México D.F. Viernes 9 de abril de 2004
No debe olvidarse la tortura aplicada en el
buque Esmeralda,
dicen
Señora directora: A partir del 11 de septiembre
de 1973 el pueblo chileno fue sometido a terrorismo de Estado. Durante
ese periodo fueron brutalmente asesinadas unas 3 mil 197 personas por agentes
del Estado chileno. A partir del 11 de septiembre de 1973, el buque escuela
Esmeralda
fue utilizado por la Armada de Chile como centro de detención y
tortura, según ha sido fehacientemente demostrado por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (24/10/74), Amnistía
Internacional (informe AMR 22/02/80), el Senado estadunidense (Resolución
361-16/06/86) y el informe de la Comisión Nacional (chilena) de
Verdad y Reconciliación (tercera parte, capítulo 1, sección
2 f. 2.).
Los testimonios de que el Esmeralda fue usado como
cámara de tortura flotante son múltiples y coincidentes;
entre las 112 víctimas se encuentran 40 mujeres detenidas, torturas
y violadas, según el informe de la Comisión Nacional de Verdad
y Reconciliación.
Las investigaciones practicadas por esta comisión
permitieron comprobar que una unidad especializada de la Armada se instaló
en su interior para interrogar a los detenidos que se encontraban en la
misma nave y los que eran traídos de otros recintos de reclusión
de la Armada. Estos interrogatorios, por regla general, incluían
torturas y malos tratos.
El próximo 10 de abril este buque escuela tocará
aguas mexicanas en Acapulco. Por eso chilenas residentes en México,
mexicanas y hermanas latinoamericanas denunciamos, una vez más,
este campo de tortura flotante. Exigimos juicio y castigo a los culpables
de estos crímenes, pero sobre todo, seguimos diciendo: ni perdón,
ni olvido.
Asociación Salvador Allende Gossens, Jóvenes
en Resistencia Alternativa, sección IV de la mayordomía del
pueblo indígena nahuatlaca La Magdalena de los Reyes (municipio
de San-tiago Tianguistengo), Eliana Arancibia, Eliana Gutiérrez,
Olga Ostria y 37 firmas más
Desconoce la Femospp citatorio a Domingo Ramírez
Garrido
Señora directora: En relación con
la nota periodística publicada el pasado 4 de abril, referente a
que comparecerá en calidad de indiciado ante la Fiscalía
Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado el general
José Domingo Ramírez Garrido Abreu, actual secretario de
Seguridad Pública de Nuevo León, por haber participado en
la llamada guerra sucia, esta oficina del fiscal especial encargada
de investigar esos hechos desconoce tal aseveración, ya que de las
diligencias ministeriales, hasta el momento, no se deduce dicha comparecencia.
Por otra parte, ante todo la oficina del fiscal especial
reitera la obligación legal indeclinable, que corre a cargo de los
agentes del Ministerio Público de la Federación adscritos
a ella, de mantener el debido sigilo en ésta y en todas las indagatorias.
Eduardo Maldonado García, director de Enlace
y Comunicación Ciudadana de la oficina del fiscal especial
Respuesta del reportero
Señora directora: La información
con la que se elaboró la nota de referencia provino de fuentes confiables.
Si el afán es que se revelen las fuentes de información,
imposible.
Gustavo Castillo García
Critica acción policiaca contra estudiantes
Señora directora: Escribo con la esperanza
de que con esta denuncia pueda lavar esta sensación que tengo en
mí desde el 2 de abril a las 2 de la tarde, cuando vi la manifestación
de estudiantes de la UNAM.
Soy estudiante de cuarto semestre de sociología
en la UPN; lo que vi no tiene nombre, va contra todo lo que creo y he aprendido
a lo largo de mi vida.
Iba en un camión de la ex ruta 100 rumbo a Periférico
y tenía 15 minutos sin moverse; me paré y pude ver una manifestación
de aproximadamente 150 jóvenes, en su mayoría mujeres. Llevaban
mantas y gritaban consignas contra el abuso de poder y la globalización.
