MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Optimismo de los organismos financieros sobre 2004

Según la OIT la recuperación económica no bastará para crear suficientes empleos en la región

CON RENOVADO ANIMO, los organismos financieros multilaterales hacen sus pronósticos sobre lo que -según ellos- 2004 traerá en beneficios económicos para América Latina, e incluso instituciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el propio Banco Mundial auguran un crecimiento regional de cuatro por ciento.

ENTRE LOS MAS entusiasmados por una "recuperación" económica, que bien a bien nadie puede constatar, se encuentra el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, quien de plano afirma que "estamos a las puertas de una nueva etapa de crecimiento que se espera sea sostenido y tendrá impactos favorables sobre la situación social de la región".

ESO DICEN, en tono similar al utilizado en el pasado reciente, cuando sus pronósticos de "recuperación", "crecimiento" y demás bondades estimadas y proyectadas terminaron en el cesto de la basura, especialmente las relativos a "impactos favorables sobre la situación social" en América Latina.

CONTRARIA A LA lectura que sobre las perspectivas de 2004 hacen las instituciones citadas, la Organización Internacional del Trabajo subraya que ninguna región del planeta ha quedado más gravemente afectada por la recesión mundial que América Latina y el Caribe, de manera destacada en el renglón social, de tal suerte que no habría mucho que esperar de la "recuperación" eco- nómica en las naciones in-dustrializadas, en caso de que se concrete.

LA OIT, en su Panorama 2004, reitera que América Latina y el Caribe ha sido la región más directamente afectada por la recesión económica mundial en lo que se refiere tanto al aumento de la producción como a la pérdida de empleos. Hasta el cierre de 2003 la "mejoría" en la generación de plazas laborales ha sido muy lenta. La tasa regional de desempleo se redujo un punto porcentual, lo cual puede achacarse a la recuperación de la economía argentina y a un menor crecimiento de la población activa.

PARA 2004 LAS perspectivas del empleo en Latinoamérica no son muy alentadoras. Dice la OIT que al retornar el crecimiento económico en Europa y Estados Unidos, y dar muestras de recuperación en Argentina, Uruguay y Venezuela -en su intento por superar sus crisis internas-, mejorarán sin duda las perspectivas de la región. "Sin embargo, es probable que esto entrañe únicamente un progreso marginal de la situación en el mercado de trabajo."

DESPUES DE UN modesto descenso en los indicadores respectivos, se estima que en 2004 18 millones de personas se sumarán al ejército de reserva, no obstante que el crecimiento de la tasa demográfica ha ido reduciéndose paulatinamente en la región desde la década de los 90. "Se estima -dice el organismo- que persistirá esta tendencia en los próximos años, lo cual contribuirá a reducir el aumento de la población activa, cuyo crecimiento entre 2003 y 2015 será probablemente de 1.7 por ciento, más o menos, al año."

ELLO, SIN EMBARGO, no contribuye en mucho, porque "para poder acoger a todos los que se incorporen a la población activa, América Latina y el Caribe habrán de tener un crecimiento económico anual no inferior a siete por ciento entre 2003 y 2015, es decir, casi cinco puntos porcentuales más que su tasa de crecimiento histórica en la última década. Los responsables políticos deberían esforzarse por que el crecimiento se plasme en un trabajo decente, lo cual debería considerarse como uno de los principales requisitos previos para el aumento futuro del producto interno bruto".

LO ANTERIOR IMPLICA, también, la creación de empleos en la economía formal y no solamente -como ha ocurrido en los años recientes- puestos de trabajo, menos productivos y sin prestaciones sociales, en la informal. "Unicamente con un empleo decente y productivo para los nuevos trabajadores jóvenes, las personas sin empleo y los trabajadores pobres, tendrá la región la posibilidad de alcanzar el objetivo de desarrollo para el milenio (de acuerdo con los lineamientos de la ONU) consistente en reducir a la mitad la pobreza extrema de ahora a 2015."

EN AMERICA LATINA y el Caribe la tasa de desempleo de las mujeres ha sido siempre mucho mayor que la de los hombres: en 2003 fue de 10.1 por ciento, contra 6.7 por ciento en el caso de los hombres. El desempleo juvenil sigue planteando un gran problema en la región.

EN 2003, el 16.6 por ciento de desempleo entre los jóvenes representó el doble que la tasa de la población activa total. Aunque en los tres años pasados no ha aumentado el desempleo juvenil, sigue siendo 3.9 puntos porcentuales mayor que en 1995. En el Caribe se reporta el mayor desempleo juvenil, zona en la que es también más notoria la disparidad entre el desempleo de los jóvenes hombres y el de las mujeres: en 2003 fue de 17.5 por ciento para los primeros y de 32.3 por ciento para las segundas.

LAS TASAS DE crecimiento de la población activa varían de una subregión a otra, pero en todas las regiones han menguado en los 10 años recientes, durante los cuales en el Caribe la población activa aumentó únicamente 1.4 por ciento, en comparación con un crecimiento anual medio de 2.5 y 2.3 por ciento en América Central y América del Sur, respectivamente. Doce de las 31 economías de la región tienen todavía tasas anuales de crecimiento de la población activa superiores a tres por ciento. En siete de ellas, las tasas de desempleo son superiores al promedio regional. En las otras cinco (Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras) quedan muy por debajo de ese promedio, lo que parece indicar que están en condiciones de crear puestos de trabajo, pero esto no garantiza el surgimiento de empleos productivos y decentes en la economía formal.

ESTO SE PONE claramente de manifiesto al examinar más de cerca la proporción de trabajadores pobres en tres de las cinco economías de la región: en Bolivia, El Salvador y Honduras es mayor que el promedio regional. Se estima en 14 por ciento, aproximadamente, la proporción de trabajadores pobres en la población activa total de la región, lo cual indica que una de cada siete personas que trabaja no gana lo suficiente para rebasar, ella misma y sus familiares, el límite de pobreza de un dólar al día.

Las rebanadas del pastel:

EL GRITO ANUAL de miles de vacacionistas que retornan a sus respectivas rutinas se escucha desde hoy a temprana hora: šAaaaabran las puertas!... del Monte de Piedad.

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