México D.F. Jueves 25 de marzo de 2004
La activista por los derechos humanos fue recordada
a 10 años de su muerte
Evocaron a Nancy Cárdenas como una mujer de
múltiples talentos
CARLOS PAUL
Mujer
de múltiples talentos, Nancy Cárdenas (1934-1994) siempre
estuvo al frente de sus circunstancias: en la batalla contra la intolerancia,
la ilegalidad, la deshumanización, la ignorancia, pero sobre todo
fue una defensora de los derechos humanos y civiles, ''en un momento en
que no se registraba que las minorías tuvieran acceso a esos derechos".
A 10 años de su muerte y 70 de su nacimiento, la
dramaturga y activista coahuilense fue recordada anoche por Carlos Monsiváis,
Beatriz Bueno y un grupo de actrices y amigas, quienes ponderaron su temperamento
combativo, rebelde e irónico.
Para ella ''lo privado era lo público. No exhibía
su intimidad, pero sí su derecho a la diversidad.
''En un momento en que todo era miedo y reticencia -recordó
Monsiváis- Nancy se atrevió a desafiar a toda la sociedad,
a manifestar su orientación sexual con mucha inteligencia.
''Dio oportunidad a la sociedad para que reconociera la
capacidad crítica de una minoría denostada, acosada e invisibilizada;
actitud que con el tiempo, ahora nos parece más contemporánea.
''Su lucha por los derechos humanos y civiles provocó
que hoy la sociedad mexicana sea más civilizada de lo que era, lo
que se puede ver reflejado en los casos de la película El crimen
de padre Amaro, la píldora del día siguiente o
en los intentos sucesivos de censura y prohibición."
Deuda de gratitud
Fue en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
donde se evocó el temperamento, rebeldía, humor y creatividad
de ''Nancy Cárdenas, la siempre inoportuna", definiría Monsiváis.
''Mira que venir a morirse el 23 de marzo de 1994, cuando
por la tragedia de Lomas Taurinas el país entero naufragaba en el
miedo y la incertidumbre.
''Mira que nacer en Parras, Coahuila, hace 70 años
y negar las tradiciones entonces dominantes y separarte de las metas a
tu alcance (abogada, ama de casa, doctora, por ejemplo), y decidirte por
la literatura dramática e integrarte a un grupo donde intervenían
actores, dramaturgos, novelistas, eruditos, activistas de izquierda, gays
y unas cuantas lesbianas. ¡Qué inoportuna Nancy Cárdenas!
''Por salir del clóset con la vitalidad de sus
otras actividades, por tus esfuerzos de concientización. Por defender
los derechos civiles de gays y lesbianas, en 1973, en el programa dominical
de Jacobo Zabludovsky y organizar el primer grupo de derechos de las minorías
sexuales con alegría y sistema.
''¡Qué inoportuna Nancy Cárdenas!,
por ser la primera en montar una obra sobre el sida y criticar las prácticas
homofóbicas de sicoanalistas y sicólogos y por -entre otras
cosas- impulsar el primer manifiesto sobre los derechos de una minoría,
En contra de las razzias, con las firmas, entre otros, de Juan Rulfo,
Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco y Vicente Rojo'', comentaría
Monsiváis, para luego concluir: ''En este resurgimiento y fracasos
sucesivos de la derecha, qué extraordinaria la existencia de personas
como tú, qué deuda de gratitud con gente como tú,
Nancy Cárdenas".
Luego de las palabras de Beatriz Bueno, quien rememoró
las aventuras políticas y fraternales que compartió con Nancy
Cárdenas, un grupo de actrices realizaron una lectura dramatizada
de algunos poemas de la activista, con el título Vuelo acordado.
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