México D.F. Viernes 2 de abril de 2004
Condicionan dar un servicio a la contratación
de otro
Los bancos de hoy imponen las prácticas del
viejo tendajón de barrio
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Cada vez que aparecen en público, los directores
de bancos que operan en México insisten en que las puertas de las
sucursales están abiertas y el dinero disponible para quienes deseen
obtener un préstamo o contratar un servicio. La realidad es menos
simple.
Las instituciones financieras están regresando
a los tiempos del tendero de barrio. Condicionan la prestación de
un servicio, por ejemplo la apertura de una cuenta de ahorros, a la contratación
de un producto adicional como un seguro de vivienda. Es el caso de BBVA
Bancomer, una de las dos principales intermediarias financieras del país,
propiedad del grupo español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
La
otra institución líder del país, Banamex-Citigroup,
no tiene prácticas muy diferentes. Un préstamo personal es
otorgado por la institución a una tasa de interés de 30 por
ciento anual, 24 puntos porcentuales arriba de los réditos de referencia.
El potencial usuario de este producto debe comprobar ingresos suficientes
para pagar, además de acreditar antigüedad laboral de más
de tres años. Pero si decide pagar anticipadamente, de cualquier
modo debe cubrir todos los réditos de un año. Y el dinero
del préstamo es entregado por el banco con la condición de
que abra una cuenta de ahorros, por la que no recibirá intereses,
con un monto mínimo de mil pesos, por cuyo manejo el banco cobrará
una comisión mensual de 30 pesos.
Hace apenas dos semanas, Manuel Medina Mora, presidente
de la Asociación de Bancos en México (ABM), aseguró
que ''la banca mexicana se encuentra en su mejor momento de solidez y solvencia''.
El también director general de Banamex-Citigroup destacaba en esa
ocasión la disponibilidad de recursos del sistema bancario para
otorgar financiamiento. Hasta ahora, los préstamos se han centrado
básicamente en tarjetas de créditos y, en los últimos
meses, para la compra de vivienda.
Los llamados de los banqueros para que los mexicanos regresen
a solicitar servicios a los bancos, con el argumento de que hay condiciones
para pedir préstamos, tiene un sentido diferente cuando un usuario
llega a cualquier sucursal a solicitar un servicio.
Ejemplos constatados por La Jornada muestran que
los incentivos para un potencial usuario de servicios bancarios no son
siempre estimulantes.
Un caso documentado en BBVA Bancomer. Una cuenta de ahorro
simple requiere un depósito de apertura de mil pesos. Esa cantidad
debe mantenerse constante, a menos que el usuario quiera ser penalizado.
Pero para que la institución ofrezca el servicio de abrir un cuenta
de ahorro, el usuario debe contratar, forzosamente, un seguro de vivienda
con un costo mensual de 70 pesos, que se carga directamente sobre el saldo
del depósito. Aun cuando condiciona el servicio, la institución
no paga intereses al depositante.
La filial en México del grupo financiero inglés
HSBC ofrece al público una ''cuenta práctica''. Para ser
contratada es necesario realizar un depósito de mil 500 pesos y
mantener siempre esa cantidad como mínimo. Si el promedio diario
mensual es inferior a esa suma, el usuario debe pagar un cargo de 40 pesos
por manejo de cuenta. Pero si quiere recibir intereses, entonces el monto
mínimo mensual que debe depositar es de 5 mil pesos.
La moderna tienda mexicana opera con las prácticas
de las viejas tiendas de abarrotes, que en aquellos tiempos de escasez
y especulación vendían un producto sólo si el cliente
llevaba otros.
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