México D.F. Jueves 25 de marzo de 2004
Robert Fisk
Bienvenidos al mundo loco loco de Kadafi
Como dicen los árabes, vivimos tiempos interesantes. Hoy, el primer ministro británico vuela a Libia para rendir homenaje a la corte de Kadafi. El hombre al que se culpó de la explosión de dos aviones de pasajeros en pleno vuelo -uno estadunidense y el otro francés-, de enviar armas al ERI, de invadir Chad, de matar a una joven policía británica, de asesinar a sus rivales políticos en el país y en el extranjero, y quien ha sido objeto de bombardeos tanto estadunidenses como egipcios, hará de anfitrión de nuestro querido primer mi-nistro. Kadafi del Libro verde se encontrará con lord Blair de Kut al Amara. No puedo esperar a verlo.
Me cuestiono si son sólo los árabes quienes se hacen la pregunta obvia: ƑQué tan desesperado puede estar el señor Blair para hacerse el amistoso con Kadafi? No es que a los árabes les desagrade Kadafi. Tienen una suerte de admiración secreta por el hombre que abandonó la Liga Arabe porque la considera irrelevante, que se burla de la pomposidad de otros líderes árabes, quien sobrevivió los intentos estadunidenses de librarse de él. Los bombardeos estadunidenses de 1985 tenían la intención de asesinar al Gran Líder, pero en cambio mataron a su hija adoptiva. Lo admiran aunque una vez deportó a la mitad de los refugiados palestinos en Libia y les dijo que se fueran caminando hasta Palestina.
Al igual que Saddam Hussein, Kadafi ha producido una obra literaria; los viejos monstruos, al parecer, tienden hacia lo épi-co cuando ya están chocheando. Se titula Escape al infierno y otras historias. El volumen debería ser hoy lectura obligada a bordo del avión de Blair. Desde luego recomiendo echar un vistazo al capítulo ƑHa muerto realmente el comunismo?, en el que se sugieren una serie de extraordinarios acontecimientos, que son posibles ahora que se ha derrumbado la Unión Soviética.
Entre ellos se incluye la eventualidad de que "algunas personas en el mundo cristiano se den cuenta de que el hecho de que Cristo se crucificara por el bien de otros es una falsedad histórica", que surja un "Cuarto Reich" alemán que esté por encima de Gran Bretaña y Estados Unidos y que los israelíes se diseminen por todo el mundo árabe "poniendo sus talentos al servicio de los árabes, porque esto será un millón de veces mejor que quedarse en Palestina".
El capítulo Reflexiones sobre la muerte, pregunta si la muerte es hombre o mujer. Kadafi parece favorecer la segunda opción. Bueno, Ƒesperaríamos otra cosa de un hombre que se rodea con una bandada de mujeres fuertemente armadas a las que ha nombrado su "equipo de seguridad"?
De hecho, recuerdo una cumbre árabe en El Cairo, celebrada hace algunos años, a la que, después de llegar ataviado con una bata dorada y escoltado por mujeres con pistolas, Kadafi saludó al presidente Hosni Mubarak y fingió confundir la puerta de un baño público con la entrada de la sala de conferencias. Por siempre recordaré la delgada y dolorosa sonrisa de Mubarak. Lord Blair de Kut podrá ensayar hoy esa misma sonrisa en la famosa carpa de Kadafi.
Al menos no tendrá que pasar por la vergüenza que sufrió el antiguo jefe de protocolo de Tito, quien me contó cómo Kadafi llegó al aeropuerto de Belgrado con un avión repleto de camellos, de los que dependía su diaria ración de leche fresca, y en el que también viajaba un corcel blanco que el gobernante pretendía montar para llegar triunfal a la cumbre de los No Alineados que se celebraba en la entonces capital yugoslava. Hablamos del mismo hombre que una vez apoyó un Estado binacional para palestinos e israelíes, "Isratina". No en balde Jack Straw calificó a Kadafi de "estadista".
Por supuesto, no es difícil ver qué hay detrás de la payasada de hoy. Después de haber llevado a su país a la guerra con un coctel de mentiras y distorsiones, lord Blair debe cometer un fraude más y proclamar que "haberle arrancado los colmillos" a Li-bia es un resultado directo de la invasión ilegal a Irak, y por tanto, justifica por completo la desastrosa ocupación de Mesopotamia.
No lo culpo por hacer el intento. Cualquiera con el cargo de conciencia que debe padecer el primer ministro seguramente bus-cará una escapatoria. Lo que me sorprende es la elección de su patiño: uno de los dictadores más excéntricos, chiflados, graciosos y mortíferos de todos los que han existido.
