México D.F. Sábado 3 de abril de 2004
Cajero pirata, laboratoriode clonación
de tarjetas
Detectan en pleno centro de Vallarta sofisticado equipo
para defraudación
JAVIER SANTOS Y JOSE DIAZ CORRESPONSALES
Puerto Vallarta, Jal., 2 de abril. Los vecinos
de la zona comercial de este puerto turístico se dieron cuenta hace
algunas semanas de la existencia de un cajero automático al que
acudían muchos visitantes nacionales y extranjeros en busca de dinero
en efectivo, que nunca conseguían extraer de la máquina.
Lo reportaron a los bancos y nadie se hacía cargo, hasta que finalmente
llamaron a la policía y resultó que no era una máquina
cualquiera: era pirata.
Ubicado
en un cubículo perfectamente acondicionado con clima sobre la calle
Pino Suárez, a un costado del número 327, en la zona de Olas
Altas, el cajero pirata llamó la atención de los vecinos
de los locales comerciales porque aparentemente nunca servía. Pero
además, de septiembre pasado a la fecha desapareció por un
par de días en dos ocasiones. Todos creían que se lo llevaba
alguna institución financiera para efectuar reparaciones.
Se anunciaba "en red", y aunque no tenía el logotipo
de banco alguno, en la parte frontal, como casi todos estos equipos, exhibía
las calcomanías de Visa, Visa Plus y Master Card. Las muchas denuncias
no habían sido atendidas, pero el pasado jueves un funcionario del
área de seguridad operativa de Bancomer-México pasó
por ahí. Iba hacia una reunión sobre clonación de
tarjetas que sostendría con autoridades locales. Al hacer un recorrido
por la zona se encontró con el cajero.
Vallarta, según los grupos financieros, es el paraíso
de las bandas de clonadores de tarjetas. El año pasado fueron detenidas
40 personas por ese delito, 80 por ciento de ellas extranjeras. La duplicación
de tarjetas, de acuerdo con los reportes policiacos, crece de manera vertiginosa
en las grandes ciudades del país y los centros turísticos.
El Distrito Federal, Guadalajara y Veracruz son los lugares preferidos
de los clonadores.
Jesús López narró ante el Ministerio
Público cómo hace 20 días acudió al falso cajero
para sacar dinero. Introdujo su tarjeta y no aparecieron los tres mil pesos
que solicitó, pero días después le llegó su
estado de cuenta y la misma suma había desaparecido de la cuenta.
El día que hizo la operación había cuatro sujetos
dentro del cubículo, supuestamente dando mantenimiento al cajero.
Fue a ellos a quienes reclamó que sus billetes no aparecieran.
Inmediatamente solicitó la intervención
de dos elementos de Seguridad Pública del área, pero éstos
se negaron a actuar porque, dijeron, no es de su competencia el hecho de
que un cajero no libere el dinero requerido. Jesús López
recuerda que el mismo día un estadunidense quería recuperar
su plástico que la máquina se tragó.
La denuncia estaba presentada, pero las autoridades policiacas
nada hicieron durante los siguientes días para desactivar el cajero.
La Procuraduría General de Justicia del estado
informó que en realidad dentro del falso cajero había un
escáner de los que usan los clonadores para copiar el contenido
de las bandas magnéticas de las tarjetas, datos que después
se utilizan "vía terminal" para hacer los cargos y defraudar. La
clonación no se debe entender en el sentido estricto de una "tarjeta
gemela", ya que el copiado de la banda magnética se hace a través
de dispositivos electrónicos y esa misma información se coloca
en otra banda.
La avanzada tecnología utilizada por los delincuentes
supera a las autoridades; no obstante, en septiembre de 2003 la policía
de Gómez Palacio, Durango, detuvo a cuatro integrantes de una banda
de hampones que se dedicaba a clonar tarjetas de crédito.
Pese a que los detenidos aceptaron pertenecer a una banda
integrada por aproximadamente 600 venezolanos en todo el país, los
detenidos recuperaron su libertad "por falta de elementos", con motivo
de la festividad del Día de la Independencia.
Apenas este viernes agentes de la Policía Ministerial
de Baja California Sur detuvieron en Los Cabos al mesero de un hotel que
se dedicaba a la clonación de tarjetas de turistas extranjeros.
El comandante regional de la dependencia, Sergio Castro,
indicó que a Enrique Winkler Orozco se le decomisó un aparato
que utilizaba para planchar las tarjetas y confesó que le
pagaban 350 pesos por "pasarlas por el aparato".
Las personas que le dieron el equipo radican en Guadalajara
y se hospedan en hoteles de bajo costo, y para desplazarse utilizan vehículos
rentados. El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público
del fuero común.
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