.. |
México D.F. Domingo 21 de marzo de 2004
A LA MITAD DEL FORO
León García Soler
El basurero de la historia
VOLVIO EL PSOE A gobernar España y Aznar se fue al "basurero de la historia". No por el terror, sino el error de seguir a ciegas el dictado del imperio y cerrar los ojos a las multitudes que salieron a las calles y plazas de Madrid, de Barcelona, de Sevilla, a las de toda España, para decir no a la guerra y pedir que no se enviaran tropas a Irak. El acto terrorista y los muertos del 11 de marzo no inclinaron la balanza electoral contra el PP. Fueron los meses de mentiras y la persistente manipulación de los medios electrónicos de comunicación y de la prensa escrita. Ganó el PSOE y Rodríguez Zapatero confirmó de inmediato que cumpliría su promesa de campaña: los soldados españoles volverán a casa. El voto ha hecho volver al PSOE. Habría que aplaudir la sobria expresión de Rodríguez Zapatero: no hemos triunfado contra... sino en favor, con el acuerdo de la mayoría.
CUANDO LA DERECHA soñó la restauración del franquismo sin Franco, los del PSOE dejaban el poder entre cargos y culpas de corruptelas; parecía haberse hecho realidad la aclaración anarcosindicalista de Federica Fontseny. "šFederica, Federica -gritaban los jóvenes-, el socialismo ha tomado el poder!" No, les respondería: "el poder ha tomado al socialismo". Vino Aznar y el PSOE hizo su travesía del desierto, volvió a ser oposición; recompuso estructuras y supo resolver el tropezón de los barones. Cuando Rodríguez Zapatero se hizo cargo del partido, una extraña nostalgia invadió a la izquierda socialista, que añoraba el carisma de Felipe González. Hoy, Rodríguez Zapatero asume el liderazgo y presidirá el gobierno.
šVIVA ESPAÑA! El terror nada impuso. Votaron los españoles y decidieron sacar de la Moncloa a la derecha santurrona y socarrona de las fantasías de imperio asociado vía la coalición para combatir al terrorismo en la guerra preventiva, sin límites, sin fin. Los soldados españoles dejarán Irak y Afganistán. Pero no hay que confundirse, el terrorismo está entre nosotros, el 11 de marzo y sus víctimas en Madrid son amarga, triste realidad. El PSOE ya ha declarado prioritario el combate al terrorismo. Lo que ha repudiado es combatirlo mediante guerras ilegales, por legítima que sea la causa. La victoria del socialismo obrero español reintegra España a Europa. Nada parece capaz de alterar la tozudez fundamentalista de George W. Bush. Pero se abre un resquicio para el multilateralismo y ensayar la reinstalación de la ONU como espacio para el diálogo en busca de acuerdos y como valladar a las guerras.
UN FANTASMA RECORRE el mundo... No es el comunismo. Ya nadie atiende al manifiesto escrito por Marx y Hegel, aquel del alto valor literario y sabia previsión política que nos advertía sobre los ciclos repetitivos de la historia: primero como tragedia, luego como comedia. Este 21 de marzo, anuncio del arribo de la primavera, es "el invierno de nuestro descontento". Llueve lodo y las imprudentes invocaciones de magnicidios han dado paso a la fiesta de las balas. Atentaron contra la vida del gobernador de Oaxaca. José Murat salió ileso. Los poderes mediático-espectaculares sentenciaron de inmediato: no murió, luego se trata de una simulación. Y los expertos dictan cátedra de criminalística virtual, sin acudir al lugar de los hechos. Hace unos días, en los Chimalapas, Murat diría al presidente Vicente Fox que en las montañas imponían su ley los cacicazgos, los taladores y las bandas del crimen organizado.
YA HUBO DISPAROS, hay heridos de bala. José Murat dijo que él no es Ministerio Público, que las procuradurías encontraran a quienes intentaron matarlo. Recordó que en el Distrito Federal atentaron contra su hija adolescente y mataron a un ayudante que la acompañaba... y nada se ha logrado dilucidar en la averiguación de ese atentado. El gobernador de Oaxaca es político hiperactivo, promotor de la Conago y de la unidad de fuerzas opositoras a la privatización de la Comisión Federal de Electricidad y Pemex; participante directo y vocal en los conflictos intestinos del priísmo, que se debate entre la retoma de las banderas de justicia social y nacionalismo revolucionario, y la persistencia del reformismo aperturista, neoliberal, del priato tardío que entregó alegremente el poder. "Me querían muerto -dice- y ahora me quieren matar en los medios de comunicación".
LAS BALAS SON argumento de la sinrazón en las contiendas políticas. No le son ajenas; son respuesta o provocación para contrarrestar la fuerza del voto. Ahí están las que hirieron al presidente de Taiwán en plena campaña electoral. Aquí, Vicente Fox envió de inmediato su mensaje de solidaridad al gobernador de Oaxaca y condenó la violencia. La Procuraduría General de la República (PGR) atrajo de inmediato el caso, por haberse usado armas de alto poder, entre otras razones. No hacía falta que los opositores que denuncian el "autoatentado" solicitaran la intervención de la PGR. El procurador del estado no pudo haber actuado con mayor torpeza y la multiplicidad de versiones, propia de todos estos actos, tuvo el añadido de la incontinencia verbal de autoridades, gasolina arrojada al fuego del escándalo por los que esperaban que Murat fuera espectador pasivo de su propia destrucción.
