México D.F. Lunes 12 de abril de 2004
Se agudiza la división en la zona por
la existencia de dos marcos jurídicos: Arizmendi
Emboscada contra zapatistas, fruto de la falta de atención
al tema: diputados
Descartan miembros de la Cocopa que en breve se pueda
reanudar el diálogo con el EZLN
ENRIQUE MENDEZ Y ELIO HENRIQUEZ REPORTERO Y CORRESPONSAL
La
agresión contra simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) en Zinacantán refleja el abandono y "arrinconamiento"
del tema Chiapas en la agenda del gobierno federal, la falta de atención
política de la administración estatal y la ausencia de diálogo,
sostuvieron diputados de la Comisión de Concordia y Pacificación
(Cocopa) y el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi.
"El gobierno del estado afirma que no hay paramilitares,
sino que únicamente existen 'algunos individuos armados', pero lo
cierto es que no existe ningún acercamiento con el EZLN", aseveró
Bernardino Ramos. El legislador Gerardo Ulloa Pérez lamentó
que esas agresiones persistan, y señaló que son producto
de la falta de interés de la administración foxista por una
paz definitiva.
Ulloa manifestó que el ambiente de tensión
en la zona desmiente las cifras alegres y el supuesto clima de armonía
que impera, como expuso recientemente el comisionado Luis H. Alvarez en
una reunión con las comisiones de Asuntos Indígenas y de
Concordia y Pacificación, en la cual Ramos alertó sobre la
creciente presencia militar en los municipios de influencia zapatista.
El diputado perredista planteó que en tanto prevalezcan
las condiciones de pobreza y abandono que motivaron el alzamiento de 1994
en esa entidad, así como la política gubernamental de desatención
a los conflictos comunitarios, se mantendrá un clima de enfrentamiento
"que a nadie conviene".
Por su parte, el diputado Bernardino Ramos lamentó
que el jefe del Ejecutivo haya perdido interés por el conflicto,
como lo demostró con su iniciativa de derechos y cultura indígenas.
"A diferencia de otras reformas, como la fiscal y la eléctrica,
en la que constitucionalmente se asentarían los derechos de las
comunidades, no hizo cabildeo. Sólo la turnó al Congreso
para cubrir el trámite, pues en el fondo no le interesaba", declaró.
Consideró que en este momento no hay condiciones
que justifiquen una visita de los integrantes de la Cocopa a Chiapas, y
planteó la necesidad de que antes los legisladores revisen los motivos
del estancamiento del diálogo y el gobierno foxista reconozca que
no cumplió su papel de defender su iniciativa.
"Como comisión no tenemos ninguna razón
para ir ahorita, a menos que se restableciera el diálogo. Pero como
están las cosas yo no lo veo en puerta", expresó.
-¿Hay posibilidades de que se reanuden los contactos
con el EZLN?
-Primero tenemos que desandar la reforma constitucional,
luego ponernos de acuerdo en el diagnóstico del que ya hablaba,
y sólo así se podrían dar las condiciones para el
diálogo. Si no, va a estar muy complicada la situación. En
el contexto actual, en el que de interlocutor se pasó al EZLN al
rincón de la agenda, se ve lejana la posibilidad de retomar las
conversaciones de paz.
Mientras tanto, al concluir la misa en San Cristóbal,
el obispo Felipe Arizmendi dijo en conferencia de prensa que la división
en las comunidades de la llamada zona de conflicto se ha agudizado por
la existencia de dos marcos jurídicos.
Explicó: "a unos les importa pertenecer a los municipios
autónomos y otros dan sus contribuciones y se mueven en el marco
jurídico de los ayuntamientos constitucionales. Por tanto, hay dos
municipios, dos formas de contribuir, dos tipos de educación, lo
cual genera muchos problemas y enfrentamientos".
Agregó que mientras no se avance en otras alternativas
jurídicas, que contribuyan a resolver las diferencias y confrontaciones
entre zapatistas y no zapatistas, "seguirá generándose inestabilidad"
en los Altos, selva y norte de Chiapas.
"Ojalá que lo ocurrido ayer (sábado) en
Zinacantán haga pensar a todos, al gobierno en sus tres niveles,
y sobre todo a los legisladores, de que hay que buscar caminos que ayuden
a resolver esos conflictos, no sólo de pobreza, miseria y marginación,
sino de los dos marcos jurídicos, que son diferentes y contrastantes,
lo cual hace que las comunidades muchas veces no sepan a quién dar
sus aportaciones o a quién obedecer", manifestó.
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