México D.F. Sábado 27 de marzo de 2004
Adelanta el gobierno argentino que interpondrá
demanda penal
Denuncia Kirchner amenazas por su intención
de edificar memorial en la Esma
Buenos Aires pide informes a Berna sobre 33 cuentas
bancarias ligadas al narcotráfico
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 26 de marzo. El gobierno argentino
se apresta a denunciar ante la justicia las amenazas anónimas recibidas
la víspera por la decisión del presidente Néstor Kirchner
de levantar un memorial donde funcionó el centro de exterminio de
la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) durante la dictadura
de 1976-83.
El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli,
al anunciar la presentación de la denuncia penal, aseveró
que una persona dijo por teléfono que el gobierno debe esperar que
"todo lo que hiciéramos en la Esma será destruido".
Indicó que se iniciará una investigación
al respecto, y atribuyó la autoría de las amenazas a "nostálgicos
del terrorismo de Estado. Es evidente que a éstos les molesta la
política" contra la impunidad que lleva adelante el presidente Kirchner.
El funcionario también se solidarizó con
vecinos del barrio San Cristóbal, quienes denunciaron la poda "con
saña" de la mitad de los 70 árboles que plantaron días
atrás en memoria de cada uno de los desaparecidos en esa zona, entre
ellos el periodista Rodolfo Walsh. En el acto se dijo que la poda fue realizada
por personas que iban en una camioneta la madrugada del pasado día
24, cuando se cumplió el 28 aniversario del golpe militar.
Por otra parte, la justicia argentina pidió a Suiza
informes sobre 33 cuentas bancarias al parecer ligadas con la venta de
armas ilegales a Croacia y Ecuador, que datan del gobierno de Carlos Menem
(1989-99).
En
tanto, viejos documentos sobre la Operación Cóndor,
la acción criminal conjunta desarrollada por las dictaduras del
Cono Sur entre los años 70 y parte de los 80, muestran que esas
actividades no eran ignoradas por países europeos, a los que se
enviaron informes, y que Chile, Argentina y Uruguay eran los más
decididos colaboradores.
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz,
adelantó a este periódico un documento desclasificado que
llegó a sus manos, el cual data de septiembre de 1976, cuando una
"fuente confidencial del extranjero" (están tachadas varias palabras)
había proporcionado información sobre las características
y alcances de la Operación Cóndor, dirigida a varios
países europeos, en inglés, desde lo que se ubica como la
embajada de Estados Unidos, aunque tiene gran cantidad de tachaduras que
ocultan nombres y otros datos.
La Operación Cóndor era "el nombre
clave para la recoleccion, intercambio y almacenamiento de datos de inteligencia
concernientes a los llamados izquierdistas, comunistas y marxistas, que
fue recientemente establecida entre servicios de inteligencia en América
del Sur con el objetivo de eliminar actividades marxistas terroristas en
el área", tal como consta en otro cable desclasificado enviado el
28 de septiembre de 1976 por el ex agente del FBI Robert Scherrer desde
la embajada estadunidense en Buenos Aires.
Este plan "incluye operaciones conjuntas contra objetivos
terroristas en los países miembros. Chile es el centro de la Operación
Cóndor, que incluye además a Argentina, Bolivia, Paraguay
y Uruguay". Añade que "Brasil, tentativamente, ha acordado suministrar
datos para la Operación Cóndor y prosigue remarcando
que los miembros de este accionar, que "han mostrado el mayor entusiasmo
para unirse, han sido Argentina, Uruguay y Chile. Estos tres países
se han comprometido en operaciones conjuntas, primariamente Argentina,
contra objetivos terroristas".
Siguen varios párrafos tachados que se refieren
a alguna acción del 20 de septiembre de 1976, y se señala
que "una tercera y más secreta fase de la Operación Cóndor
involucra la formación de equipos especiales de los países
miembros para viajes a cualquier parte del mundo, a naciones no miembros,
para realizar desde sanciones hasta asesinatos contra partidarios de terroristas
u organizaciones terroristas".
Por ejemplo, si un terrorista o el partidario de una organización
de un país miembro (de esta operación) fuera localizado en
una nación europea, un equipo especial sería despachado para
localizar y estudiar el objetivo. Cuando la operación de localización
y vigilancia hubiese terminado, un segundo equipo de la Operación
Cóndor sería enviado para ejecutar la acción correspondiente
contra el objetivo.
"A los equipos especiales se les proporcionaría
documentación falsa de los países miembros (...)", y estarían
compuestos exclusivamente por individuos de uno de esos países asociados
o "de un grupo mixto de varias naciones miembros de la Operación
Cóndor".
Dos naciones europeas, específicamente mencionadas
"para posibles operaciones bajo la tercera fase de la Operación
Cóndor, serían Francia y Portugal.
En este caso se menciona que un "equipo especial ha sido
organizado por (siguen líneas tachadas) y está siendo preparado
para posibles futuras acciones bajo la tercera fase de la Operación
Cóndor". Una serie de tachaduras impide seguir otros detalles
de la información, aunque se puede leer en una parte, borrosamente,
que "no está más allá del reino de las posibilidades
que el reciente asesinato de Orlando Letelier en Washington haya sido realizado
como acción de la tercera fase" de la Operación Cóndor
ocurrido en 1976.
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