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México D.F. Viernes 2 de abril de 2004
Sería un factor para elevar la calidad
de la educación superior, afirma el director general
Propone el IPN que sea obligatoria la evaluación
externa
JOSE GALAN
La evaluación externa de las instituciones de educación
superior del país debe ser obligatoria, porque los padres de familia
van a enviar a sus hijos sólo a aquellas instituciones que estén
debidamente acreditadas, afirmó José Enrique Villa Rivera,
director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y añadió
que la propuesta de la Secretaría de Educación Pública
(SEP) de otorgar mayores recursos a las instituciones que acepten la acreditación
externa constituye un incentivo adicional para aceptar dichas evaluaciones.
El
funcionario, que junto con la titular de la Secretaría de Desarrollo
Social (Sedeso), Josefina Vázquez Mota, presidió el banderazo
de salida de las brigadas de servicio social del Politécnico, sostuvo
que el IPN mantiene "desde hace mucho tiempo" procesos de evaluación
externa, "lo que ha llevado a que el Poli tenga en este momento
el mayor número de programas -30- cuya calidad es reconocida por
organismos externos".
Subrayó que continuará con ese esfuerzo,
porque en la medida en que se avance en los esquemas de acreditación,
la sociedad recibe información acerca de la calidad con la que se
oferta el servicio educativo. "Por supuesto, si esto forma parte del esquema
de financiamiento del gobierno federal, de la propia SEP, será un
incentivo, un aliciente para las instituciones de educación superior,
y para el Poli", dijo.
En el futuro, agregó, los esquemas de financiamiento
de la educación superior, sin duda, estarán basados en ese
tipo de estímulos, orientados a que las instituciones se sometan
al juicio externo con organismos "claramente" reconocidos para analizar
la calidad del servicio educativo, "y creo que más adelante va a
ser un esquema generalizado en todo el país, en todas las instituciones
de educación superior, sean públicas o privadas".
Por otra parte, son 484 los estudiantes del Poli que
participan en las brigadas de trabajo social que ayer partieron a 30 municipios
de 14 estados del país para ayudar a sus habitantes en técnicas
de desarrollo, cuidado y mejoramiento de la salud, la vivienda y la educación.
"Y van no porque las autoridades lo decidan, sino porque han resuelto,
de manera voluntaria y con entusiasmo, emprender esa experiencia. Y también
porque las comunidades lo han solicitado, con una esperanza y un propósito",
dijo Villa Rivera.
A pesar de las críticas en contra del servicio
social, que "no están muy alejadas de la realidad", el IPN, junto
a otras instituciones, quiere persistir en el propósito original
del trabajo social y actualizarlo con nuevos quehaceres educativos que
están presentes, "y las brigadas actuales demuestran que las cosas
pueden hacerse de otra manera".
Por su parte, la titular de la Sedeso, Josefina Vázquez
Mota, hizo un llamado a los jóvenes, presentes en el auditorio del
centro cultural Jaime Torres Bodet, en Zacatenco, para sacudirse "el miedo.
En México hemos sido educados en el miedo, como súbditos",
por lo que el país necesita de jóvenes que "vivan sin miedo,
y que vayan a las comunidades a cambiar nuestro país".
Y advirtió: "México no necesita tecnócratas
que desde sus oficinas o gabinetes tomen decisiones con egoísmo
y prepotencia". Por último, anunció que la Sedeso y el IPN
firmaron ayer un convenio para llevar a cabo la Cátedra Juan de
Dios Bátiz de Política Social.
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