México D.F. Miércoles 24 de marzo de 2004
Por primera vez un gobierno democrático
organiza actos centrales en esta fecha
Conmemoran hoy en Argentina el golpe militar que dio
paso a la dictadura
Madres de Plaza de Mayo no asistirán a la ceremonia
que se llevará a cabo en la Esma
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 23 de marzo. A 28 años del
día del horror, aquel 24 de marzo de 1976, cuando un golpe
militar instaló la dictadura más cruenta que haya vivido
Argentina, por primera vez un gobierno democrático organiza actos
centrales, como será el de la Escuela de Mecánica de la Armada
(Esma), que por decisión del presidente Néstor Kirchner se
convertirá en el Museo de la Memoria, y otros actos similares.
Este año hubo importantes avances después
de que el mandatario, ante la demanda de familiares de desaparecidos y
de organismos humanitarios, envió al Congreso el proyecto para anular
las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, (votadas entre 1986 y 1987)
bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. Esto llevó a reabrir
las megacausas para juzgar a los mayores responsables de delitos
de lesa humanidad, que se habían amparado en la impunidad que les
otorgaban esas leyes.
En
los recientes días, la declaración de inconstitucionalidad
de dos indultos decretados por el ex presidente Carlos Menem en los años
89 y 90, y que interrumpieron las condenas de los máximos jefes
de la dictadura, son otros pasos para terminar definitivamente con la impunidad
reinante en el país, cuyas consecuencias se viven hasta hoy.
Kirchner anunciará este miércoles la creación
del Museo de la Memoria en la Esma, uno de los mayores centros clandestinos
de detención, donde por los menos 5 mil personas fueron desaparecidas.
Antes, el mandatario acudirá al Colegio Militar, donde en otro acto
de fuerte simbolismo retirará los retratos de los ex dictadores
Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, que están colgados en una
galería junto a los de otros ex jefes militares.
Esto provocó la furia de los sectores derechistas
contra el mandatario, que han emprendido una campaña de alto nivel,
contando con una buena cantidad de medios masivos en todo el país.
Desde el término neomontonero para definirlo a él,
al canciller Rafael Bielsa y a otros funcionarios, la derecha ha recurrido
a informes delirantes, pero tan peligrosos como aquellos que llevaron al
terrorismo de Estado en los años 70.
Por su parte, la división de los organismos humanitarios
no ayuda mucho en la urgente y necesaria unidad para la recuperación
democrática profunda. Un purismo exacerbado, que a veces se parece
a la soberbia o la intolerancia, algo que no era parte de los conceptos
de los militantes de los años 70, miles de ellos desaparecidos,
no ayuda en un momento especial de la historia nacional, destacan analistas.
Precisamente uno de los objetivos de los miles de desaparecidos
era lograr una sociedad más justa, una democracia permanente y no
permanentemente interrumpida por golpes de Estado, o una sociedad socialista,
pero en todo caso, sus ideas no empataban nunca con la mezquindad política.
En el acto oficial de la Esma, Kirchner y el jefe de gobierno
de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, firmarán el convenio para
instalar el museo. Al terminar esta ceremonia actuarán Víctor
Heredia, León Gieco y Joan Manuel Serrat.
El homenaje frente a la Esma comenzará más
temprano con la presencia de familiares y organismos de derechos humanos,
con excepción de las Madres de Plaza de Mayo que preside Hebe de
Bonafini, que rechazó la presencia de varios gobernadores, algunos
de los cuales pensaban llegar al lugar en apoyo de la decisión presidencial,
como Felipe Solá, Jorge Obeid y otros, también perseguidos
en su tiempo por la dictadura.
Esto planteó otro momento difícil para el
gobierno de Kirchner. Varios de los mandatarios ya dijeron que no participarán
para evitar problemas con el sector que encabeza Bonafini, pero suscribirán
un desplegado en el cual, entre otras cosas, se expondrá que en
el Nunca Mas también se debe inscribir el No a la discriminación.
La actitud de Bonafini impactó en el gobierno,
que mantenía una buena relación con ella, y esa objeción
provocó algunas declaraciones oficiales. El ministro de Interior,
Aníbal Fernández, recordó que "la fecha del 24 de
marzo es negra para todos los argentinos, pero en particular para la dirigencia
política y fundamentalmente peronista", seguramente en referencia
a que entre los 30 mil desaparecidos 80 por ciento correspondió
a las filas del peronismo revolucionario. Recordó que en la actualidad
el país se encuentra bajo "un gobierno democrático que ha
reinvindicado definitivamente los derechos humanos para los argentinos".
Más allá de estas actividades se decidió
llevar a cabo, en el transcurso de la semana, una serie de actos para mantener
viva la memoria sobre el golpe militar y sus consecuencias. Habrá
desde este año una sede para el Teatro X la Identidad, una exposición
de Memoria Gráfica de las Madres de Plaza de Mayo, proyecciones
de películas sobre la dictadura, debates entre estudiantes sobre
el tema Memoria y Derechos Humanos, muestras en homenaje a los desaparecidos
en todos los colegios, actos en los centros de detención clandestina,
incluido el llamado Club Atlético, en la zona de San Telmo, donde
en este momento se realizan excavaciones buscando restos de muchos de los
desaparecidos en ese lugar.
El pasado 9 de marzo Carlos Lordkjipanidse dijo al mandatario:
"Yo escuché su discurso cuando asumió. Usted dijo que cruzar
esta puerta no lo iba a hacer abandonar sus principios (...) Nosotros cruzamos
la puerta de la Esma y no abandonamos los nuestros. Le pedimos que nos
ayude".
Por último, el diario Clarín dio
a conocer páginas de expedientes secretos en los que se pudo leer
que una incumplida orden de expulsión contra el ex senador uruguayo
Zelmar Michelini facilitó su secuestro y muerte en Buenos Aires,
un mes después de instalada la dictadura (1976-1983). Este crimen,
nunca esclarecido, es uno de los más emblemáticos episodios
del Plan Cóndor, la coordinación represiva de las
dictaduras del cono sur en las décadas de los 70 y 80.
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