México D.F. Lunes 12 de abril de 2004
Entre 1998 y 2002 los pasivos laborales casi
se duplicaron; exceden de $132 mil millones
En Pemex hay 560 jubilados por cada mil trabajadores
en activo
En los últimos 4 años las erogaciones
por pensiones y jubilaciones crecieron 26.9% anual, mientras el gasto de
capital sólo avanzó 1.4, según una revisión
efectuada por la ASF
ISRAEL RODRIGUEZ
Entre 1998 y 2002 los pasivos laborales de Petróleos
Mexicanos (Pemex) casi se duplicaron, debido a que en este periodo pasaron
de 67 mil 612.7 millones de pesos a 132 mil 635.3 millones, y constituyeron
el renglón contable de mayor crecimiento.
Este importante incremento se atribuye a la rapidez con
la que aumentó el número de jubilados, cuya relación
en 2002 fue de 560 jubilados por cada mil trabajadores en activo, revela
la revisión de la cuenta pública de ese año.
De
acuerdo con la revisión efectuada por la Auditoría Superior
de la Federación (ASF) el pago de las obligaciones laborales no
implica una carga financiera porque la empresa podrá hacerles frente
a corto y mediano plazos.
Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de aplicar
mejores prácticas gubernamentales me- diante la elaboración
de estudios encaminados a reformar a futuro su esquema de pensiones, a
fin de moderar su participación en el presupuesto de la empresa.
Según la proyección financiera que se efectuó
a 15 años, si la actual tendencia de las pensiones continúa,
el monto por pagar en 2017 ascenderá a 116 mil 711 millones de pesos,
lo cual implicará que para mantener la misma relación entre
pensiones e ingresos de 2002 los últimos deberán ascender
a un billón 664 mil 921.4 millones de pesos .
Por lo que se refiere a su impacto presupuestario, la
ASF aseguró que pese a que estas obligaciones no representan una
carga para Pemex, dado que en 2002 sólo destinó 10.1 por
ciento de su gasto programable para hacerles frente, advirtió que
en los últimos cuatro años las erogaciones por pensiones
y jubilaciones crecieron a una tasa promedio anual de 26.9 por ciento,
mayor a la que registraron los servicios personales (19.7 por ciento) y
los ingresos propios de Pemex (16.3 por ciento).
Estructura financiera sana
Explicó que entre 1998 y 2002 Pemex presentó
una estructura financiera sana, ya que el activo circulante y el activo
de largo plazo crecieron a tasas mayores en promedios anuales que sus referentes
en el pasivo. Pero alerta que las obligaciones laborales dentro del componente
de los pasivos se han convertido en el renglón más cuantioso.
Precisó que el monto erogado por concepto de pensiones,
y pese a que no participa de manera importante en el gasto programable,
registró un crecimiento acelerado (26.9 por ciento) en los cuatro
años de análisis, mientras el gasto de capital sólo
creció 1.4 por ciento y el renglón de obra pública
fue negativo con menos 7.5 por ciento.
De la revisión practicada se determinó que
el marco jurídico que define y regula al sistema de pensiones de
Petróleos Mexicanos es claro y en él se define la obligación
de atender los distintos derechos que tienen los trabajadores al retirarse
o separarse de su puesto.
Con el objeto de cumplir con las obligaciones laborales
determinadas en la Constitución y en el contrato colectivo de trabajo
Pemex constituyó el 5 de noviembre de 1997 el Fondo Laboral Pemex
(Folape), cuyo propósito es contar con un instrumento que pueda
responder a conceptos como prima de antigüedad por cualquier tipo
de jubilación, prima de indemnización de antigüedad
por liquidación o renuncia voluntaria, pensión por jubilación,
vejez o por convenio, pensión por jubilación o incapacidad
permanente derivada de riesgo de trabajo.
Otras obligaciones que debe de fondear Pemex son las pensiones
por incapacidad permanente para el trabajo derivadas de riesgo no profesional;
pensiones post mórtem por fallecimiento del trabajador activo de
planta, y pensión post mórtem por fallecimiento de jubilados,
entre otras. Los trabajadores, por su parte, quedan exentos de realizar
aportaciones al Folape.
Pemex, en su carácter de patrón, está
obligado además a otorgar seguridad social a sus trabajadores con
un sistema propio y autónomo en el que la empresa hace frente en
su totalidad a las obligaciones generadas.
Adicionalmente, los componentes del salario ordinario
otorgan un beneficio más al salario tabular de alrededor de 110.7
por ciento, porque cada 14 días o de manera mensual el trabajador
recibe otras prestaciones independientes como la bonificación para
gasolina y gas, y ayuda de canasta básica.
Asimismo, el salario ordinario sirve de base para calcular
las prestaciones anuales a que tienen derecho los trabajadores como vacaciones
y aguinaldo. Igualmente, el contrato colectivo de Pemex obliga a la empresa
a entregar al trabajador, además de su pensión jubilatoria
de vejez o por invalidez profesional y no profesional, una prima de antigüedad
por sus servicios prestados, así como un seguro de vida, que en
caso de muerte se otorga a los familiares. Estos beneficios se calculan
tomando como base el salario ordinario y consideran las condiciones estipuladas
en el citado contrato.
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