López Obrador reinauguró la calle remozada como parte de la rehabilitación del Centro

Abren Corregidora al paso de autos tras 20 años de permanecer cerrada

Dará continuidad a la circulación al oriente Determinación de no permitir el ambulantaje

ANGEL BOLAÑOS Y LAURA GOMEZ

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, reinauguró ayer el tramo de la calle de Corregidora, a un costado de Palacio Nacional, y la reabrió al tránsito de automóviles para dar continuidad a la circulación de 16 de Septiembre, desde el Eje Central, hasta el Eje 1 Oriente-Anillo de Circunvalación.

A las 6:20 de la mañana, López Obrador hizo el corte de listón y recorrió los 210 metros de la calle remozada, acompañado por medio centenar de personas, entre funcionarios, representantes vecinales, prestadores de servicios e incluso vendedores ambulantes del grupo liderado por Jovita Cruz que ocupaban esa misma calle, quienes, pese a que expresaron su rechazo a los programas del gobierno capitalino para reubicarlos en plazas comerciales, por lo costoso de los créditos para pagar los locales, no dejaron de lanzar porras al gobernante.

La ceremonia, sin embargo, se efectuó en uno de los patios del edificio virreinal, donde López Obrador ratificó la determinación del gobierno capitalino de no permitir que se instale el comercio informal en las calles remozadas.

Enrique Cervantes, coordinador del proyecto ejecutivo, señaló que con el cierre de las calles Corregidora y Moneda, hace más de 20 años, desconectaron la zona poniente del Centro Histórico de la zona oriente, provocando en parte el deterioro de esta última. "La emigración de la población y de los negocios provocó un mayor estancamiento en el valor de la tierra y de las inversiones, lo que generó la invasión del comercio ambulante", apuntó.

Guadalupe Gómez Collado, representante vecinal de la calle de Corregidora, pidió al jefe de Gobierno hacer un esfuerzo adicional para continuar la remodelación de esta vía, así como la de Venustiano Carranza, que tiene actualmente un tramo en obras a un costado del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que son fundamentales para la recuperación integral de la zona.

En entrevista, la directora general del Fideicomiso del Centro Histórico, Ana Lilia Zepeda de León, dijo que el Gobierno de la ciudad está buscando nuevas opciones para evitar que vendedores ambulantes regresen a las calles remozadas y "no son necesariamente plazas en lo que se está pensando.

"Hay que tomar en cuenta que es un problema más que nada cultural: la gente también está acostumbrada a comprar en la calle, en la vía pública, pero se debe resolver. Estamos conscientes de que es uno de los mayores retos y está considerado en el Programa de Rehabilitación del Centro, es un compromiso del jefe de Gobierno y estamos buscando opciones para reubicarlos en otras zonas de la ciudad", declaró.

Durante el día, cinco camionetas de vía pública y una panel de la Secretaría de Seguridad Pública permanecieron en la calle reabierta y no fueron muchos los conductores que se animaron a adentrase en ella, pues ya desde la esquina de Pino Suárez y Plaza de la Constitución, un río de gente caminaba por el arroyo vehicular, igual que por las aceras, situación que empeoraba pasando Correo Mayor, debido a la invasión de los puestos de ambulantes, cuyas estructuras y lonas se sujetan con cuerdas de ganchos clavados en la cinta de rodamiento, a más de dos metros de la guarnición.

El Círculo de Comerciantes del Centro Histórico exigió la reubicación permanente de los ambulantes asentados en la zona oriente y dejar de lado las "obras de relumbrón", como la apertura de la calle de Corregidora, que únicamente incluyó el acomodo de los 400 comerciantes que ahí vendían hacia las calles de Academia, Eje Central, Pino Suárez y 20 de Noviembre.

La carencia de una "estrategia política" para enfrentar esta situación de fondo ha provocado, tan sólo en el primer trimestre del año, el cierre de 50 ferreterías y establecimientos del ramo textil, mercería, papelería, cristalería, jarciería y zapatería, así como la cancelación de 300 empleos permanentes, mientras los ambulantes se apropian de banquetas y arroyos vehiculares, informó el presidente del organismo, Víctor Cisneros Taja.

Argumentó que a tres años del compromiso de este gobierno de atender el problema, el número de comerciantes en vía pública se incrementó en la zona oriente, como resultado de la "remodelación del corazón del Centro Histórico y ahora de la calle de Corregidora, donde los líderes en esta última, como Jovita, Oscar o Laura, han amenazado con no abandonar la calle porque no existe una alternativa viable", comentó.

Por ello propuso a la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal la desaparición de la Dirección General de Programas Delegacionales, que no ha cumplido su función, y que las demarcaciones sean las encargadas de la vigilancia y remisión de ambulantes para evitar que un mayor número de negocios establecidos en la zona oriente desaparezca, ante la caída de sus ventas en 80 por ciento.