La otorgación de micas sería en territorio estadunidense

Campaña de credencialización y usar voto electrónico, propone el sol azteca

RENATO DAVALOS

La credencialización electoral en el exterior y la ampliación del voto electrónico a la posibilidad del sufragio en casillas serán dos propuestas esenciales de los perredistas la próxima semana, cuando inicie la discusión legislativa en torno al voto de los mexicanos en el extranjero para los comicios de 2006, informó el diputado federal del sol azteca Juan José García Ochoa.

El legislador, participante en las deliberaciones que concluyeron hace un par de días en la Secretaría de Gobernación con el acuerdo político para otorgar el voto a los mexicanos residentes en el extranjero en las próximas elecciones, comentó que la intención de su partido es que se abra el proceso de credencialización, especialmente para la población indocumentada que se encuentra en Estados Unidos.

A este respecto, comentó que de acuerdo con cifras del Instituto Federal Electoral (IFE) existen cinco millones de indocumentados, de los cuales sólo dos millones tienen credencial de elector con fotografía.

Para la enorme mayoría de esa gente, explicó, resulta prácticamente imposible viajar a México sólo para obtener la credencial y retornar a Estados Unidos. De ahí la necesidad de que ese proceso se haga precisamente en territorio estadunidense.

Las principales reticencias a este proceso provienen del PRI, apuntó el legislador. Los panistas se oponen al voto de los mexicanos en el exterior para elegir diputados y senadores, apuntó. Para nosotros es muy importante que se estudie y dictamine que sea creada una sexta circunscripción plurinominal para que se abra la representatividad del Congreso a ese segmento de la población mexicana.

Por lo que se refiere al método a utilizar para recoger el sufragio, señaló que entre los perredistas hay consenso en que si el análisis técnico del IFE no ofrece las garantías de confiabilidad requeridas, tendría que optarse por la instalación de casillas como fórmula para darle certeza al proceso.

La intención, abundó, es que esta reforma sea discutida y, en su caso, aprobada en el actual periodo de sesiones del Congreso. De ser necesario, podría ser analizada en los trabajos extraordinarios en los que se discutirá la reforma electoral.