México D.F. Lunes 5 de abril de 2004
Hoy entregarán a la CNDH 500 firmas colectadas en Comitán y San Cristóbal
Españoles islámicos en Chiapas exigen reconocimiento de asociación religiosa
Mujeres chamulas se quejan de intolerancia, producto de las prácticas de la fe islámica
ELIO HENRIQUEZ Y ANGELES MARISCAL CORRESPONSALES
Ciudadanos españoles que profesan la religión musulmana en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, concluyeron hoy una campaña de recolección de firmas para exigir a las autoridades mexicanas que otorguen el registro a la asociación religiosa denominada Comunidad Islámica en México.
Las aproximadamente 500 firmas de apoyo, recopiladas en esta ciudad y en Comitán -en ambas localidades los españoles poseen restaurantes-, serán entregadas este lunes al presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, según informaron los islámicos.
Estos días los ciudadanos musulmanes pusieron a disposición de quien quisiera firmar en su apoyo dos cartas dirigidas "a quien corresponda". En una refieren ser promotores de la Asociación Religiosa Comunidad Islámica en México. En la otra misiva dan cuenta de su comportamiento empresarial y buena conducta, así como actividades realizadas en beneficio de los chiapanecos.
"Desintegración familiar"
En tanto, indígenas chamulas convertidas al Islam, y otras que se negaron a aceptar el cambio de religión, relatan que uno de los principales problemas que han enfrentado es la "desintegración familiar", producto de las prácticas y prédicas de poligamia entre los musulmanes, así como de actos de intolerancia que tienen que enfrentar ahora.
Se trata de mujeres prácticamente inaccesibles, acostumbradas a la reserva, primero por sus costumbres étnicas y ahora por las demandas religiosas, que las ubican en un plano prácticamente invisible. Ellas relataron sus experiencias a Juana María Ruiz Ortiz, quien labora de técnica académica del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).
Ruiz Ortiz logró acceder a la comunidad de mujeres musulmanas que habitan en la periferia de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, gracias a que ella misma es de origen chamula y vive en la zona que alberga, desde hace 30 años, a los indígenas tzotziles que fueron expulsados de sus comunidades debido a su cambio de religión: del catolicismo a alguna de las sectas evangélicas, y ahora al islamismo.
La investigadora presentó su trabajo en el noveno Anuario de estudios indígenas, que edita la Unach. En él relatan sus experiencias las musulmanas Petrona y Xmal; así como Lorenza, Veruch y la pequeña Catalina, siendo estas últimas detractoras de la nueva religión.
Todas las entrevistadas coinciden en que han visto afectada su vida familiar por el cambio de adscripción religiosa, y que este cambio conlleva la expulsión de su comunidad o paraje. También señalan que los primeros que son "convertidos" son los varones, y se espera que ellos lleven al resto de su familia.
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