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México D.F. Martes 30 de marzo de 2004
ASTILLERO
Julio Hernández López
La dictadura virtuosa
El taquimecanógrafo Leonel
Desfiguros de un empleado
Incongruencias discursivas
LO PEOR DE TODO es que Leonel Godoy tenía razón cuando el sábado advertía ante reporteros que aceptar la propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas hecha un día antes significaría convertirse en un dictadorzuelo. Mediante una fórmula de ligereza política extrema, el tres veces candidato presidencial pretendía, según dijo en tribuna, "liberar a la dirección del partido de las ataduras que le imponen los sectarismos y las cuotas". Para ello, y luego de hacer un recuento de la grave crisis que vive el partido del sol azteca y que en ese momento (como ahora) no parecía tener salida, Cárdenas planteó: "demos plena libertad a nuestro presidente para que lleve a cabo la restructuración de los órganos de dirección, del Comité Ejecutivo Nacional y el consejo nacional para abajo" y "dejemos nuestros cargos en los comités ejecutivos y en los consejos, en todos los niveles. Brindemos confianza a la responsabilidad política de nuestro presidente para que recomponga, con carácter provisional, y con la temporalidad que esta asamblea acuerde, los órganos de nuestra dirección".
TAL ERA JUSTAMENTE el sentido que los antiguos romanos daban a la dictadura, al entregar poderes absolutos a un personaje para que a partir de la confianza entregada, con una gran responsabilidad presupuesta, con poderes provisionales y ajustándose a temporalidades supuestamente acotadas, recompusiera heroicamente cuadros de crisis grave. Tal ha sido la versión moderna de las dictaduras, cuando a partir de la ocurrencia personal de un caudillo se dan por desaparecidas estructuras colectivas para dar paso a interpretaciones personales siempre presuntamente investidas de inmejorables propósitos, sean el patriotismo u otros fines teóricamente válidos. Cárdenas creía que la solución a los graves problemas del PRD empezaría cuando todos los dirigentes entregaran su renuncia a Leonel Godoy y dejaran a éste, por sí mismo (con su gran fuerza y autoridad morales y políticas, con su gran autonomía y valores personales), decidir el futuro del partido del sol azteca sin tomar en cuenta las fuerzas y los intereses reales que allí conviven para mal mucho más que para bien.
PERO CARDENAS, CON su idea de la dictadura virtuosa, pretendía al mismo tiempo convertirse en el gran beneficiario de ese virtual golpe partidista. Nadie más que él habría de influir en las futuras decisiones de quien, como se ha visto, no es más que un empleado al que el menor enojo del patrón le lleva no sólo al llanto sino a la descompostura pública extrema (en cuyas angustias fácil se le hizo tratar de echar culpas a otros). Andrés Manuel López Obrador habría tenido el aplauso más intenso del congreso, pero Cárdenas tendría ahora su dictadorzuelo personal para nombrar una nueva estructura perredista que recompusiera las inclinaciones aplaudidoras. En-frentado a los grupos y corrientes a los que la propuesta cardenista habría quitado de un plumazo cargos y representaciones, Leonel no tendría fuerza para dictar nada, sino simplemente tomaría órdenes y recados de su verdadero jefe y los haría pasar como decisiones propias: dictadorzuelo, pues. No se necesita comprobación científica de la condición de hombre de paja de Leonel, basta revisar las penosas demostraciones de servilismo hechas ayer en espera de absolución; dirigente perredista mansa y voluntariamente sometido al maltrato y el regaño del jefecito cuya bondad se manifiesta justamente en esas correcciones a los desvíos de sus empleados de confianza: "en boca callada no entran moscas", le soltaba en diálogo radiofónico Cárdenas a Godoy mientras éste se enredaba con explicaciones tontas sobre "charlas" de "media hora" habidas el sábado de su desgracia con reporteros de La Jornada que el ingenuo Leonel consideraba que nada más eran pláticas vaciladoras, confesionarios sin grabadora, solitarios verbales para matar el tiempo. Eso sí, el combativo y gallardo dirigente Godoy se deshacía en expresar cuantas veces fuese necesario la admiración que siente por Cárdenas, pidiéndole una y otra vez que lo disculpara, que lo perdonara.
LOS ASOMOS DE LO dictatorial están presentes también en el fondo y la forma de la renuncia presentada por Cárdenas a sus cargos partidistas. En su discurso del pasado viernes exhortaba a reimplantar al PRD como un partido "de propuestas y de ideas, de discusión constructiva, en el que no quepan incondicionalidades ni unanimidades impuestas". Sin embargo, a Cuauhtémoc (que desde hace tiempo vive políticamente marcado por el signo del enojo, de la actitud intransigente con todo aquel que no piense como él, de la molestia porque hubiera otro que pudiera ser candidato presidencial) le indignó que su idea de la dictadura virtuosa no fuese analizada o rebatida como él hubiese deseado, y que el presidente formal del partido del sol azteca la rebajase al considerar que le convertiría en un dictadorcillo. Así hubiese sido el peor razonamiento de la historia política universal, Ƒno tenía derecho Leonel a emitir libremente su opinión? ƑPor qué Godoy debería responder obligadamente a una idea, a una propuesta de Cárdenas como éste deseaba? ƑUn militante distinguidísimo del PRD quería que el presidente de este organismo se mostrara (como ahora lo está haciendo) como un incondicional? No debería haber en el PRD "unanimidades impuestas", como decía Cárdenas el viernes, pero, si el domingo no aprobaban lo que él había propuesto, o no le daban el trato que él esperaba, Ƒentonces ya no habría lugar para "discutir ideas y propuestas", sino una renuncia chantajista, berrinchuda, mediante la cual, en lugar de ayudar al sol azteca a salir de su crisis, se le ha empujado aún más al fondo? "No nos aferremos a pequeñeces. Superemos las actitudes que han achicado a nuestro partido, que lo han sacado de la discusión ideológica y de la elaboración programática, que le han cerrado cada vez más oportunidades de avance y de servicio", eso decía Cárdenas el viernes, aunque luego, el domingo, postraría a un pobre dirigente interino y colocaría al PRD en una lamentable situación tragicómica, una especie de desconchinflado juguete infantil provisionalmente sin veleidoso dueño. Fax: 5605-2099 [email protected]
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