregua de la inocencia se presentará
este miércoles a las 19 horas en la Casa del Poeta (Alvaro Obregón
73, colonia Roma) y el próximo sábado en la Feria del Libro
Saltillo 2004.
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