Era una manifestación muy extrovertida, casi todos estaban encapuchados
y, como ya dije, eran muy escandalosos, pero nada violentos.
De pronto un policía sujetó del cuello de
forma brutal a una joven. Sus amigas intentaron liberarla e inmediatamente
otro policía propinó un golpe a otra de las jóvenes;
me sentí furioso, pero no me atreví a bajar del camión.
Acto seguido ocho patrullas cercaron la manifestación y los policías
inmediatamente se abalanzaron sobre las mujeres y uno que otro transeúnte.
Sin pensarlo, los encapuchados intentaron liberar a sus
compañeras, algunas pudieron escapar mientras los uniformados desenfundaban
sus armas, no dispararon, pero lo que sí hicieron fue golpear con
la cachas, radios y piedras las cabezas de los manifestantes. Yo ya había
visto por la televisión enfrentamientos de este tipo, pero los realizaban
grupos paramilitares o el Ejército. ¿Quién iba pensar
que los policías serían capaces de hacer algo así?
Las chicas se dirigieron hacia mi escuela, los policías
comenzaron a apedrearlas sin tomar en cuenta a la gente que estaba dentro
de sus autos. Lo que más coraje me dio fue cuando un uniformado
que estaba dando patadas voladoras a los manifestantes, al percatarse de
la presencia de los medios de comunicación, se dejó caer
como si fuera un mártir.
Me niego a creer que todo lo que me dicen mis profesores
son palabrerías. ¿Cómo puede ser este un país
democrático si golpea a su juventud ante un reclamo? ¿Cómo
se atreven a decirles vándalos, seudoestudiantes, porros? Pero,
más que nada, ¿cómo puede ser que la sanción
para el vandalismo sea mucho más severa que para el violador?
Ese día me cambió la vida, ya no puedo ver
las cosas como todos, ahora conozco la otra cara de la moneda y creo que
debo hacer algo, pero no se qué.
Juan Carlos Martínez A.
Aclaración del diputado Tello Aguilar
Señora directora: Respetuosamente solicito
la aclaración pertinente a la nota publicada el 6 de abril en la
página 35 de La Capital, firmada por Raúl Llanos Samaniego,
por incorrecta, imprecisa y confusa.
En el cintillo se afirma que "Cuestionan desempeño"
y en el contenido de la nota, párrafo cuarto, señala que
algunos diputados tienen información relativa a mi desempeño
como servidor público que podría incidir en la ratificación
del pleno sobre mi propuesta al cargo de Contador Mayor de Hacienda que
en la Comisión de Vigilancia se acordó por unanimidad de
todos los partidos. Al respecto aclaro y puntualizo lo siguiente:
En la documentación original y certificada que
sustentó mi candidatura, entregada el pasado 26 de marzo, se integraron
las constancias de no inhabilitación vigentes expedidas por la Secretaría
de la Función Pública y la Contraloría General del
DF. Dichas documentales acreditan mi desempeño como servidor público
de la administración en los ámbitos federal y local del DF
durante 22 años de servicio. Así lo ratifican y confirman
mis jefes inmediatos superiores con la documental que anexo a la presente.
Por lo anterior y por informar mejor a sus lectores y a los diputados locales
interesados mucho estimaré la puntual aclaración de la nota
referida.
Lic. Víctor Manuel Tello Aguilar
Respuesta del reportero
Señora directora: En relación con
la carta del licenciado Víctor Manuel Tello sólo deseo comentar
que los señalamientos respecto a su desempeño anterior no
los hago yo, sino algunos de los mismos diputados que la semana pasada
lo apoyaron en la Comisión de Vigilancia, y serán ellos mismos
los que decidan si avalan o rechazan en el pleno su designación,
según se aclare la información que estaban recopilando.
Raúl Llanos
El
Correo Ilustrado
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