La narración que quedará en la historia tampoco hace que el viaje a Oriente de nuestro primer ministro parezca más cuerdo. Primero, envía a nuestros soldados a Irak porque Saddam tiene armas de destrucción masiva, que ya no existen, y luego hace una visita social a Libia porque Kadafi siempre ha tenido armas de destrucción masiva. ƑEn verdad las tiene?
Uno de los más extraños elementos de la saga libia son todas esas nuevas centrífugas y demás aparatos nuclares que la ONU, los británicos y los estadunidenses han estado encontrando en Kadafistán. ƑDe verdad estuvieron ahí durante décadas? ƑCuándo decidió instalarlas Kadafi? ƑY por qué los servicios de inteligencia estadunidenses -que fueron capaces de identificar los trenes que transportaban los inexistentes laboratorios de armas iraquíes- no pudieron captar la radiación del supuesto programa nuclear de Kadafi?
Fue un humilde lector de The Independent (gracias, Willy McCourt, de Manchester) quien me señaló que la población de Libia es de sólo 6 millones de personas. "Imagínese a Irlanda con un programa nuclear y que nadie se entere de ello", me escribió. Muy cierto.
Existe otra pregunta que intriga. Si podemos averiguar dónde compró todo eso Kadafi, Ƒnos pueden decir también cuándo decidió renunciar a ello? ƑLa semana si-guiente? ƑUn año después? ƑO decidió renunciar a su equipo desde antes de adquirirlo? En otras palabras, existe un contubernio aquí, alguna complicidad entre un hombre harto de su aislamiento internacional y otro harto de que le digan -con muchísima razón- que llevó a su país a la guerra con base en una mentira.
Es muy loable afirmar que Kadafi renuncia a sus ambiciones nucleares porque aprendió la lección de Saddam. Pero Kadafi no corría ningún peligro de ser invadido. Tras la conquista de Irak, la administración estadunidense lanzó sus fanfarronadas estúpidas contra Siria e Irán, no contra Libia. De hecho, y sobre la base de que Kadafi pudo haber tenido armas nucleares, él estaba completamente a salvo, al igual que el Amado Líder de Corea del Norte.
Sería agradable tener otro dossier de Downing Street acerca de esto. Y tal vez Kadafi -en quien el primer ministro podría descubrir el perturbador hábito de, a veces, decir la verdad- nos iluminaría. Estoy seguro de que nuestros servidores públicos ya le han escrito un guión. Pero nuestro coronel favorito tiene otro hábito perturbador del cual habría que advertirle a nuestro primer ministro: muchas veces se sale del guión.
Un ejemplo preocupante de esto ocurrió en febrero cuando el primer ministro libio, Shokri Ghanem, anunció en declaraciones a la BBC que Libia no había aceptado su responsabilidad en la destrucción del vuelo 103 de Pan Am sobre Lockerbie. šUpsš
Desde luego, algunos temas no serán mencionados cuando los dos grandes estadistas de Occidente y Oriente se reúnan en Trípoli. No hablarán, por ejemplo, del documento del gobierno estadunidense, de 1991, que culpa a Kadafi no sólo de Lockerbie, sino de sabotear el vuelo 772 UTA sobre Chad, en 1989; del ataque a un crucero griego por parte de pistoleros vinculados a Libia, ese mismo año, y del secuestro del yate Silco y de su tripulación de ocho personas, quienes fueron mantenidas como rehenes en Libia durante cuatro años. Tampoco charlarán acerca de la organización secreta Mathaba, que entrenaba a extranjeros en "actividades subversivas".
No se perderá tiempo en discutir el ahorcamiento público, en 1979, de estudiantes universitarios disidentes en la plaza principal de Benghazi. Me imagino que tampoco se hablará de la suerte que corrió Mansour al Kirkhiya, defensor libio de derechos humanos, quien "desapareció" cuando asistía a una reunión de derechos humanos en El Cairo, en 1993, justo después de denunciar que Muamar Kadafi ejecutaba a sus opositores políticos.
Por lo tanto, es muy probable que los dos Grandes Líderes se lleven muy bien. Ambos, después de todo, se toman inmensamente en serio. Como lo señaló un grupo opositor libio hace una década, Kadafi "nos quiere hacer creer que él está a la vanguardia de todos los desarrollos humanos surgidos durante su vida. No le basta ser un go-bernante absoluto con poderes ilimitados..."
Si los constantes cortes de electricidad lo permiten, nadie en Bagdad estará viendo esta destartalada historia épica con más interés que yo.
Producciones šUps! presenta Escape al in-fierno. Promete ser tan divertida como Irak. © The Independent Traducción: Gabriela Fonseca
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