El semanario Desde la Fe critica la "arrogancia" de Washington

Norberto Rivera: Estados Unidos está obligado a revisar los 51 casos

JOSE ANTONIO ROMAN

Tras señalar que la pena de muerte es "inadmisible" para la Iglesia católica, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera, señaló que el gobierno de Estados Unidos "cuando menos" está obligado a revisar las sentencias de los 51 mexicanos condenados a ser ejecutados en ese país, más aún cuando esa nación se autoproclama como gran defensora de los derechos humanos.

Entrevistado en la Catedral Metropolitana, al término de la celebración religiosa del Domingo de Ramos, el prelado se refirió a la resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en favor de México. "Creo que la vida humana debe ser respetada siempre y que por fuerte que sea el castigo nunca debe ser la pena de muerte", dijo el prelado a pregunta expresa.

En este caso concreto, agregó, el gobierno de Estados Unidos está obligado a seguir la recomendación y revisar las circunstancias por las cuales sus autoridades dictaron la pena de muerte; "no estoy diciendo que emitan sentencia contraria, pero cuando menos deben revisar los casos, aunque para nosotros (la Iglesia católica) de todos modos es inadmisible ese castigo. Ojalá que en México se elimine de la Constitución".

"Por más débil que sea la nación a la que pertenecen los sentenciados deben respetarse sus derechos humanos en todo momento, ya que se proclama en Estados Unidos un gran respeto a estas garantías, pero no solamente deben hacerlos respetar en el exterior, sino también adentro", dijo el cardenal Rivera al responder una de las seis preguntas que se le formularon en la breve entrevista que apenas duró poco más de tres minutos.

Sobre el tema se pronunció el semanario católico Desde la Fe, editado por la arquidiócesis de México. En su editorial, la publicación señala que el fallo de la Corte constituye un "triunfo" mexicano en materia de derecho internacional, que lo faculta inclusive para recurrir al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas -sin olvidar que Estados Unidos tiene el derecho de veto-, en caso de que el gobierno estadounidense decida ignorar dicho dictamen.

"No cabe duda que este triunfo de México en favor de la vida y de los derechos humanos constituye un revés que difícilmente digerirá la arrogancia de un país reconocido por su doble moral, al señalar estridentemente las violaciones de las otras naciones omitiendo las atrocidades propias", advierte.