Lanzamiento simultáneo de sus novelas Adicción, Vapor y Cuartos para gente sola

Tres escritores propugnan ser leídos al margen de lastres generacionales

La editorial Joaquín Mortiz publica a Isaí Moreno, Julieta González y J.M. Servín

CESAR GÜEMES

No son compañeros de generación ni es de su interés serlo. Proponen, cada quien por su lado y a su aire, ser vistos y leídos como escritores autónomos, a salvo ya de los lastres de las generaciones que en el pasado devinieron lo mismo grandes grupos literarios que mafias culturales.

Aparecen, sin embargo, juntos, por razones de calendario editorial. Joaquín Mortiz, en un proyecto creado por Planeta y editado por Andrés Ramírez, da a conocer de un golpe tres novelas: Adicción, de Isaí Moreno; Vapor, de Julieta González, y Cuartos para gente sola, de J.M. Servín.

En efecto, cada una va por su lado y el único punto de contacto es que fueron escritas por mexicanos que cronológicamente viven en la primera madurez.

Deslinde de camarillas e intereses

Isaí Moreno, narrador que en 1999 obtuvo el Premio Juan Rulfo de Primera Novela, pone el primer clavo en la cruz de la tumba de las ''promociones":

''La idea generacional es más un producto del mercado o de los críticos que de los mismos escritores.

''Lo deseable es que el escritor tenga un universo particular del que salga su literatura, que posea un mundo propio y una forma de abordarlo que sólo pertenezca a él

''Estoy seguro de que en México se puede hablar de individualización literaria, conozco a muy buenos escritores que me hacen pensar en ello."

El segundo clavo viene directo de Julieta García González, hasta hace poco escritora residente de la Jiménez-Porter Writer's House de la Universidad de Maryland:

''La desaparición de la idea de generación ha de responder a un cambio en el tratamiento de los medios, a lo que dice la crítica y a la forma en que el lector percibe un trabajo que en todos los casos es individual."

Viajero, leído y premiado dentro y fuera de México, J.M. Servín aplica el clavo final de la mencionada cruz y martilla con algo más que firmeza:

''Asumir la escritura como una manera de existir me ha permitido hasta ahora una movilidad social que por su lado me deslinda de mafias, camarillas e intereses, con lo cual asumo las consecuencias de mi propia trayectoria.

''Encajonar a los escritores en grupos o generaciones era una característica acomodaticia que muy pocas veces reflejaba el verdadero sentir de los autores."

Realismo sin rodeos

Dice Daniel Sada que la novela de Isaí Moreno es poderosa y con una apuesta por el rigor formal. Así responde el interesado al gesto de Sada:

''Escribir Adicción me llevó más de tres años y muchos de los valiosos comentarios, llenos de sabiduría que recibí, vinieron de Daniel Sada.

''En cuanto al estilo, si nos referimos al estilo propio de un escritor, considero que es producto de una búsqueda, y ante todo de trabajo constante y experimentación. Tal vez haya en el estilo rasgos de la personalidad propia, pero más influye el haber escrito mucho antes de irlo definiendo, librándose de las influencias de otros escritores."

En Adicción aparece un ''asesino ocasional" y la forma de narrar es, en el mejor sentido, realista. La aparición de un personaje como el señalado y el enfoque de Moreno se explica así en sus palabras:

''No escribí la novela para hablar de la violencia. El personaje al que te refieres, sin embargo, al tener una aproximación a la muerte, se acerca más a la vida, ama la vida, así como los demás personajes con quienes convive.

''El realismo del que podría hablarte, presente en la novela, se refiere a ir al fondo, sin rodeos, en los asuntos humanos de mis personajes."

Vapor, de Julieta García González, es una novela que hace resurgir en México la literatura erótica, un apartado que parecía descuidado no sólo en el país sino en la literatura escrita en castellano. Su autora expresa, sin embargo, no estar segura de que esa obra se inserte ''tal cual dentro de la novela erótica, aunque sí se apoya mucho en el tema". Y aclara:

''No pensé en hacer una novela erótica, sino que la exploración de la sexualidad era fundamental para ciertos cambios en la vida de los personajes que aparecen en ella. Y vemos que en la vida cotidiana mucho de lo que ahí narro sucede.

''Quiero pensar que aunque el erotismo motiva las variaciones de la obra, no es del todo lo central, al menos no para mí como autora y el lector diga exactamente lo contrario."

Exploración de personajes solitarios

J.M. Servín hizo con Cuartos para gente sola una exploración en personajes solitarios, ambientes oscuros y situaciones límite.

La coincidencia con el acercamiento a estos elementos del cine y la literatura contemporánea es, nos explica Servín, no más que eso, ''una coincidencia con el momento histórico y social que está relacionado sin duda con el proceso de globalización que vivimos.

''No persigo determinada corriente literaria. Asumo la coincidencia temática de mi novela y señalo que de alguna manera antecedió a la efervescencia por los temas y sujetos marginales."

Tres novelas, tres apuestas, ninguna generación a la vista.