MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Servicios caros y mala atención

Exhortar a la pared

La banca; sólo falta que cobre para no cobrar

LA AUTORIDAD SUELE manifestarse después de que la bomba estalló, es decir, brinca a la palestra con la aparente intención de curar el daño provocado una vez que éste se muestra en toda su magnitud. Más productivo y lógico sería que aplicara medidas preventivas, correctivas, que evitaran la detonación, sobre si tiene con qué responder.

TAL ES EL caso de la voracidad bancaria en el desmedido cobro de comisiones y tarifas a su clientela, problema que sólo fue tratado por esa autoridad cuando el número y el tono de quejas de los consumidores aumentaron en la misma proporción y con igual velocidad que el cobro mismo por dichos conceptos.

ES TAL LA avidez de la banca que opera en el país por sacarle jugo a todo lo que se mueve, que nada raro sería que en breve cobrara a su clientela por respirar dentro de sus instalaciones, sin que a cambio, cuando menos, ofrezca mejorías en la atención. Eso sí, nunca obtendrá utilidades de la sonrisa de sus empleados, por la simple razón de que éstos difícilmente la tienen.

DESDE QUE SE INICIO el proceso de trasnacionalización de la banca que opera en el país ("globalización", como diría el presidente del gremio), se ha hecho común el cobro de comisiones y tarifas por una u otra causa, pero de un par de años a la fecha tal práctica se ha desarrollado de forma por demás vertiginosa.

SIN EMBARGO, SOLO hasta ahora se hace denuncia pública por tales excesos, cuando es de suponer que la autoridad de tiempo atrás tenía conocimiento de tal situación.

EL GOBERNADOR DEL Banco de México, Guillermo Ortiz -quien desde hace cuando menos tres lustros conoce vida, obra y milagros de bancos y banqueros en el país-, denunció en la respectiva convención de Acapulco "la elevación tan rápida que han tenido" las mencionadas comisiones y tarifas, así como los ingresos obtenidos, y apuntó que "si bien es cierto que esa cuenta ha crecido por un mayor volumen de operaciones, también lo es que tal aumento no ha venido acompañado, como sería de esperarse, de una disminución de las tarifas que se aplican a los usuarios".

LOS BANQUEROS BOSTEZARON al escuchar la referencia, pero Ortiz no se amilanó y les dijo: "es claro que las altas rentas económicas que estas actividades generan deben tender a desaparecer por la acción de la competencia. De lo contrario, las autoridades deben intervenir para impedir prácticas que tiendan a reducir la eficiencia de nuestra economía y a afectar la distribución del ingreso. La razón es clara: estas comisiones suelen ser mayores para los usuarios de servicios financieros que no tienen acceso a otras formas de ahorro o medios de pago. En un entorno de estabilidad de precios, la rentabilidad de la banca debe apoyarse en lo fundamental en sus actividades de crédito, no en la generación de rentas en actividades en las que es limitada la participación de otros oferentes de esos servicios".

EN 2003, LA banca que opera en el país obtuvo de su clientela alrededor de 42 mil millones de pesos sólo por el cobro de comisiones y tarifas, al tiempo que por igual concepto erogó casi 7 mil millones. La relación entre ingreso y egreso en el renglón citado fue de seis a uno, obviamente a favor de las utilidades de los barones del dinero.

A INVITACION DEL Senado, Ortiz ahondó sobre el tema y subrayó: "las comisiones en México son más altas de las que se cobran en otros países... lo que preocupa es el crecimiento tan acelerado que ha tenido el ingreso por comisiones y la elevación de las comisiones mismas". En 2003 la banca se desbocó (y ya traía velocidad), pero sólo en enero pasado se aprobó la Ley de Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, "que entrará en vigor próximamente", mediante la cual el Banco de México podrá intervenir para regular en materia de comisiones bancarias.

LA EXPERIENCIA, MAS que dolorosa, revela que con la banca y los banqueros la autoridad no puede "negociar" por medio de "exhortos, invitaciones, llamados de atención" y conexos; es como "exhortar" a una pared.

POR EL BIEN de millones, la "próxima entrada en vigor" de la citada nueva ley tendrá que acelerarse. Si existen dudas, favor de revisar lo sucedido en este renglón a lo largo de los pasados 12 años.

Las rebanadas del pastel:

VA UNA DE banqueros, enviada por un lector de México SA: "Por estos días tuve un encuentro cercano con mi banco, Santander Serfin, a propósito de las comisiones bancarias elevadas que La Jornada ha estado reportando en fechas recientes. Meses atrás mi tarjeta de débito alcanzó ese límite del cual ya no debes pasar si no quieres ganarte una suculenta multa de 180 pesos. Hace días consulté mi saldo para saber si aún quedaba algo que exprimirle y me encontré con que lo había excedido. Rápidamente fui al banco para depositar los treinta y tantos pesos que me faltaban antes de que me multaran y, sobre todo, para preguntar por qué me hacía falta ese dinero si yo no había usado mi tarjeta en tres meses. Después de realizar el depósito, me acerqué con uno de los empleados y le pedí información con respecto a las comisiones que se me habían cobrado en ese lapso y que me llevaron a exceder el límite. En mi estado de cuenta sólo aparecía el mensaje 'cuota simplificada' con un cargo de 12.80 pesos mensuales y sus correspondientes impuestos. El empleado me dijo: 'Claro, esas son las comisiones que le cobramos por no cobrarle comisión por retiros ilimitados en cajeros, enviarle su estado de cuenta, impresiones de sus saldos y esa clase de servicios'. No supe si soltar una carcajada o salir corriendo a gritar. Opté por levantarme, molesto y confuso. Ya casi le iba a decir que si no sería mejor que me cobraran para que no me cobraran (siguiendo la misma lógica develada) cuando, de manera muy natural, el empleado me preguntó: 'ƑOye, tienes coche?' No, contesté. 'Bueno, mira, aquí te voy a dar unos folletos para que les digas a los que conozcas de este seguro para automóvil que ofrece el banco es muy bueno. Mi teléfono viene abajo'. Y claro que pude haberme iniciado en el negocio, caritativo y voluntario, de conseguirle clientes para el seguro, pero bueno, decidí, simplemente, regresar a casa".

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