México D.F. Martes 30 de marzo de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Privatizaciones energéticas causan crisis en Argentina
Altas tarifas y malos servicios, consecuencias de la venta de las empresas estatales
EL PROBLEMA ES delicado y tiende a empeorar en el sector energético: cortes continuos de electricidad en muchas ciudades, apagones extensos en las grandes urbes, aumento constante en los precios de los combustibles líquidos arrastrados por los vaivenes internacionales sin tener en cuenta los costos nacionales, reciente aumento tarifario del gas natural sin esperar la realización de las audiencias públicas como establece la norma vigente, incremento de la factura por servicio eléctrico en forma retroactiva sin cumplir tampoco con las disposiciones, incumplimiento de la legislación sobre el medio ambiente por las petroleras y más, mucho más.
A GRANDES RASGOS ese es el negro panorama que priva en el sector energético, aunque es necesario aclarar que no corresponde al vilipendiado México del monopolio estatal, sino a Argentina, nación "beneficiada" con la privatización integral de dicha actividad gracias al "visionario" Carlos Saúl Menem, quien a partir de 1990 abrió las puertas de par en par para que el capital privado sentara sus reales en este productivo negocio.
POR LA VENTA de las empresas eléctricas, petroleras, gaseras y petroquímicas el gobierno argentino obtuvo alrededor de 7 mil 300 millones de dólares; hoy sus nuevos propietarios reportan utilidades cercanas a 5 mil millones anuales y los argentinos sufren los embates y chantajes del capital trasnacional que controla y explota esa riqueza: Repsol YPF, Techint (ambas privilegiadas en México con sendos contratos de servicios múltiples en la cuenca gasífera de Burgos, entre muchas otras concesiones), Endesa CEI Citicorp Holdings, Grupo Pérez Companc, Macri, Roggio y Loma Negra, todos involucrados en la distribución y generación de energía eléctrica, gas y petróleo. Antes de instituirse como nuevos dueños de la energía en Argentina, que ahora controlan, fueron los principales contratistas gubernamentales en dicho renglón.
LA PRIVATIZACION DEL sector energético, prometía el entonces presidente Carlos Saúl Menem, garantizaría a los argentinos tarifas a la baja y abasto sobrado y permanente. Los nuevos propietarios no tardaron en mostrar los colmillos y dichas tarifas han crecido más del doble respecto del incremento inflacionario y van por más; hoy, esa nación conosureña vive la amenaza de nuevos aumentos, así como escasez de energéticos, especialmente gas y energía eléctrica.
AYER, DE HECHO, la Secretaría de Energía de aquella nación decretó reducir 5 por ciento la tensión del suministro de electricidad "para ahorrar energía, sin tener que llegar a practicar cortes programados en el servicio". Además, el gobierno del presidente Néstor Kirchner "estudia incrementar los impuestos a las exportaciones de las petroleras como forma de presión para que aumente la producción de gas ante la crisis energética que obligó a Buenos Aires a limitar las exportaciones a países vecinos".
ESA DEPENDENCIA PUBLICA había advertido que los dueños del sector energético "jugaron todo el tiempo... No creyeron que el país podría recuperar su ritmo económico y subestimaron la demanda y ahora ponen en riesgo a la industria y a los contribuyentes". Reportes de prensa señalan que Argentina sufre una crisis energética debido al fuerte aumento del consumo, que se elevó 8 por ciento en 2003, cuando la economía creció 8.7 por ciento, mientras las inversiones en el sector están paralizadas desde 1996. El periódico Clarín reveló que "las empresas productoras estarían reteniendo arbitrariamente las entregas de gas a las industrias y centrales eléctricas con el fin de presionar por un aumento en las tarifas; las empresas privatizadas en los años 90 reclaman desde hace meses un ajuste de las tarifas tras la devaluación cercana a 70 por ciento del peso a comienzos de 2002".
LAS ANTERIORES "SON algunas de las manifestaciones importantes", señala un análisis de la agencia Argenpres, que muestran que el modelo energético neoliberal "se mantiene consolidado". Y ahora también aparece otro efecto pernicioso de este modelo, y se exhibe con mucha crudeza: falta la provisión de gas natural y se espera que no haya alguno de sus productos derivados.
"MUCHAS JUSTIFICACIONES, pero razón hay una sola: las (empresas) privatizadas no invirtieron ni invierten porque no les interesaba proveer de este recurso natural a un pueblo sin trabajo, sin inclusión social y sin capacidad de demanda. El modelo afirma: para los pobres el gas caro (LP o gas de cocina) y para los demás el gas natural, siempre que no haya que realizar inversiones nuevas ni grandes mantenimientos de las viejas.
"HAY UNA SOLA razón del faltante del gas: no hubo ni hay las inversiones que se necesitan, porque, el modelo dice que se invierte sólo cuando y donde la rentabilidad financiera privada no corre riesgo, sin importar el beneficio social de toda la población. Es por eso que desde la privatización no se erigieron los gasoductos que hubieran satisfecho la demanda nacional: la contracara de este menoscabo fue la construcción de 9 gasoductos destinados exclusivamente a la exportación del gas argentino.
"PERO DESPUES DE esta larga década de privatización sin inversiones en el transporte de gas, se agrega el hecho de que las petroleras decidieron no invertir en la exploración de yacimientos que aseguraran la demanda presente y las reservas para el futuro. Si es de mucho cuidado que no se construyeran gasoductos, resulta impresionante que no se invirtiera en la exploración de gas y petróleo: es manifiesto que cuando se comparan los escasos pozos nuevos realizados en 2003 y 2004 (en total 25, a pesar del aumento del precio internacional del crudo) con los que, en promedio, se hacían cuando existía la Yacimientos Petrolíferos Fiscales (como consorcio) nacional (100 anuales, en promedio).
"LA SOLUCION ES conocida por todo el pueblo y consiste en recuperar nuestro gas natural y en crear una empresa pública que lo administre, estableciendo que la satisfacción de la demanda de la población argentina prima sobre las rentables ganancias empresarias por la exportación, aunque los grupos concentrados económicos se resistan y quieran encubrir la crisis tapando el sol con un harnero", afirma el diario bonaerense.
Las rebanadas del pastel:
ES EL SALDO de la privatización energética en Argentina; México está en la mira. [email protected]
|