LLUEVE LODO Y han empezado a llover balas. En el calendario enloquecido de nuestra transición, Vicente Fox retoma el tema de su prematura sucesión: la señora Marta "no correrá" en la campaña presidencial de 2006; "nos iremos al rancho para seguir ayudando a los pobres". Pero, añadió, la señora se manda sola. Y se fue a Tamaulipas a visitar instalaciones gaseras, en vísperas del día en que conmemoramos la expropiación y nacionalización del petróleo, de los fundos que nos escrituró el diablo, campo propicio para que Doheny el cruel y otros capataces impusieran la dura ley de la explotación y discriminación de los obreros mexicanos. Estuvo en Burgos el presidente Fox. El gobernador Tomás Yarrington fue anfitrión y escuchó el discurso con el que el Macabeo abajeño ratificaba que Pemex era de los mexicanos.
PERO LLEGO EL 18 de marzo y la ausencia del jefe de gobierno y jefe de Estado dejó un fuerte olor a azufre. Vacío el sitial abandonado para ilustrar las prioridades del cambio: sustituir la presencia presidencial en el acto conmemorativo de la expropiación petrolera para acudir al acto inaugural de la convención bancaria. La de la privatización para restablecer a los banqueros mexicanos y expropiación en favor del capital extranjero para dejarnos en el limbo de la globalidad. Ya no hay bancos con mayoría de capital mexicano en el país. En el espejo de la globalización no se ven capitales mexicanos dueños de la banca hispana o de Hong Kong o de Nueva York o de la Citi. En Acapulco festejamos nuestro subdesarrollo y no hubo una voz que lamentara la desaparición de la banca mexicana.
EL PRESIDENTE NO acudió a la conmemoración del 18 de marzo. Acudieron Felipe Calderón, Carlos Abascal y Francisco Gil. La presencia del vicepresidente económico comprobó que no estábamos ante una ausencia explicable por la necesidad de estar en Acapulco con los dueños de los bancos y no gozar el Presidente del don de la ubicuidad. Felipe Calderón, secretario de Energía, pronunció enjundioso discurso: hay que cambiar el régimen fiscal de Pemex, dijo. Las rentas del petróleo nos mantienen a flote. Hay quien venda la casa, el rancho y los animalitos. Pero nadie es tan idiota como para vender las rentas heredadas. Los ingresos se han incrementado, se invierte más en explorar y el precio del crudo supera ya los 30 dólares por barril, expuso ahí Raúl Muñoz Leos. Hay que dar autonomía de gestión a la empresa y cambiar el régimen fiscal.
PACO GIL NO abrió la boca. Ya en Acapulco diría que prevé un panorama incierto, no por el régimen fiscal sino porque México impone restricciones a la inversión privada en materia energética, "sólo comparables a las naciones más atrasadas del planeta". Háganse las reformas al sector para que vengan los capitales extranjeros a salvarnos. Tal como vinieron a salvar a los bancos privatizados. El de la voz declara ser militante del PRI, del partido opositor a Vicente Fox, quien dice que no se van a privatizar Pemex ni la CFE. Claro como el lodo. Hay ausencias cuyas razones la razón no entiende: los dirigentes del sindicato petrolero no asistieron al acto del 18 de marzo celebrado a la sombra de la Torre de Pemex. Leonardo Rodríguez Alcaine y Carlos Romero Deschamps oyeron la silbatina que los cetemistas dedicaron al presidente Fox. Aires de lesa majestad por los que entonaría la palinodia el líder de los trabajadores ferrocarrileros, el que llama "jefe" a Vicente Fox.
FLORES SE LLAMA el de los muchos jefes que en ese entonces retaba al perredista que se cubría el rostro con una máscara de puerco. Quién iba a decirnos que extrañaríamos el combate carnavalesco. Se ha envilecido el ambiente político y los que reciben el dinero de "empresarios progresistas" hacen gala de sus dotes histriónicas ante el tribunal del poder mediático espectacular. El procurador Bernardo Bátiz solicitó se instaure juicio de procedencia para desaforar al voraz Bejarano, quien amaga con denunciar a otros "personajes". Y Andrés Manuel López Obrador anuncia que volverá a sonreír.
POR ESO HA de ser que le preguntan a Cuauhtémoc Cárdenas si aspira a ser candidato a la Presidencia en los comicios de 2006. El hijo del Tata respondería, fiel a su espejo diario, que falta mucho tiempo, que hay todavía muchos videos pendientes de ser exhibidos para escarnio de los "personajes" que ahí desempeñan el papel de ávidos recolectores de dinero ("para la buena causa", ha dicho alguno; "se lo robaron", dijo Leonel Godoy). Hay que esperar, respondió Cárdenas, "a ver quién queda".
MALA HORA ESTA de juicios sumarios y sentencias dictadas a distancia por el altavoz del ágora electrónica; de la lectura a modo de lo escrito por quienes se ocupan o se ocuparon de la cosa pública. Leen entre líneas a Miguel de la Madrid y descubren opacidad gris en sus esfuerzos por evitar que el país "se (le) desbaratara entre las manos"; en el vecino del norte retoman la campaña de desprestigio que emprendieron Ronald Reagan y los suyos contra el de Colima. Menos mal que decidió escribir sus recuerdos, lo que su memoria le dicta. Peor es el silencio.
EN LA PRIMAVERA DE nuestro descontento vino Mijail Gorbachov. Conferencia magistral en la Universidad Anáhuac, para que las legiones confesionales de la derecha presuman que sus palabras dan fe de su ilusorio triunfo. No es lineal el proceso histórico. Casi nadie atendió la presencia de Gorbachov en México. Hay que reconocer que Vicente Fox lo recibió en Los Pinos. Francois Mitterrand le rendiría espléndido homenaje en sus memorias inconclusas. "Perdió el poder, perdió el imperio, pero ganó la Historia". Con mayúscula. Vino Gorbachov y cruzó el pantano en el que se ha enfangado nuestro quehacer político. En mala hora.
|