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México D.F. Miércoles 7 de abril de 2004
Molly Ivins
Bocados de cardenal
Austin, texas. con tantas delicias en nuestro menú político, es difícil saber por dónde empezar. Pensemos en ese regocijante gracejo del secretario de Educación, Rod Paige, cuando llamó "organización terrorista" al más importante sindicato de maestros de Estados Unidos. En broma, claro. šCaray, ja, ja! En toda la nación los maestros no paran de reír.
Paige está molesto con la Asociación Nacional de Educación (NEA, por sus siglas en inglés) porque cabildea en Washington para que se otorgue a los estados más flexibilidad y más dinero para cumplir con los requerimientos de la ley llamada Ningún Niño Rezagado. Si por eso la NEA es una organización terrorista, Ƒqué será entonces la legislatura del estado de Utah, cuya Cámara de Representantes resolvió por 64 votos contra ocho no cumplir con ninguna disposición de esa ley que no esté financiada por entero por el gobierno federal? ƑY cómo clasificaremos a la Cámara de Delegados de Virginia, que aprobó por 98 a uno solicitar al Congreso federal que exima a ese estado de la tal ley?
Otros 10 estados han adoptado o tienen en proceso de debate legislación similarmente "terrorista", entre ellos algunos conservadores republicanos de hueso colorado que se rebelan porque la ley es un monstruoso mandato desprovisto de fondos, o sea, ni más ni menos que la vieja queja de los republicanos. En su discurso inicial de campaña ante la Asociación de Gobernadores, el presidente Bush dijo: "sé en mi yo más íntimo que el papel absolutamente correcto del gobierno federal es aportar fondos, pero también exigir resultados... Y (si las escuelas no aprueban), habrá ayuda especial para garantizar que lo hagan".
Pues sí, sólo que, como una y otra vez descubrimos en este gobierno, se trata de una jugarreta de esas de que ahora lo ves y ahora no lo ves. En el presupuesto de 2005 el gobierno ha solicitado para Ningún Niño Rezagado 9 mil 400 millones de dólares menos de lo que supuestamente asigna la ley. El título I, referente al programa para ayudar a niños pobres, tiene una asignación que se queda corta por 7 mil 200 millones, con lo cual 5 millones de niños quedarán sin ayuda académica. En total, desde el día en que firmó la iniciativa con bombos y platillos, Bush ha destinado a la propuesta Ningún Niño Rezagado 27 mil millones de dólares menos de lo previsto.
He aquí otro lindo asuntito: la campaña de Bush cuenta con una nueva categoría de recaudadores de fondos de alto nivel. Antes las estrellas eran los Pioneros, los que recaudaban 100 mil dólares por cabeza para Bush. De éstos ya hay 245, pero son meros pedigüeños. Ahora vienen los Rangers, tipos que han recabado 200 mil dólares: hay 156 en esta categoría más exclusiva. Los nuevos Mavericks sólo tendrán que recolectar 50 mil dólares, pero deberán ser menores de 40 años para calificar en ese grupo. šPoder juvenil! šY todos serán Rangers cuando crezcan! Cualquiera que conozca el clan Maverick de Texas, del cual procede la palabra, tiene que parpadear cada vez que los bushitas pronuncian la palabra.
Con actitud de servicio, el Fondo de Acción sobre Campañas Públicas patrocinó un concurso para dar mejores nombres a los recaudadores de fondos para Bush. Los finalistas son: los Vaqueros del Efectivo, los Padres Fondeadores, los Cosechadores de Ganancias, los Barones Depredadores y las Armas de Corrupción Masiva. Para información del lector, uno de los Pioneros es Stephen Burke, vicepresidente ejecutivo de Comcast, la empresa que pretende comprar Disney/ABC y crear así el mayor conglomerado mediático. Más grande que la Fox de Rupert Murdoch. šCielos!, me pregunto si querrán algún favorcito de la División No Tan Antimonopolios del Departamento de Justicia.
Mi favorito personal entre los movimientos recientes de Bush es esa propuesta, contenida en su informe económico al Congreso, de cambiar la clasificación de los restaurantes de comida rápida del sector de servicios al de "manufactura". Este sí que es un concepto. Para quienes se pregunten por qué se debería clasificar a los volteadores de hamburguesas junto a los obreros de la industria automotriz, es para que, cuando el gobierno tenga que presentar estadísticas de cuántos empleos manufactureros hemos perdido, la cifra no se vea tan mal. Cuando estaba en la universidad tuve un empleo en la casa de hot cakes Aunt Jemima que consistía en meter palillos de dientes envueltos en celofán en las bolitas de mantequilla: esa es mi experiencia en la industria manufacturera.
El gobierno es muy hábil para redefinir sus problemas. Por ejemplo, cuando las cifras indicaron que los bushitas habían beneficiado a las grandes corporaciones en perjuicio de las pequeñas empresas, simplemente cambió la definición de pequeña empresa para que incluyera algunos de los mayores consorcios del país.
En ocasiones, cuando Bush no puede redefinir, tiene que recurrir de plano a la mentira. "Hemos incrementado las becas Pell", dijo a los gobernadores. En realidad se ha congelado el monto máximo de esos apoyos en 5 mil 400 dólares por año, pese a todos los aumentos de las colegiaturas, y se ha propuesto limitar la ayuda a 84 mil estudiantes universitarios.
Estamos, pues, en medio de una economía de recortes presupuestales, llena de empleos temporales y de medio tiempo, en la que se maquila fuera del país y se envía dinero a empresas pantallas del extranjero. Quitando a los volteadores de hamburguesas, estamos sangrando los empleos manufactureros en favor de los trabajos estilo Wal-Mart: salarios bajos y cero prestaciones.
ƑY qué hace nuestro presidente al respecto? Anda cabildeando una enmienda constitucional para prohibir el matrimonio gay. En este asunto yo adopto la postura de Dick Cheney, quien no cree que necesitemos leyes federales sobre las uniones civiles de homosexuales. "Es probable que estados diferentes lleguen a conclusiones diferentes, y eso es lo apropiado", dijo nuestro vicepresidente. Correcto, Dick. © 2004 Creators Syndicate Inc. Traducción: Jorge Anaya
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