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México D.F. Lunes 5 de abril de 2004
Aquí, los taurinos piden ''un voto de
confianza'' para desregular la fiesta brava
Lleva 15 años el trabajo coordinado entre la
empresa de Las Ventas y autoridades
Desatinado futurismo Licitaciones que comprometen
Revocar la licencia
LEONARDO PAEZ
Entre México y España las diferencias en
lo que se refiere a la organización del espectáculo taurino
son abismales, antes que por la catadura y encaste de los toros o el nivel
técnico de los toreros, por el espíritu que anima a ciudadanía
y autoridades a preservar, juntas, una cultura y una tradición propias,
no sólo un negocito particular autorregulado.
En tanto que la Plaza México pertenece a la familia
Cossío, quien hace más de 50 años no exige otra condición
que la renta, la plaza de Las Ventas es propiedad de la Comunidad Autónoma
de Madrid, órgano de gobierno que rige y administra esa provincia
y que cada tres años pone a licitación entre empresas el
manejo de dicho coso.
En
1989, Manuel Camacho Solís, a la sazón regente del Distrito
Federal, y afanoso y esperanzado como nadie en ser nombrado candidato del
PRI a la Presidencia de la República, tras encargar a un patronato
taurino la administración de la Plaza México, en vez de poner
a licitación el manejo de la misma prefirió otorgar la licencia
de funcionamiento -otra bofetada de la autocracia futurista- a Televisa,
que en 14 años, los tres primeros con Curro Leal y los siguientes
11 con Herrerías como gerentes, ha hecho como que promueve la fiesta
de toros hasta llevarla a los niveles de interés que hoy ocupa.
En ese mismo lapso, en Madrid, gracias a un trabajo coordinado
entre los responsables de la empresa Toresma, SA, de Las Ventas, y los
de la comunidad encargados de los asuntos taurinos, con una comunicación
constante y fluida acuerdan conjuntamente para evitar incumplimientos de
aquello a lo que los hermanos Lozano -José Luis, Eduardo y Pablo-
se comprometieron al obtener la licitación entre nueve empresas
concursantes.
Si bien la Unión de Abonados o Poseedores de Derecho
de Apartado no tiene cabida en la deliberación de actuaciones, cada
año envían al gerente de Asuntos Taurinos de la Comunidad
de Madrid un meditado estudio con las sugerencias pertinentes, que luego
son analizadas y utilizadas.
Quizá por ello con ésta son ya 15 temporadas
de la misma empresa, Toresma, SA, que si bien ha disminuido la calidad
de los carteles en cuanto a matadores, mantiene una prioridad en lo que
respecta a presentación y bravura del ganado, pues allá sí
tienen presente que si baja el torero o la capacidad de convocatoria de
éste, debe subir el toro.
Mientras acá existe una promoción aldeana,
obsoleta y mezquina del espectáculo taurino, con todo y Televisa,
y los medios exhiben una aprobación casi generalizada de lo que
haga la empresa de la Plaza México, en Madrid Toresma, SA edita
una atractiva revista mensual desde sus inicios como adjudicataria de la
plaza y efectúa anualmente un interesante ciclo de conferencias
taurinas y un concurso internacional de carteles, aparte de una importante
subvención anual a la Escuela Taurina de Madrid y cesión
a ésta de vacas bravas, tentaderos y novilladas en cosos de la región.
La publicidad y promoción de la fiesta en diferentes
medios impresos no es un punto a favor de los Lozano. Los anuncios son
mínimos en cantidad, calidad, tamaño y frecuencia. Sólo
en la Feria de San Isidro hacen un despliegue, relativamente importante,
pero menor de lo que merecen plaza y feria. En descargo existen dos salas
de exposiciones en la plaza de Las Ventas, controladas por la gerencia
del Centro de Asuntos Taurinos. La Sala I, ubicada en los bajos del Tendido
1, y la Sala II, inaugurada en 2002, en los bajos del Tendido 4. El artista
que desea exponer en estas salas solicita al Centro de Asuntos Taurinos
su inclusión en el listado correspondiente. Si el artista no es
conocido, la persona responsable de estos asuntos le solicita obra suficiente
para poder enjuiciar la pertinencia de su inclusión.
En la México, a falta de promoción, conferencias,
concursos, escuela taurina y salas de exposiciones, la empresa ha atiborrado
de bibelots los pasillos del coso. Ahora, si a los actuales poseedores
de la licencia de funcionamiento de dicha plaza no les convienen las regulaciones,
que el gobierno del Distrito Federal revoque esa licencia y ponga a licitación
el manejo del inmueble. ¿O sólo en Madrid se puede?
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